#DatosCerrados | Con regulación desde 1800, los Presidentes de Estados Unidos deben entregar facturas de la totalidad de sus gastos domésticos como tintorería, lavandería, limpieza de la Casa Blanca, comidas diarias, vinos y licores ofrecidos a huéspedes, compra de flores, pasta dental y hasta papel higiénico. En México, eso no puede conocerse. Al Presidente Enrique Peña Nieto le han preguntado sobre las erogaciones para su persona y su familia desde 2013 a través del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales; pero Los Pinos ha negado la información con el argumento de que no hay evidencia documental al respecto.
Ciudad de México, 21 de noviembre (SinEmbargo).- ¿Cuánto gasta el Presidente de México en tintorería, lavandería, lavatrastes, barrido, sacudido y en el personal doméstico que lo asiste en la Residencia Oficial de Los Pinos? ¿Y en pasta dental y papel de baño? Esas preguntas corresponden a la vida doméstica de una casa; es decir, a la intimidad intramuros que las reglas no escritas de urbanidad indican que no debe ser traspasada.
En el ámbito de la Transparencia son legítimas. En Estados Unidos, la regulación para los gastos domésticos del Primer Mandatario existe desde 1800, a partir de que John Adams, el segundo Presidente de esa Nación -que llegaría a ser la más poderosa del mundo- decretó que el inquilino de la Casa Blanca debía pagar sus gastos personales.
Dos siglos y 16 años después, el Presidente Barack Obama ha entregado de manera sistemática al Departamento del Tesoro las facturas de la comida consumida por él y su familia, los vinos y licores ofrecidos a sus visitantes y hasta la pasta dental y el papel de baño consumidos.
En México, los gastos del Presidente en la residencia oficial de Los Pinos no pueden conocerse. El Comité de Información de la Presidencia de la República los ha declarado “inexistentes” en todas las ocasiones que los ciudadanos los han solicitado mediante el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI); es decir, el Primer Mandatario no los reportó y ninguna instancia en la casa oficial los registró.
Sobre los asuntos domésticos de la casona de Constituyentes no hay reglas claras ni marco normativo que obligue a sus habitantes a revelar qué tipo de productos de limpieza se compran o con qué alimentos se llenan la despensa y el refrigerador. Pero las preguntas recibidas por el Presidente dan cuenta del deseo de conocer cómo y en qué se gasta ahí dentro, donde vive el Jefe del Ejecutivo.
¿QUÉ LE HAN PREGUNTADO A PEÑA NIETO DE SU VIDA DOMÉSTICA?
La primera solicitud de información sobre el gasto doméstico de Enrique Peña Nieto fue en mayo de 2013; es decir, en los primeros meses como Presidente. El requerimiento del ciudadano fue el gasto destinado para el año en todos los detalles dentro de la casa a donde llegó a vivir investido con la figura presidencial.
La Dirección General de Finanzas y Presupuesto (DGFP) respondió que en el Presupuesto de Egresos de la Federación ni en el Clasificador por Objeto de Gasto para la Administración Pública Federal tenían considerado el concepto de “gastos personales”, por lo que no podían responder.
En marzo de 2015, en otra respuesta, esa misma Dirección volvió a remitirse al Clasificador y solicitó al Comité de Información de la Presidencia la declaración de “inexistencia” de esos gastos.
En mayo del mismo año, llegó a la Presidencia la solicitud de la relación del gasto mensual en despensa, comprobado con facturas, para la elaboración de las comidas servidas diariamente en Los Pinos. Se requirió también listas de los menús, el número de personas a las que se les sirve, los horarios de desayuno, cena y cuántas personas elaboran los platillos.
La Dirección de Recursos Materiales y Servicios Generales respondió que después de haber realizado la búsqueda exhaustiva de la información no se localizó evidencia documental y enseguida, prosiguió a declarar “inexistente” la información concerniente a lo que se sirve cada día en la residencia oficial.
