María del Rocío Silva desapareció hace 19 años, luego de ir a comprar una mascota para su hija. “María del Rocío estudio Biología, ella se dirigió a San Blas Nayarit, su intención era trabajar como bióloga”, cuenta su esposo Jaime Márquez. Cuando a María del Rocío se le acabó el dinero hubo noticias: al siguiente sábado desde su desaparición, se comunicó con su cuñado y le pidió dinero para liquidar la cuenta de un hotel. Así la encontraron.
Sin embargo, el propio Jaime relata que el pasado miércoles “mi yerno iba llegando a la casa, más o menos a las 18:30, entonces se percató que no estaban ni mi nieto Santiago Gómez, de 9 años, ni mi esposa María del Rocío Silva, de 57 años, más adelante mi hija llegó a casa de dar consultas de psicología y descubrió una carta en la que mi esposa le pide perdón”.
Por Yohali Reséndiz, especial para SinEmbargo
Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).– Hace 19 años, un domingo como a las 16:00 horas, María del Rocío Silva le dijo a su esposo que iría a comprar una mascota para su hija Paola, -de entonces 8 años- y ya no regresó a casa.
“La busqué con la familia y no hubo un resultado bueno. Acudí a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, directamente donde se denuncia a las personas desaparecidas y me dieron un número de folio de denuncia”, dice Jaime Márquez, esposo de María del Rocío.
Desesperado, contrató un detective. También acudió a la Procuraduría General de Justicia. No la encontraron. Nadie conocía el paradero de su esposa y su hija.
“María del Rocío estudio Biología, ella se dirigió a San Blas Nayarit, su intención era trabajar como bióloga”, cuenta Márquez. Entonces a María del Rocío se le acabó el dinero a los pocos ocho días y hubo noticias.
“Al siguiente sábado desde su desaparición, se comunicó con mi cuñado y le pidió dinero para liquidar la cuenta de un hotel. Así fue como las encontramos”, recuerda el esposo de María del Rocío a esta reportera.
El cuñado y un concuño viajaron en avión y la convencieron de regresar a casa. Ahí detectaron que María del Rocío padecía esquizofrenia. “Así canalizó su malestar contra mí y detectamos que padecía esquizofrenia y lo atendimos como familia”, dice Javier.
El pasado miércoles, 19 años después, María del Rocío, repitió la historia.
“Mi yerno iba llegando a la casa, más o menos a las 18:30, entonces se percató que no estaban ni mi nieto Santiago Gómez, de 9 años, ni mi esposa María del Rocío Silva, de 57 años, más adelante mi hija llegó a casa de dar consultas de psicología y descubrió una carta en la que mi esposa le pide perdón”, relata Jaime.
“Perdóname, me habló Dios y me tengo que llevar a Santiago para salvarlo de un holocausto provocado por el Gobierno de la Bestia, tengo que salvarlo, protegerlo porque torturaran a los niños”. (Hay que recordar que ella padece de esquizofrenia).
La familia ya ha reportado su ausencia a Locatel y se activó la Alerta Amber en la Ciudad de México. Los hechos ocurrieron en la colonia Obrera, entre Isabel la Católica y 5 de Febrero. Ella va vestida con un pantalón de mezclilla azul marino, blusa azul y chaleco del mismo color. Santiago lleva una gorra, playera verde y pantalón verde militar.
María del Rocío ha sido atendida por psiquiatras; desde hace trece años le suministran Clopixol Depot 200, “pareciera que esta última dosis ya no le surtió efecto. Hemos presentado la denuncia ante el ministerio público donde mencionamos que mi esposa (abuela) se llevó a mi nieto. Estamos insistiendo en que el MP nos deje ver el registro de las cámaras de las calles y se haga la investigación y ademas se emita la Alerta Amber nacional. Estamos buscando ayuda de PGR y nos está apoyando la Fundación Niños Robados”, dice Jaime.
La familia ha emprendido una búsqueda sin éxito, como la que comenzaron hace 19 años cuando descubrieron que María del Rocío padecía esquizofrenia, una enfermedad mental grave, que afecta el pensamiento, la percepción y las funciones mentales más importantes. Quienes la padecen experimentan alucinaciones mentales o auditivas y éstas tienen que ver con la percepción de los sentidos.
Datos del Instituto Nacional de Psiquiatría arrojan que uno por ciento en nuestro país la padece. El 50 por ciento en el primer año de detectada la enfermedad, abandona el tratamiento. Es más frecuente en hombres y el primer brote psicótico puede presentarse entre los 15 y los 25 años de edad.