La gestión del Presidente emanado del Partido Revolucionario Institucional, después de 12 años de ausencia en el Gobierno de la República, no ha dejado en la mejor posición al partido de cara a las elecciones del 2018. Analistas políticos consideran que el Jefe del Ejecutivo federal hoy es un elemento negativo para la campaña que el tricolor emprenderá de cara a las presidenciales del próximo año, por lo que incluso recomiendan no se relacione de ningún modo con la misma para no restar más votos al PRI.
Sin embargo, destacan, el tricolor tiene una gran parte de responsabilidad en la percepción de fracaso del actual Gobierno federal y en el descontento social. De acuerdo con los especialistas consultados, el partido en el poder no pudo democratizarse al interior, tampoco quiso ganar mayor autonomía del Presidente, por lo que continuó eligiendo a sus candidatos por la vía del “dedazo” y muy mal.
Además no desarrolló capacidad de autocrítica ante el desastre en que se convirtieron en este sexenio sus gobernadores, quienes rompieron el molde en materia de corrupción y quienes son una de las principales causas de su derrumbe en votos durante este sexenio.
Otros factores que pasarán factura al Revolucionario Institucional, consideran, es la incapacidad de la actual administración para combatir la violencia y el hecho de que los integrantes del partido en el Gobierno no hayan advertido que la estrategia iba directo al fracaso. Apenas el lunes pasado, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló que, con 2 mil 371 homicidios dolosos, octubre se convirtió en el mes más violento del año y en la historia reciente de México.
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Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo).- Cinco años de una administración fallida debilitan las aspiraciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de cara a la elección presidencial de 2018, coincidieron analistas políticos que tomaron como base los resultados del Presidente Enrique Peña Nieto en los rubros de seguridad, economía y lucha anticorrupción.
En medio de las discusiones internas del tricolor para elegir a su próximo candidato presidencial, la popularidad del Presidente Enrique Peña Nieto se antoja como el primer obstáculo que el partido ha de enfrentar en los próximos siete meses, afirman los especialistas consultados por SinEmbargo.
A mediados de septiembre pasado, una encuesta del Pew Research Center, un think tank con sede en Washington, DC, reveló que la popularidad del Presidente se había pulverizado, desde el 61 por ciento de opinión favorable para el Ejecutivo federal en 2011 y al 28 por ciento del noveno mes de 2017.
“La herencia que le deja Peña Nieto al PRI es muy mala, y por eso en todas las encuestas hoy el PRI se ubica en tercer lugar”, afirmó el analista José Antonio Crespo Mendoza, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas, AC (CIDE).
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Una serie de escándalos de corrupción han causado mella en la imagen del Presidente Enrique Peña Nieto.
En noviembre de 2014, una investigación periodística de Aristegui Noticias reveló que la esposa del Primer Mandatario contaba con una mansión de 7 millones de dólares, construida por Grupo Higa, uno de los principales contratistas del Estado.
“Cuando el Presidente designó a Virgilio Andrade [como titular de la Secretaría de la Función Pública] para tratar de justificar legalmente lo injustificable, quedó claro que no había ningún interés del Gobierno federal para enfrentar el problema de la corrupción. El Presidente mismo ha declarado que se trata de un elemento cultural; es decir, que para él la corrupción es algo con lo que se ha nacido, crecido, y desarrollado”, expuso Ricardo Espinoza Toledo, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Los especialistas coincidieron que la atropellada popularidad de Peña Nieto abonará para que salga de los reflectores durante el periodo de campaña del PRI.
“Se va hacer a un lado y le va a dejar todos los reflectores al candidato. No puede estar muy presente porque podría quitarle votos. Mas bien tendría que aceptar que el candidato realice algún tipo de deslinde respecto a su actual gestión”, destacó Crespo Mendoza.
Ricardo Espinoza, doctor en Ciencia Política por por el Centre d’ Analise Comparative des Systèmes Politiques, Ecole Doctorale des Sciences Politiques, Universidad de París I-Sorbona, explicó que “cuando el Presidente se convirtió en el gran beneficiario del Pacto por México, el PRI –de la mano de EPN– tuvo un ascenso en las opiniones, en el reconocimiento popular, pero duró muy poco. Cuando el Presidente empezó su declive, con el caso de los 43 [los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero] y las políticas erráticas, el PRI fue cayendo también de la mano del Presidente, al grado que en 2015 parte de la estrategia del PRI desapareció al Presidente como referente político fundamental. Y eso lo va a seguir poniendo marcha, porque el Presidente traslada su impopularidad al partido y a los candidatos”.
El investigador de la UAM agregó que “el tema de la corrupción está asociado a otro fenómeno de carácter económico y social, que tiene que ver con empleos mal pagados, desempleo, falta de acceso o la inexistencia de educación de calidad”.
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EL PRI, Y SUS CULPAS
En esta historia, sin embargo, el Revolucionario Institucional tiene sus propias culpas y la principal, de acuerdo con los analistas, es no haber podido democratizarse al interior, continuar eligiendo por “dedazo” y muy mal, y no tener capacidad de autocrítica ante el desastre en que se convirtieron en este sexenio sus gobernadores.
Actualmente se encuentran detenidos los ex gobernadores priistas de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández; de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo; de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa; vinculado a proceso el ex Gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, y prófugo de la justicia el ex Gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez.
Por ello, no es gratuito que las encuestas brinden un panorama de desconfianza.
Nueve de cada 10 personas consideran que el Gobierno federal trabaja en beneficio de grupos de poder, y no para el bienestar de la mayoría, de acuerdo con el Latinobarómetro 2017 que se realiza entre 18 países de la región.
