Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).-En el marco del Festival de la Música en Mérida, coordinado por la Secretaría de la Cultura y las Artes y la Alianza Francesa de Mérida, se inaugurará hoy en dicha ciudad la exposición “Grandes maestros. Transición y ruptura en la pintura mexicana”, con 33 piezas pertenecientes al acervo de la Lourdes Sosa Galería.
Arnaldo Coen, Francisco Toledo, Juan Soriano, José Luis Cuevas, Rafael y Pedro Coronel, Fernando García Ponce, Manuel Felguérez, Rufino Tamayo, Gunther Gerzso, Carlos Mérida, Manuel Felguérez, José Luis Cuevas, Vicente Rojo y Jorge Marín, se dan cita en la galería del teatro José Peón Contreras.
Las obras, creadas a mediados del siglo pasado por reconocidos artistas nacionales, están valuadas en más de dos millones de dólares y reflejan parte del movimiento denominado “Transición”, planteamiento estético de una generación que utilizó un lenguaje ajeno al de la escuela mexicana de pintura.
“Ruptura” es un título que se ha impuesto a una generación que surge entre los años ’50 y ’60 y escenifica diferentes momentos de la transformación en la creación artística, de nacionalista a plural.
RUPTURA MÁS VIGENCIA
Cada época tiene su forma de expresión. Entre las dos guerras mundiales se manifestó mayormente la pintura realista con mensaje político.
El concepto del realismo socialista en la Escuela mexicana de Pintura pretendía por una parte hacer un arte realista al servicio del Estado y por otra crear obras profundamente nacionalistas con un mensaje social y político.
Pretendía ser un arte para el pueblo. El nacionalismo fue necesario en la época de la Revolución, destacando su aspecto social y la mayoría de las manifestaciones culturales de ese momento tenía esa característica.
En los ’50, México dejaba de ser un país rural y empezaba a convertirse en un país urbano; abandonaba el campo, crecía en la exportación, incursionaba en la industrialización; era un México diferente.
La Ciudad de México comienza su desbocado crecimiento y con él, el centralismo. Surgió así una generación con mayor acceso a la información internacional y que, obviamente cambió sus manifestaciones por un arte más identificado con las corrientes globales de la cultura occidental.
Esta nueva generación no se conformaba en grupos aislados y el trabajo creativo se vuelve interdisciplinario. Los pintores realizaban escenografías, ilustraban libros y portadas de discos, participaban en cine, etc. No pensaban en una ruptura o contender con alguien, lo que querían era hacer arte. No se hicieron en ese momento manifiestos, ni publicaciones, ni exposiciones bajo el título de “ruptura”, ni ha quedado claro quienes lo iniciaron y quienes lo conforman. Fue la pintura la que acaparó el nombre de ruptura, no los artistas que la creaban.
Ruptura o no Ruptura, transición o trasgresión, la vigencia de la obra de artistas como Manuel Felguérez, José Luis Cuevas, Vicente Rojo, Rafael Coronel, Arnaldo Coen y Francisco Toledo, entre otros, tiene su raíz en un impulso irrenunciable: la libertad creativa.
Los asistentes a la Fiesta de la Música, que inicia hoy en todo el Estado de Yucatán, una iniciativa de las autoridades culturales del Estado en colaboración con la Alianza Francesa de Mérida, podrán estar cerca de estas obras de arte que son la base histórica de las artes visuales nacionales, una actividad que conserva su pujanza y esplendor.