Ciudad de México, 22 de enero (SinEmbargo).- El juez Michael McSpadden estableció el 17 de septiembre de 2013 que hoy se ejecutaría al mexicano Edgar Tamayo Arias, luego de ser sentenciado al castigo capital por el asesinato del policía Guy P. Gaddis, en Houston, Texas, el 31 de enero de 1994.
Y si todo se mantiene como hasta ayer, es muy probable que Tamayo muera hoy en manos de sus verdugos texanos.
Tamayo, originario de la comunidad de Miacatlán, Morelos, acaparó los reflectores porque es uno de los 51 mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos, pero que cuenta con un amparo tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el que ordena la revisión de todos los casos por violaciones a sus garantías como ciudadanos extranjeros. Ayer, habitantes de Miacatlán arribaron a la capital morelense para marchar en solidaridad de Edgar. Caminaron de Iglesia del Calvario hacia el Zócalo de la capital del estado en busca de un milagro que eche abajo la pena de muerte.
Cuauhtémoc Sotelo Franco, presidente del comisariado ejidal de Miacatlán dijo que la manifestación es para que las autoridades de Texas vean el apoyo y el rechazo a esta barbarie que se quiere hacer en contra el mexicano. “Pedimos que se detenga la ejecución”.
Arias Tamayo tenía 26 años cuando fue detenido, el 31 de enero de 1994. En ese entonces tenía derecho a recibir asistencia consultar “sin retraso alguno”, conforme establece el artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. Sin embargo, no se le notificó y las autoridades mexicanas no tuvieron conocimiento del caso hasta una semana antes del juicio.
El 31 de marzo de 2004, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) resolvió que Estados Unidos había violado el artículo 36 de la Convención de Viena en los casos de 51 ciudadanos mexicanos, incluido el de Edgar Tamayo, todos condenados a muerte en Estados Unidos. La CIJ ordenó someter a “revisión y reexamen” judicial las condenas para determinar si la defensa de estos hombres se había visto perjudicada por esta violación.
A pesar de ello, la sentencia de Tamayo nunca se modificó.
El gobierno de Texas rechazó revisar el caso del mexicano. A través de un comunicado Lucy Nashed, secretaria de prensa de la oficina del Gobernador Rick Perry, afirmó que recibieron las cartas de la Secretaría de Relaciones Exteriors (SRE) y del Gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido donde solicitaban revisar el caso, pero dejó en claro que esto no pasaría.
Hemos recibido esta carta. No importa de dónde vienes, si usted comete un crimen despreciable de este tipo en Texas, usted está sujeto a nuestras leyes estatales, incluyendo un juicio justo por un jurado y la pena máxima”.
Max Alberto Diener Sala, consultor jurídico de la Cancillería Mexicana afirmó que existe una posibilidad jurídica para que la corte de Texas suspenda la ejecución de Edgar Tamayo. Señaló que el Gobernador de Texas, Rick Perry, tiene esa facultad de dar la orden para cancelar la sentencia “hasta el último segundo”.
Incluso ayer por la tarde, dos tribunales uno federal estadunidense y otro del estado de Texas, rechazaron acciones legales interpuestas por los abogados de Tamayo.
La defensa había solicitado a ambas instancias emitir una orden judicial preliminar para evitar que la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas revise el pedido de clemencia del mexicano hasta que el procedimiento de indulto sea adecuado y justo, sin embargo, fueron rechazadas las solicitudes.
"PURAS PINCHES MENTIRAS"
El lunes pasado se reveló una carta de Tamayo Arias donde acusa a la SRE y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de no hacer nada sobre su caso.
!No quiero que meta mano el mentado Consulado!, la verdad, que esta gente me decepciona [...] son puras pinches mentiras con esa gente [del Consultado] y la S.R.E. [Secretaría de Relaciones Exteriores de México no hacen nada y tampoco los de D.H… nunca hicieron nada”
El mexicano dirigió la carta a Pablo Antonio Castro Zavala, presidente de la Confederación de Asociaciones y Clubs de Morelenses de Estados Unidos y Canadá.
Tamayo Arias también se despidió de sus paisanos a través de la misiva.
“Y el mensaje que quiero darles es, que si me ejecutan, por favor les digas a todos mis paisanos, mi México entero que me disculpen por haberles fallado y llegado encajonado. Y ojalá que lo mío sirva de ejemplo para otras personas. Y recuerda que la cárcel no come… Pero sí mata a nuestros seres queridos. Y siempre vamos a ser las víctimas de nuestra pobreza y de nuestro propio color”, apuntó Tamayo.
Entre las diversas instituciones que solicitaron suspender la ejecución del mexicano se encuentran, además de la SRE y la CNDH, el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Corte Internacional de Justicia, el Parlamento Europeo y la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte.
ONGs como Amnistía Internacional y Human Right Watch también expresaron indignación sobre el caso.
El director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, dijo que Texas ha ignorado el caso "Porque puede, se puede dar ese lujo. Mientras no exista un mecanismo por el cual el Gobierno federal pueda exigirles a los estados de la federación el cumplimiento de obligaciones jurídicas internacionales, que obligan a los Estados Unidos como nación, lamentablemente esto se va a seguir produciendo".
Por lo tanto, el problema más que un tema federal, el estado de Texas es quien más ha decidido ignorar las peticiones.
El gobierno de Barack Obama ha instado sin éxito a las autoridades del estado a revisar el caso de Tamayo. Incluso la semana pasada una alta funcionaria del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, admitió que el caso está en último término en manos de Texas y no en las del gobierno federal.
INYECCIÓN LETAL
El jueves de la semana pasada fue ejecutado el prisionero Dennis McGuire en Ohio, sin embargo, las protestas se dieron enseguida pues tardó poco más de 15 minutos en morir tras suministrarle la inyección. De acuerdo con testigos, McGuire jadeo y resopló durante este lapso.
La inyección letal que se le aplicó tenía una combinación de dos medicamentes nunca antes probados en una ejecución, de acuerdo con el Centro de Información de Pena de Muerte en Washington, D.C.
El diario Los Ángeles Time, indica que sus dos hijos fueron testigos de la ejecución: "Lo vi tratar de sentarse frente a las correas en la camilla. Lo vi apretar repetidamente su puño. Me parecía que estaba luchando por su vida, pero sofocante. La agonía y el terror de ver a mi padre asfixiarse hasta la muerte duró más de 19 minutos. Fue el momento más terrible de mi vida.", dijo uno de ellos.
Ohio y otros estados se han visto obligados a utilizar una nueva combinación de fármacos en las ejecuciones, pues los fabricantes, que viven bajo la presión de opositores a la pena de muerte, han limitado la distribución de los medicamentos que solían utilizar, provocando escasez.
En septiembre del año pasado, funcionarios de Ohio anunciaron que se agotó el pentobarbital, fármaco que utilizaban para la inyección letal, y a cambio, usaron una fórmula que incluye midazolam, un sedante e hidromorfona, un analgésico similar a la morfina.
Los abogados de Tamayo solicitaron a los oficiales de la prisión el informe sobre las drogas que se le suministrarán al mexicano, a lo que se les respondió:“La agencia utilizará un compuesto de pentobarbital”. Sin embargo, Marie Levin, uno de los litigantes dijo que Texas también había obtenido algunos de los fármacos utilizados en Ohio.