Luz, madre de varios alumnos del plantel, contó que su esposo, aprovechando el conocimiento que tenía de la escuela, entró al edificio colapsado la madrugada de este jueves junto con otras personas “y ya no se detectó vida”.
“Nada más hay que recorrer las calles de la ciudad para hacer un conteo, la gente se quedó sin casa. ¿Cómo va apoyarlas el gobierno? Esto es una catástrofe; todas esas escenas de [rescatistas] pidiendo silencio fueron parte de la pantomima”, denunció.
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Ciudad de México, 22 septiembre (EFE).- Una madre de familia del Colegio Enrique Rébsamen, que quedó colapsado tras el terremoto de magnitud 7.1 del martes en el sur de la capital mexicana, deploró este jueves el caso de la inexistente niña Frida y calificó de pantomima toda la historia.
“Lo de la niña no es verdad; no hay ninguna niña, nunca hubo ninguna niña. La única persona que estaba pendiente por encontrar era una maestra y la encontraron”, dijo Luz, madre de varios alumnos del plantel.
La mujer contó que su esposo, aprovechando el conocimiento que tenía de la escuela, entró al edificio colapsado la madrugada de este jueves junto con otras personas “y ya no se detectó vida”.
“La información es que no hay nadie vivo adentro. Las losas están colapsadas y lo que hay de espacio está vacío. Mi esposo puede constatar que eso es real”, relató la señora a periodistas que estaban en el lugar.
Recordó que a las tres de la mañana encontraron el cuerpo de una maestra, “que ya sabían que estaba ahí”, pero “querían sacar gente viva para colgarse una medalla”.
El esposo de Luz prácticamente forzó su acceso a la zona y posteriormente a la escuela y, al ser padre de familia, llegó para orientar a los rescatistas y ofrecer datos del lugar.
“Él hablo con los responsables. Estuvo toda la madrugada metiéndose a todos los lugares, revisando que no hubiera niños y maestras, personas que conocíamos y de las que recibimos su apoyo durante muchos años”, relató.
La afectada exigió que los elementos del Ejército se retiren de la escuela y presten su ayuda donde más se necesite, además dijo que los dueños de la escuela no han huido y son personas comprometidas con la comunidad.
“Nuestros niños están afectados y necesitan terapia [para reponerse de la tragedia de la fueron testigos directos] antes de regresar a clases”, expresó a punto del llanto.
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Además se mostró escéptica sobre la cantidad de edificios, unos 40, que las autoridades dicen que resultaron afectados en la capital mexicana.
“Nada más hay que recorrer las calles de la ciudad para hacer un conteo, la gente se quedó sin casa. ¿Cómo va apoyarlas el gobierno? Esto es una catástrofe; todas esas escenas de [rescatistas] pidiendo silencio fueron parte de la pantomima”, denunció.
El sismo de magnitud 7.1 en la escala de Richter se registró a las 13.14 hora local (18.14 GMT) del martes, poco antes de que concluyera la jornada escolar.
Según el balance más reciente de víctimas, 273 personas perdieron la vida y más de 100 permanecen desaparecidas en la capital mexicana y varios estados aledaños, donde centenares de edificios se desplomaron por el movimiento telúrico.