No obstante, Vidal Fernando Romero León, Jefe del Departamento Académico de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), consideró que la pérdida de votos del partido tricolor podría haber tocado ya el piso más bajo.
“La principal crítica a Peña es la corrupción. Quien vote por el PRI ya sabe por lo que vota, difícilmente va ser algo con lo que PRI pierda más votos”, expuso Romero.
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En tanto, el analista político Fernando Ávila expuso que Peña Nieto echó atrás la “sana distancia” que Ernesto Zedillo mantuvo con su partido.
“El Presidente Peña ha sido un Presidente muy cercano al partido y yo no veo que esto vaya a ser diferente. Me parece que la estrategia del PRI será seguir arropando de alguna manera los resultados del Gobierno federal”, consideró Ávila.
En agosto pasado, y entre supuestas controversias que no llegaron a dividir al partido, el PRI avaló reformas que permitirían que un candidato extra partidario pudiera ser su aspirante presidencial.
El mensaje fue leído como un guiño para el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, quien tiene incluso un pasado de militancia panista. La polémica no duró ni un día: horas después quedaba rebasada por el escándalo de sobornos que habría recibido Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), de la empresa Odebrecht cuando formaba parte del equipo de la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012.
Ahora, poco a poco, los reflectores han regresado a la incógnita sobre la identidad del “tapado” del PRI.
La delicada situación económica del país podría soplar en contra de las aspiraciones del titular de Hacienda. La semana pasada, la caída de los precios del petróleo ha terminado por ascender el cambio en ventanilla interbancaria a 19.45 pesos por dólar.
Asimismo, la tasa anual de inflación subió a 6.37 por ciento al finalizar octubre pasado, la cifra duplica el nivel alcanzado durante el mismo mes de 2016, cuando el índice de precios estaba en 3.06 por ciento.
A ellos se suma la incertidumbre económica que ha dejado la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“Parece que la apuesta es vender un producto que está hecho con no priistas. Entonces cualquier cosa que lo vincule con atributos negativos le resta posibilidades”, expuso Romero.
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INSEGURIDAD, EL GRAN RECLAMO
En otro rubro, la inseguridad hoy también mina la imagen del Gobierno federal, quien propuso en el Pacto por México un “México en Paz”. La responsabilidad de la cartera de seguridad recae sobre Miguel Ángel Osorio Chong. El Secretario de Gobernación y posible aspirante presidencial del PRI parece desvanecerse conforme la violencia se acrecienta en el país.
Las 2 mil 371 carpetas por homicidio doloso de octubre, hacen de este mes el más violento desde 1997, cuando se inició el registro delictivo.
Este delito incrementó en octubre 5.9 por ciento con respecto al mes de junio, que había sido considerado el más violento, con 2 mil 238 ejecuciones.
“Es una mala cifra. Y Osorio Chong responde a un perfil muy priista que es fácil de vender internamente, pero más difícil hacia fuera. Y si no tiene estos atributos de eficacia, pues no hay forma”, dijo Romero.
Tomás Guevara Martínez, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), apuntó a que “tenemos un panorama mucho más creíble sobre la irresponsabilidad, o en el peor de los casos sobre la incompetencia para poner un orden y seguridad para la ciudadanía”.
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EL PRI HACIA 2018
Pese a los negativos, analistas destacaron que en este momento el PRI se encuentra con las mismas posibilidades competir contra el Frente Ciudadano por México, y ligeramente debajo de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Los votos flotantes, dijeron, serían decisivos cada una de las instituciones políticas.
“Morena, para bien o para mal, está en su techo. No habrá mucha variabilidad. En cambio en el PRI y el Frente todavía falta ver quién será el candidato. Por otro lado, las personas que ahorita votarían por un independiente votarían por otro si ven que no tienen posibilidad. Ahí hay 10 ó 15 por ciento de votos más para alguien”, resaltó Romero.
“A pesar de lo que se podría pronosticar –sobre todo a mediados del año donde se veía un PRI muy resquebrajado, ciertamente en los últimos dos o tres meses se ha venido fortaleciendo. Es cierto que arrancará en una posición complicada en el proceso electoral, pero también es innegable que estará en una posición competitiva. No se le ve quizá como favorito pero sí como competitivo, y eventualmente a lo largo de la campaña –faltan poco más de seis meses– todo puede pasar en ese proceso con candidatos ya definidos”, planteó a su vez el analista Fernando Ávila.
El país podría quedar más vulnerable a la impunidad sobre los delitos electorales, dado que no hay titulares al frente de la Procuraduría General de la República, mas que el interino Alberto Elías Beltrán; ni un Fiscal de Delitos Electorales ni Anticorrupción.
Ya los comicios de junio pasado en el Estado de México fueron calificadas por los partidos de oposición como unos elección de Estado.
“Yo creo que lo que vimos en el Edomex fue una elección en la que el uso y compra de coacción del voto pareciera que es enorme y no ha habido una investigación que responda a la gravedad”, pronosticó el investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia A.C. (IMDHD) Édgar Cortez Morales.
Cortez destacó que no hay capacidad entre los agentes del Ministerio Público para continuar estos casos, pese a la falta de cabezas en las instituciones, “y si a eso le agregas que quitaron la traba para que el fiscal electo no tenga una vinculación partidaria. Ni dirigente en los seis años anteriores, ni candidato de algún partido. Todo apunta a la designación de un personaje vinculado a algún partido político”.