Economía

Trump cerrará válvulas y México, con millones de informales más, será olla de presión: académicos

21/01/2017 - 12:05 am

Investigadores y académicos alertaron que el sector informal del mercado laboral mexicano está a punto de sufrir un sustancial aumento que incluso, previeron, podría alcanzar a ocho o nueve de cada días personas ocupadas. El año pasado, según datos del Inegi, cerró con 52 millones 43 mil 100 mexicanos empleados y sólo dos millones 183 mil personas en situación de desempleo. Pero de ellos, sólo un 43 por ciento está en el sector formal y un 57 por ciento trabajaba de manera informal. Una de las consecuencias de este aumento de la informalidad, dijeron los especialistas consultados, es que la población podría verse forzada a buscar estrategias de sobrevivencia, y una de ellas puede ser la ilegalidad.

Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo).- México se encuentra en una “encrucijada” económica. La presión del nuevo Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que disminuyan las inversiones de multinacionales en México, sobre todo automotrices, podría hacer impacto en un sector que genera hasta un 20 por ciento del empleo directo formal de la iniciativa privada.

Las remesas que envía la población migrante, ha dicho también el empresario y ahora gobernante norteamericano, serán gravadas con impuestos y, además, millones de personas podrían ser sujetas de deportación de Estados Unidos o incluso salir voluntariamente, ante el clima de hostilidad animado desde la nueva Presidencia del principal socio comercial de México.

El crecimiento económico nacional, insuficiente de por sí para la creación de empleos formales, se prevé sea de alrededor del 1.8 por ciento este año, menor al dos por ciento alcanzado en 2016.

El sector informal del mercado laboral, ya mayoritario o de casi un 60 por ciento, está a punto sufrir un sustancial aumento que, de acuerdo con Alfondo Bouzas Ortiz, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podría alcanzar de alguna forma a ocho o nueve de cada 10 personas ocupadas.

“Calculo que hasta un 30 o 50 por ciento crecerá el sector informal (para aumentar a 80 o 90 por ciento), porque no hay formalidad ya y, la poca que hay, está desapareciendo”, dice Bouzas.

“Estamos hablando de que la mayoría de la población nos encontraremos en situación de precariedad, de informalidad de una u otra forma, ya sea por salarios flexibles, ya sea por jornadas flexibles, ya sea por inestabilidad en el empleo”, agrega.

Una de las consecuencias del aumento de la saturación del sector informal, coinciden académicos, podría ser el aumento de la delincuencia. Foto: Cuartoscuro
Una de las consecuencias del aumento de la saturación del sector informal, coinciden académicos, podría ser el aumento de la delincuencia. Foto: Cuartoscuro

Una de las consecuencias, coinciden académicos consultados, podría ser el aumento de la delincuencia debido a la “saturación” del mercado informal y a que, ante la reducción de oportunidades económicas, la población se verá forzada a buscar estrategias de sobrevivencia.

“No se ve otra alternativa. No vas a poder migrar. Entonces se cierran todas las válvulas y lo único que queda es el empleo informal, pero también, cuando el sector informal se satura, como es el caso mexicano, lo que vemos es ilegalidad después”, señala Graciela Bensusán Aerous, investigadora de temas de trabajo y capitalismo en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.

“Si está en un tianguis y tiene 50 negocios que venden tenis, pues nadie saca nada, porque todos tienen que bajarle el precio para poder vender. Es muy fácil que en un momento dado, o no coma, no pueda sostener el negocio o empiece a vender tenis más mariguana; lo lógico, racional (…). Y entonces tenemos que se expande lo que ya ha venido ocurriendo en los últimos 20 años, dentro del sector informal, todo lo que tiene que ver con piratería, narcomenudeo, todo esto, y entonces es un círculo vicioso del que no se ve cómo salir”, agrega.

