El Alcalde de Los Ángeles, California, Eric Garcetti, dio su respaldo a los estudiantes de la ciudad y les aseguró que los planteles son lugares seguros ante cualquier operación migratoria. Señaló que las escuelas de la ciudad no permitirán la entrada de agentes federales. Esta acción se suma a la iniciativa que realizaron la semana pasada varias “ciudades santuarios" con alcaldes demócratas, quienes anunciaron que seguirán dando amparo a los inmigrantes sin permiso de residencia a pesar de la amenaza del Presidente electo Donald Trump.
Por Jacqueline García
Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo/LaOpinión).- El Alcalde de Los Ángeles, California, Eric Garcetti, dio su respaldo a los estudiantes de la ciudad y les aseguró que los planteles son lugares seguros ante cualquier operación migratoria. Esta acción se suma a la iniciativa que realizaron la semana pasada varias “ciudades santuarios" con alcaldes demócratas, quienes anunciaron que seguirán dando amparo a los inmigrantes sin permiso de residencia a pesar de la amenaza del Presidente electo Donald Trump de negarles fondos federales si no colaboran en una campaña para deportar a los extranjeros que viven en el país ilegalmente.
Luego de que el republicano ganó la elección presidencial, miles de estudiantes salieron de las escuelas para protestar los planes migratorios del Presidente electo. Daniel García, de 17 años, fue uno de ellos.
“Estamos aquí con ustedes, estamos muy orgullosos de vivir aquí. La inmigración es una parte importante de la ciudad y del país”, dijo Garcetti, reafirmando la promesa del jefe de la policía angelina, Charlie Beck, que su Departamento no fungirá como agencia de inmigración.
Agregó que las escuelas de la ciudad no permitirán la entrada de agentes federales, a menos que haya un permiso de la superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), Michelle King, o los abogados escolares; sin embargo dijo que no deben temer puesto que en Los Ángeles el 63 por ciento son inmigrantes o hijos de inmigrantes.
A una semana de la valiente pero arriesgada decisión, García y un grupo de estudiantes se reunieron con el Alcalde de Los Ángeles, funcionarios escolares y la policía angelina en la secundaria Theodore Roosevelt de Boyle Heights. En la reunión a puertas cerradas discutieron su lucha por la amenaza de deportaciones.
Trump dijo que deportará a todos los inmigrantes indocumentados y que en cuanto asuma la presidencia cancelará el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), el cual ofrece una estadía legal temporal renovable a cientos de miles de jóvenes.
Daniel García, un estudiante, dijo que estaba preocupado porque algunos de sus compañeros son indocumentados o beneficiarios de DACA. “Muchos tienen miedo por su estatus legal cuando llegue el nuevo presidente”, añadió el joven.
Por su parte, el presidente de la Junta Escolar, Steve Zimmer, dijo que en LAUSD se estima que alrededor de 150,000 familias son afectadas por el tema migratorio.
“Pero no queremos que ninguna familia sienta que no puede venir y pedir ayuda en la escuela”, dijo Zimmer. “Siempre que hay ansiedad y miedo debemos tener un plan y encontrar una solución”, añadió.
LAUSD RESPALDA A SUS ALUMNOS
La semana pasada los miembros de la Junta Directiva de LAUSD aprobaron una resolución para que LAUSD proteja los datos de los estudiantes en contra de “cualquier política futura o acción ejecutiva” que Trump pueda tomar “en la máxima medida provista por la ley”. La resolución indica que las escuelas de Los Ángeles son “zonas seguras” donde los agentes federales de inmigración no pueden entrar.
Abigail González, de 16 años, dijo que está preocupada porque toda su familia podría ser afectada ante una deportación masiva. Ella llegó a Estados Unidos junto a sus parientes cuando tenía cinco meses de nacida. “Cuando supe de los resultados no lo quería aceptar, quería bloquearlo de mi cabeza y en la escuela nos dijeron que no tengamos miedo y continuemos con nuestros sueños”.
La joven dijo que no participó en las protestas estudiantiles por miedo, pero espera que sus grados académicos demuestren su aportación al país. “De la única forma que yo puedo demostrar a personas como Trump que no me afectan [sus decisiones] es ir a la universidad y agarrar mi educación”, dijo González.
Deylan Flores, de 17 años y estudiante de Roosevelt, dijo que sí protestó en los ‘walkouts’ a favor de sus compañeros indocumentados. Él dijo que quiere que sus compañeros se queden en el país y que no sean afectados por agentes de inmigración.
“Si yo tuviera familia indocumentada también me gustaría que se quedaran, no quiero que se vayan mis amigos”, dijo el alumno de último grado. Aunque inicialmente tenían miedo participar, los estudiantes dijeron que se organizaron adecuadamente.
“Y aunque de la escuela llamaban que si salíamos a protestar nos iban a penalizar no nos importó porque sabíamos nuestros derechos”, dijo García, estudiante de la preparatoria Woodrow Wilson localizada en El Sereno.
Pese a que sus manifestaciones públicas fueron pacíficas y sin contratiempos ni arrestos, los funcionarios escolares esperan que no continúen estos actos puesto que podrían poner en peligro la seguridad de los estudiantes.
LAS CIUDADES "SANTUARIOS"
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Varias “ciudades santuario" con alcaldes demócratas que tenían desde hace tiempo una fría relación con las autoridades federales de inmigración piensan seguir dando amparo a los inmigrantes sin permiso de residencia a pesar de la amenaza del presidente electo Donald Trump de negarles fondos federales si no colaboran en una campaña para deportar a los extranjeros que viven en el país ilegalmente.
Bill de Blasio, en Nueva York; Rahm Emanuel, en Chicago, y Ed Murray, en Seattle, son algunos de los regidores de “ciudades santuario” que han intentado tranquilizar a la población inmigrante preocupada por los planes de Trump, que durante su campaña electoral se comprometió a deportar a todos los extranjeros sin permiso de residencia.
Durante la campaña, Trump dio un discurso sobre inmigración en el que prometió “poner fin a las ciudades santuario” y dijo que aquellas “que se nieguen a cooperar con las autoridades federales no recibirán dólares de los contribuyentes”. El entonces candidato republicano atribuyó “muchas muertes innecesarias” a políticas como las de esas ciudades.