En México se pueden fabricar culpables y nadie es castigado por ello, resume Luis de la Barreda el caso Cassez

23/01/2014 - 12:03 am
Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
"Esto es algo terrible y no es algo del pasado, es algo reciente en la justicia penal mexicana, por una parte la afición del Ministerio público a fabricar culpables y por otra parte los jueces tan poco cuidadosos que hacen caso de declaraciones que no tienen un verdadero sustento", dijo. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).– La fabricación de culpables y la alteración de pruebas sigue siendo una práctica recurrente de los ministerios públicos, tal como lo mostró el caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, quien fue acusada de secuestro y pasó siete años encarcelada y después fue liberada por determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

"Lamentablemente esto ha sido una realidad recurrente en México, la fabricación de culpables", afirmó Luis de la Barreda Solórzano en entrevista con SinEmbargo. "Esto es algo terrible y no es algo del pasado, es algo reciente en la justicia penal mexicana, por una parte la afición del Ministerio público a fabricar culpables y por otra parte los jueces tan poco cuidadosos que hacen caso de declaraciones que no tienen un verdadero sustento", dijo.

Hoy se cumple un año de aquello, y el ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), De la Barreda, hace un análisis del caso en su nuevo libro: “¿Culpable? Florence Cassez, el juicio del siglo”, editado por Grijalbo.

El 23 de enero, la SCJN ordenó la inmediata y absoluta libertad de la francesa Florence Cassez. La francesa regresó a su país, mientras que en México la polémica continuó por la decisión de la SCJN y las posibles omisiones cometidas en la administración federal pasada. El propio Presidente Enrique Peña Nieto afirmó el año pasado que su gobierno investigaría si hubo comisión de algún delito por las autoridades del sexenio calderonista.

A Peña se sumaron la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia penal en contra de García Luna y otros 20 ex funcionarios y servidores públicos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), hecho que el Procurador Jesús Murillo Karam afirmó se analizaría y por el cual se inició una investigación en abril. Sin embargo, hasta la fecha nadie ha recibido castigo alguno.

Barreda Solórzano recuerda cómo la detención de Cassez fue transmitida el 9 de diciembre de 2005 a través de los noticieros matutinos de Televisa y Televisión Azteca. Aunque la señal fue enviada en vivo, se trató de una escenificación planeada para las televisoras. Miles de espectadores vieron como integrantes de la Agencia Federal de Investigación (la AFI, ya desaparecida), entonces encabezada por Genaro García Luna, aprehendían en el Rancho Las Chinitas a la supuesta banda, entre quienes estaba la francesa, quien ante las cámaras negó su participación.

El caso se convirtió en un escándalo cuando la periodista Denise Maerker reveló en febrero de 2006 que dicha transmisión fue un montaje preparado para la televisión.

Pero de acuerdo con Barreda Solórzano, además del montaje televisivo, también hay contradicciones entre las declaraciones de las supuestas víctimas de Cassez, que solo la reconocieron cuando se reveló que el operativo había sido preparado como programa televisivo.

El investigador del Programa Universitario de Derechos Humanos hace un recuento del caso que puso en zona de turbulencia las relaciones entre los gobiernos mexicano y francés y también rememora las reacciones que suscitó el caso entre personajes de la política y de los medios de comunicación.

Entrevistado por SinEmbargo, considera que el Presidente Felipe Calderón no actuó como un Presidente, sino como un ministerio público, y el entonces mandatario, que durante su sexenio llamo a los jueces “palomeros”, avaló las sentencias que le habían dictado a Cassez.

También critica la postura de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que durante el sexenio calderonista se oponía a que la Suprema Corte otorgara un amparo a Cassez, y sólo hasta que se fue Calderón cambió su postura y condenó el montaje.

Por parte de distintos medios de comunicación vio un linchamiento mediático contra Cassez, y de parte de las televisoras no hubo espacio para exponer los argumentos a favor del excarcelamiento de la francesa.

De la Barreda Solórzano dice que cualquier ciudadano es vulnerable a vivir una experiencia como la de Cassez, y es pesimista en cuanto a que el sistema de justicia mexicano mejore.

UN CASO APASIONANTE

Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
En México se han descubierto muchas fabricaciones de culpables y nunca ha sido sancionado un solo responsable, dice. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Cómo nace la idea del libro y el interés de un tema que usted llama ‘el juicio del siglo’?