MENOS CRECIMIENTO, MAS INFORMALIDAD

En México, que ha registrado tasas de Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de alrededor de dos por ciento anual desde la década de los años 80, la mayor parte de la población se emplea en el sector informal del mercado laboral.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 2016 cerró con 52 millones 43 mil 100 mexicanos empleados y sólo dos millones 183 mil personas en situación de desempleo.

Pero, de la población empleada, muestra la misma fuente, sólo un 43 por ciento está en el sector formal –con protección de derechos a la seguridad social–, mientras que la mayoría, o un 57 por ciento al cierre del año pasado, trabajaba de manera informal o sin garantía alguna.

Para los investigadores, uno de los principales impactos de que la mayoría de la población se emplee en el sector informal está en las finanzas públicas, a la que llegan los derechos por producto del trabajo de menos de la mitad de la población ocupada.

“Si un negocio es formal, debe pagar renta, sueldo a empleados, servicios e impuestos. Debe sumar sus costos al precio de venta del producto para no tener pérdidas”, dice María Fonseca Paredes, directora de la Escuela de Negocios del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

“En un negocio similar, pero en la informalidad, los costos son menores y permiten un producto más barato. Además, no pagan impuestos y mientras menos contribuyan, el porcentaje de impuestos a pagar cada ciudadano es mayor y también el precio del bien [gravado]”, explicó la también directora de la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas”, agrega.

2016 cerró con un 57 por ciento de la población empleada en México en el sector informal, según el Inegi. Foto: Cuartoscuro
2016 cerró con un 57 por ciento de la población empleada en México en el sector informal, según el Inegi. Foto: Cuartoscuro

La investigadora Graciela Bensusán explica que el trabajo informal ha aumentado en el país en la medida en la que el crecimiento económico ha disminuido y ha sido insuficiente para emplear al millón 200 mil personas que, estima, se suman cada año al mercado laboral.

“Es un problema estructural, por la falta de crecimiento de la economía, un muy débil crecimiento en los últimos 30 o 40 años y que no ha sido suficiente para generar la cantidad de empleos formales en la cantidad necesaria, de acuerdo con el crecimiento de la población”, dice Bensusán.

“Aparte, como había un fuerte incentivo para no cumplir (con la Ley) porque no tenían consecuencias, buena parte de los empleadores tenían las condiciones para no incorporar a los trabajadores al Seguro Social. Y fue una estrategia de sobrevivencia de la gente; porque, como no se ofrecía suficiente empleo, formal, protegido con Seguridad Social, pues se recurrió al ambulantaje y a todo ese tipo de trabajo que no tiene una barrera de entrada o que es una barrera de entrada más flexible y que les permitía sobrevivir. No son estrategias de emprendedurismo ni nada por el estilo, sino básicamente estrategias de sobrevivencia”, agrega.

A ese contexto, México suma las amenazas de Trump, que ha hecho de la revisión del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica (TLCAN) y de la cancelación de inversiones de multinacionales en México uno de los ejes de sus discursos.

Trump se ha enfocado sobre todo en el sector automotriz, al que amaga con un impuesto de 35 por ciento a los vehículos armados en México y en cuyo contexto se han cancelado ya inversiones multimillonarias, como una por mil 600 millones de dólares de Ford en San Luis Potosí.

El sector automotriz es “fundamental” en el rubro del empleo formal en México, donde genera, dice Bensusán, alrededor de 764 mil trabajos directos formales, más miles indirectos.

Trabajos, agrega, que se han generado porque México resulta un “gran negocio para las multinacionales”, con los salarios mínimos más bajos de la región y ahora incluso más que en China, más niveles de productividad entre los más altos del mundo y una posición geográfica contigua a Estados Unidos, que es el mercado a donde se dirige el 80 por ciento de lo producido.

Pero los trabajos en las multinacionales son de salarios bajos, incapaces de sacar a los empleados de la pobreza y con el efecto de haber arrastrado al resto de los ingresos de la población en el país, dice Bensusán.