También en mayo, pero de 2016, al Presidente Peña Nieto le preguntaron cuánto gastaba en vinos y licores, y el Comité de Transparencia de la Oficina de la Presidencia de la República admitió que de ello no había evidencia documental y declaró la información “inexistente”.
Y otra pregunta sobre el consumo doméstico dentro de Los Pinos en la Presidencia de Enrique Peña Nieto fue sobre el papel de baño y las marcas que se utilizaron en marzo de 2016. Según la Presidencia de la República, 14 de sus instancias trabajaron en la búsqueda de la información. Para dar con documentos o facturas entregadas por Peña Nieto sobre el papel de baño en la casa que ocupa trabajaron la Jefatura de la Oficina de la Presidencia, la Secretaría Particular del Presidente, la Coordinación General de Política y Gobierno, la Coordinación de Estrategia Digital Nacional, la Coordinación de Opinión Pública, la Secretaría Técnica del Gabinete, la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación; la Coordinación de Asesores del Presidente, la Coordinación de Marca País y Medios Internacionales, la Coordinación de Crónica Presidencial, la Dirección General de Tecnologías de la Información, la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales, la Dirección General de Finanzas y Presupuesto, y la Dirección General de Recursos Humanos.
Cada una de las 14, reportó que no encontró nada respecto al papel. Algunas enviaron un oficio para indicar que realizaron “una búsqueda exhaustiva”, como la Coordinación General de Comunicación Social y Vocería y la Coordinación de Asesores del Presidente; pero que aun así, no había evidencia documental.
Todas estas instancias le propusieron al Comité de Información declarar la inexistencia de los datos sobre este consumo y así ocurrió.
EL PRESIDENTE QUE NO COMPRABA FLORES
Cuando Felipe Calderón Hinojosa fue Presidente de México (2006-2012), ocurrió lo mismo. La DGFP expuso en una respuesta mediante el INAI (antes IFAI) que el gasto individualizado por los servicios de telefonía, jardinería, tintorería, supermercado, doméstico y televisión digital no había registro alguno en sus archivos, como tampoco en los del Estado Mayor Presidencial.
En febrero de 2015, cuando él ya no era Jefe del Ejecutivo, alguien pidió información sobre las flores de Calderón, el Primer Mandatario que con 12 días en el Gobierno inició una guerra en contra de lo que denominó “crimen organizado”, experiencia cuyo saldo aún no ha sido cuantificado a cabalidad; pero está evaluada a partir de miles de desaparecidos, más de cien mil muertos y otros cientos de desplazados.
“Requiero información sobre cuánto gasta la Presidencia de la República en arreglos florales del 1 de diciembre de 2006 al 30 de noviembre de 2012. Necesito: gasto por año en arreglos florales en la gestión del ex Presidente, el nombre de la empresa o empresas que dieron este servicio a la Presidencia de la República, copias de los contratos con las empresas que dieron los servicios florales; describir el tipo de flores, planta o similares y en qué tipo de eventos, recepciones, banquetes u oficinas usaron arreglos florales”, pidió el ciudadano.
La Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales y la Dirección General de Finanzas y Presupuesto de Los Pinos, en momentos en que Enrique Peña Nieto era Presidente, buscaron el rastro de las flores de Calderón, el antecesor en esa casa. Y no encontraron nada. Así que el Comité de Información resolvió por unanimidad de votos la declaración de la inexistencia de las flores del ex Mandatario. Si las compró, no las registró. Pero sin registro, en los archivos quedó que esas flores son “inexistentes”.
Consulta de datos: folios 0210000065813 y 0210000069315; ACTAS CI/PR/5SO/2015, CI/PR/4SE/2016, OPR/CT/1SO/2016, CI/PR/3SE/2015
#DatosCerrados publica cada semana un expediente clasificado del Gobierno federal y promueve la liberación de información para uso ciudadano.