–Los hechos penales seguidos por delitos graves son apasionantes. Lo que está en juego es muy relevante. Por una parte el interés social de que un delito no salga impune y por otro lado el interés social de que sea condenado el acusado sólo si es culpable, no si es inocente. Siempre los juicios han despertado un gran interés en la opinión pública y en este caso me pareció que era un tema para un libro. Siempre es muy apasionante intelectualmente cuando sobre un tema hay tantas opiniones de gente que no conoce el caso a fondo, descubrir la verdad, ir descubriéndola y luego mostrarla al público. No es un libro donde expongo mis creencias sobre el caso, es un libro donde analizo los elementos probatorios que sustentaron la acusación de la sentencia condenatoria, para que ese análisis nos diga si realmente hay elementos para considerar a Florence Cassez culpable.

–¿El caso fue manoseado desde el inicio?

–Hubo una escenificación de parte de la AFI transmitida por las dos principales televisoras nacionales y como dijo el ministro de la SCJN Arturo Zaldívar, esto distorsiona el caso porque a partir de ahí el material probatorio ya no era fiable. Era un caso en el que se hace una escenificación para que pareciera que Florence Cassez había sido detenida en flagrante delito, en el momento, en el lugar mismo donde fueron entregados los secuestrados. Pero resultó que no fue así, que la AFI no los había detenido en flagrancia, quedaban entonces los testimonios, entonces este libro los revisa para ver si eran confiables.

–Parte de los opinólogos admitían la escenificación pero alegaban que los testigos habían reconocido a Cassez y leyendo el libro vemos algunas contradicciones.

–De los tres testigos que hay y víctimas en el caso, dos de ellos no la reconocen durante dos meses en dos declaraciones. Sólo cuando ella refuta en televisión al entonces director de la AFI, solo entonces estas dos víctimas acuden a la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) durante varias horas en San Diego, California y la recuerdan. La otra víctima la reconoce desde su primera declaración, pero se contradice, dice que fue secuestrada por tres hombres y a la francesa solamente la vio en la casa de seguridad y luego que a la francesa solo la vio en el trayecto porque ella fue la llamó al jefe de seguridad; dice que nunca le vio el rostro, solamente la reconoció por el acento y por un mechón que escapaba del pasamontañas. Pero cuando la Corte iba a dictaminar la resolución final le mandó una carta al Presidente (Enrique Peña Nieto) y le dice ‘todavía recuerdo su cara y el odio con que ella me daba a escoger entre un dedo o una oreja’. Bueno, había dicho que nunca le había visto la cara, son testimonios contradictorios.

–Usted dice en el libro que Karen Pavlova, esposa de Ezequiel Elizalde, (quien le escribió la carta al Presidente) veía que durante el secuestro la mamá de Elizalde llamaba al secuestrador, cuando lo común es que sea al revés, y cuando Pavlova revisa el celular descubre que las llamadas eran al propio secuestrado.

–Es algo tan extraño, incluso he llegado a dudar que estas tres personas hayan estado secuestradas, no niego que lo hayan sido, digo que llego a dudarlo, porque todo estuvo demasiado extraño. Por ejemplo si Florence es trasladada al rancho para la escenificación, las víctimas también pudieron ser trasladadas, porque hay una declaración muy interesante de un hombre que hacía el aseo en el rancho tres veces por semana y él tenía acceso a todas partes, entra unos días antes del rescate a la bodega donde supuestamente estaba uno de los secuestrados y ahí no había nada.

–Cuando inicia el libro y usted describe el caso, cómo es detenida Cassez en un retén, Israel Vallarta torturado, parece un caso de la época del antiguo jefe de la policía capitalina Arturo “El Negro” Durazo, pero en el siglo XXI y la tortura juega un papel fundamental.

–Lamentablemente esto ha sido una realidad recurrente en México, la fabricación de culpables, cuando fui presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF me tocó conocer varios casos, afortunadamente la intervención de la comisión logró liberar a los acusados, pero era recurrente. Después de Florence Cassez tenemos un caso terrible que es el del General Tomás Ángeles Dauahare, quien fue a prisión, pisotearon su reputación e hicieron un daño anímico a su esposa y a sus hijos con base en las declaraciones de un testigo protegido, que se probó estaba mintiendo y a pesar de eso el general Ángeles siguió preso un tiempo más. Esto es algo terrible y no es algo del pasado, es algo reciente en la justicia penal mexicana, por una parte la afición del Ministerio público a fabricar culpables y por otra parte los jueces tan poco cuidadosos que hacen caso de declaraciones que no tienen un verdadero sustento.

–Otro elemento que menciona es que Cassez pudo ser víctima de un intento de venganza de Eduardo Margolis, ex socio de su hermano Sébastien y quien conocía a importantes personajes policíacos.