También, explica, la mayor parte de los productos de “exportación” se han compuesto de insumos importados, por lo que se ha generado pocas posiciones de trabajo y se han generado más “afuera que adentro” de México.

Aun así, dice Bensusán, esas posiciones de trabajo son consideradas mejores precisamente porque son formales, por lo que perderlas será muy grave.
“Creo que estamos en una encrucijada (…) Ya tenemos un gran peligro porque están cayendo las inversiones, las empresas, las ensambladoras no van a invertir en los próximos dos años hasta que no tengamos claridad de qué va a pasar con el TLC”, dice.

“Es una cuestión que depende de un proceso de negociación, y que puede terminar bien o muy mal, digamos cediendo México cosas que son fundamentales para nuestro crecimiento económico o las exportaciones, o puede terminar simplemente con derogarse el Tratado”, agrega.

Lo que ya es un hecho, advierte, es la caída en el sector automotriz, cuyas perspectivas en México hasta antes de la llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos eran de auge.

“Ahora son verdaderamente sombrías; hay una gran incertidumbre (…). Si a eso se le suma el empleo maquilador, donde pudiéramos llegar a tener también alguna recesión por razones de la renegociación del Tratado, estamos en una situación gravísima, porque estamos hablando de una proporción altísima del empleo formal”, dice.

“Si a eso le suma que pudiéramos tener el regreso de una porción importante de los migrantes, algunos incluso de manera voluntaria por el clima de hostilidad que se puede generar, más lo que puede presionar a través de remesas, con ponerle impuestos o restringir el dinero de los migrantes que están en Estados Unidos, tenemos un panorama muy negro, desde el punto de vista laboral, muy complicado”, agrega Bensusán.

Peña y Calderón haciéndole fiestas a Ford, mientras la industria nacional se hundió en sus gobiernos. Foto: Cuartoscuro
Peña y Calderón haciéndole fiestas a Ford, mientras la industria nacional se hundió en sus gobiernos. Foto: Cuartoscuro

GLOBALIZACION, INFORMALIDAD Y CRIMEN

La política económica mexicana de dependencia del comercio con Estados Unidos ha estado vinculada con el crecimiento del crimen en México, consideran diversas fuentes.

La cancelación de actividades productivas promovidas por el Estado en el campo, por ejemplo, dice Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), crearon un vacío que luego llenó el crimen organizado.

“El Gobierno mexicano decretó desde 1988 que el campo no era importante, sino que eran más importante las importaciones agrícolas, y que no había que invertir y que era un asunto del sector privado; entonces, el Gobierno se retiró y desaparecieron las entidades gubernamentales que tenían gran presencia en el territorio rural”, explica.

“Y cuando se retiran el Gobierno y las instituciones y no hay actividad en el campo por la falta de inversión pública y de la competencia desleal que significan las importaciones, cae la actividad económica y, frente a ese vacío, el crimen organizado, que ya existía, encuentra condiciones para expandirse y desarrollar actividad económica, ingresos, generando perspectiva e incluso opciones para los jóvenes, todo asociado con la impunidad y la corrupción”, agrega.

Bensusán menciona que también la informalidad es mayor ahora que antes del periodo de apertura económica, cuando también inició el periodo de menor crecimiento económico.

Y el contexto de informalidad, coinciden analistas, su menor fiscalización, visibilidad y sujeción a la ley, son propicios para que se encuben fenómenos como la piratería, el narcomenudeo el narcotráfico y otros que también tienen alta incidencia en México.

“Y no lo puede dejar de hacer –vender droga¬–, porque lo amenazan; entonces es un circulo vicioso”, dice Bensusán.

“La globalización, queramos o no, conlleva escenarios delictivos, de precarización; escenarios de abandono del interés social con todas sus consecuencias”, coincide Bouzas.

Sandra Rodríguez Nieto
Periodista en El Diario de Ciudad Juárez. Autora de La Fábrica del Crimen (Temas de hoy, 2012), ex reportera en SinEmbargo
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