–Tampoco lo puedo afirmar pero es muy posible, dadas como se dieron las cosas y entonces estaríamos ante una situación verdaderamente tristísima, una policía o procuraduría que se presta completa a una venganza privada que se ponen al servicio de alguien que quiere tomar venganza por motivos desconocidos. No digo que así haya sido, dadas las circunstancias del caso parecería una posibilidad.

AMBIENTE ENVENENADO

–¿Qué actores políticos estaban interesados en el caso? Menciona a la CNDH que había pedido negarle el amparo a Cassez, pero a la salida de Felipe Calderón y García Luna del gobierno federal ya condenó el montaje.

–Todo el tiempo pedían que se negara el amparo, cuando la Corte iba a resolver, ya que García Luna se va y los posibles hechos que pudiera cometer prescindieron, entonces puso una denuncia, eso es incongruencia, es una actitud que mueve a sentir vergüenza ajena y tristeza por una institución que en otro momento fue tan prestigiada.

–¿Por qué hubo tanto interés de Calderón, fue para proteger a su súper policía, para que el caso no creciera?

–El tema número uno del Presidente Calderón fue la seguridad pública y aunque el tema nunca mejoró y fue empeorando cada vez más en el sexenio, decir por lo menos en un caso una terrible banda tuvimos éxito y voy a defender que tuvimos éxito, entonces se portó no como debe portarse un Presidente, sino como un ministerio público al hacer declaraciones como las que hizo, tan insensibles como decir ‘si ya fue condenada en tres instancias judiciales uno diría que ya es culpable’. Alfred Dreyfuss (en el siglo 19) en Francia fue condenado por tres instancias judiciales y finalmente se demostró que no fue. Un Presidente de la República debe decir ‘yo espero que se haga justicia, pero no me corresponde a mí, no conozco el expediente, no tengo tiempo de leerlo’. Tres veces instancias judiciales condenaron a Florence Cassez a pesar de que examinaron el expediente con mucha ligereza, lo cual sería gravísimo, o se dejaron presionar por el entorno pasional o por el propio Presidente de la república por esas declaraciones

–Los jueces a los que algunos Calderón llamó ‘palomeros’, recuerda usted…

–Sí.

Genaro García Luna, el fabricante de culpables. Foto: Cuartoscuro.
Genaro García Luna, el fabricante de culpables. Foto: Cuartoscuro.

INVENTAR CULPABLES NO RECIBE CASTIGO

–¿Qué nos debe enseñar el caso, que debería pasar con actores como García Luna?

–En México se han descubierto muchas fabricaciones de culpables y nunca ha sido sancionado un solo responsable. Ha habido casos tan absurdos como el caso de “La Paca”, el del caso Paco Stanley y nunca ha sido sancionado un responsable, con tal de que ajusticies y tengas éxito se vale fabricar culpables, se vale inventar hechos, alterar pruebas, se vale todo con tal de que tengamos al presunto responsable tras las rejas

–¿Todos somos vulnerables?

–A cualquiera le puede pasar que en cualquier momento, usted sale de aquí muy tranquilamente, lo detiene la policía y le dicen que es acusado de secuestro, a cualquiera le puede pasar, pero la multitud cuando no eha pasado a sí misma o a una persona cercana puede tomar posturas muy crueles.

–¿Usted es optimista con la justicia o prevé que se seguirán fabricando culpables?

–El caso del General Ángeles fue posterior al de Cassez y también se fabricaron culpables. No soy nada optimista, el caso debiera dar lugar y ser punto de partida de una profunda transformación de la justicia penal mexicana y del ministerio público, de un mea culpa para los jueces que no revisan adecuadamente y se dejan presionar. Sin embargo hace un año fue liberada y la justicia penal mexicana sigue incurriendo en esos vicios. Seguimos siendo vulnerables, así que tenemos todo el tiempo que traer nuestras veladoras interiores encendidas y que no seamos víctimas de una falsa acusación en perjuicio de nuestra libertad, nuestra honra, de nuestro hogar y trabajo.

–¿Somos vulnerables al linchamiento mediático, al México profundo, a lo que Andrés Manuel López Obrador llamó en este caso ‘la justicia más que el derecho’?

–Un colaborador de López Obrador visitó a Florence y le dijo ‘Si López Obrador es Presidente al día siguiente saldrás’ y cuando llega la resolución de la Corte dice ‘qué barbaridad, si la Corte no debe actuar conforme a derecho sino conforme a la justicia y negar el amparo’, una cosa incongruente.

–¿Hubo lucro político?

Hubo un uso político, pero sobre todo el caso hizo aflorar el lado más oscuro de muchos personajes.

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