Miguel Ángel Mancera Espinosa llegó al poder en la Ciudad de México en 2012 a la par del Presidente de la República Enrique Peña Nieto. Ambos postulados por distintos partidos y en teoría antagónicos: el Partido de la Revolución Democrática y el Partido Revolucionario Institucional, respectivamente. El Jefe de Gobierno arribó de la mano de la izquierda, que le arrebató el Distrito Federal –ahora Ciudad de México– al tricolor en 1997. Hoy algunos analistas y detractores políticos ven a Mancera Espinosa más cerca del Gobierno federal y como una pieza clave para que el PRI pueda abrirse camino y recuperar la capital en 2018.
Ciudad de México, 19 de mayo (SinEmbargo).– Llegó al Gobierno del Distrito Federal (GDF) de la mano del ex mandatario capitalino Marcelo Ebrard Casaubón, luego de ser su Procurador General de Justicia y, para muchos, traicionó a su ex Jefe tan pronto como se sentó en la silla del poder. Miguel Ángel Mancera Espinosa se confrontó con su mentor e inició una serie de medidas que le han cobrado un alto costo político a su popularidad.
Para algunos analistas consultados por SinEmbargo, el Jefe de Gobierno capitalino está aliado con el Gobierno de Peña Nieto y con su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), para entregarle la capital a cambio de ser candidato a la Presidencia de la República o de obtener una Secretaría de Estado en 2018. Para otros más, el mandatario trabaja por su cuenta y por sus intereses en la Ciudad de México.
“Está aliado con Peña Nieto para facilitar y crear las condiciones para que el PRI recupere la Ciudad de México y veo la debacle total del PRD [Partido de la Revolución Democrática]. La interrogante es ver quién se va a quedar con la ciudad, si el PRI que va hacer hasta lo indecible o en una situación excepcional lo gana Morena [Movimiento Regeneración Nacional], pero el PRD ya no. Esta hipótesis que yo tengo tiene como elementos todas las políticas que ha desarrollado: ¿Por qué hace eso si sabe que lo golpeará no sólo en su popularidad y su situación personal, sino al partido que lo lanzó como candidato a la Jefatura de Gobierno, además de que también le va nublando su perspectiva a la candidatura de 2018?”, se pregunta Telésforo Nava Vázquez, investigador y experto en la izquierda mexicana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Nava Velázquez se refiere al incremento del precio del boleto del Metro y a las medidas que tomó para enfrentar la contingencia ambiental de las últimas semanas.
“Afecta a todo el mundo, el Metro lo usan millones de personas, no sólo de la ciudad sino de la zona conurbada. El doble Hoy No Circula fue una medida propuesta por Peña Nieto y el Jefe de Gobierno no chistó, no dijo nada, aceptó la intromisión del Gobierno federal; él ha aceptado todo, porque le han prometido que le van a facilitar y crear las condiciones para ser candidato a la Presidencia, o supone que el PRI seguirá en la Presidencia y que le garantizará una Secretaría”, explica.
Para el investigador las medidas de Mancera van en contra del partido que lo llevó al poder e incluso de sus aspiraciones políticas.
“No tengo elementos para decir: ‘es del PRI’, pero algunos jerarcas del PRI en el DF me han dicho que siempre ha sido del PRI. No lo sé, pero sí veo que todo lo que hace es para beneficiar al Revolucionario Institucional, es evidente los acuerdos que hace con el Gobierno federal”, plantea Nava.
A María Eugenia Valdés Vega, investigadora y experta en procesos electorales, no le queda claro si Mancera Espinosa es una pieza clave para el PRI en la ciudad o si tiene una alianza con el partido en el poder. Sin embargo no lo descarta.
“Si le ofrecen una Secretaría de Estado la cosa sería diferente. Él tiene un equipo muy grande, compromisos políticos. A lo mejor la moneda de cambio no es todo el DF sino algunas delegaciones como Iztapalapa, por ejemplo”, detalla.
Valdés Vega indica que la idea de que Mancera tenga una alianza con el PRI es “maquiavélico” y que, de ser así, será el fin para el PRD en la ciudad.
“Porque una cosa es que el PRD pierda, como lo hizo en las elecciones pasadas y otra es que se le aniquile. Sería el fin del PRD”, sostiene.
La analista incluso descarta que el Sol Azteca lance como su candidato presidencial a Mancera Espinosa, debido a que la popularidad del mandatario capitalino está desgastada.
“Si hay una alianza entre el PAN [Partido Acción Nacional] y el PRD para 2018 no sería Mancera el candidato de ninguna manera. No tiene ningún chance”, dice.
Para Luis Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, el Jefe de Gobierno traicionó a todos, incluido al PRI.
El mandatario, afirma, “juega solo” y “es más inteligente de lo que la gente cree”.
“Es un hombre egoísta y egocéntrico. Él juega solo. No va con el PRD, con el PRI, con nadie. El señor juega solito y está esperando tener una candidatura del PRD para la Presidencia. Pero no ha sido leal: a Ebrard lo dejó. Le gusta jugar a la política solitaria, pero aunque el PRD lo impulse no tiene opciones porque fue poco leal. El PRD tiene los días contados en la capital”, asegura.
Mancera no es el demócrata que dijo ser hace 3 años: activistas y analistas
POPULARIDAD A LA BAJA
Mancera Espinosa concluyó su tercer año de administración en la capital del país desgastado, impopular y con una crisis de imagen pública. Muy lejos de la aprobación de la población, pero muy cerca de la cúpula política federal.
Pero su impopularidad entre la población que votó mayoritariamente por él en 2012 puede no ser lo más importante para el mandatario. A pesar de las encuestas y de los cambios en el Gabinete que realizó a la mitad del camino, sus aspiraciones presidenciales siguen en pie y se avivan mientras más se acerca 2018.
“Miguel Ángel Mancera atraviesa por un momento difícil. Los niveles de aprobación no logran remontar desde hace tiempo, ya sea por algunas variables que le son ajenas, como las relacionadas con la economía o la persistencia de la preocupación ciudadana en el tema de la inseguridad”, dice José Antonio Sosa Plata, consultor en Comunicación Política y Coordinador del Diplomado en Redes Sociales 2.0 en la Universidad Iberoamericana.
Mancera es el Jefe de Gobierno que ha conseguido el cargo con la mayor cantidad de votos: 63.5 por ciento de los capitalinos que votaron en 2012 lo hicieron por él –Marcelo Ebrard Casaubón logró el 46.38 por ciento, Andrés Manuel López Obrador ganó con el 37.5 por ciento y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano lo hizo con el 48.1 por ciento–. Sin embargo, luego de tres años de gestión su popularidad ha caído significativamente, como han mostrado las periódicas encuestas de los diarios Reforma y El Universal.
En los últimos meses el Jefe de Gobierno ha visto caer con mayor celeridad su popularidad. La percepción positiva al trabajo de Mancera Espinosa cayó en uno de sus peores niveles en abril: sólo 3 de cada 10 capitalinos apoyan su gestión, según reveló Reforma.
De acuerdo con la encuesta del medio de circulación nacional, la aprobación ciudadana de Mancera cayó 7 puntos en los últimos cuatro meses y se ubica en un 32 por ciento. Mientras que entre los líderes de opinión, consultados por el mismo diario, se desplomó al pasar de un 30 a un 16 por ciento.
La estrategia del Jefe de Gobierno está enfocada a rescatar lo mejor que pueda los dos últimos años de su administración, para lanzarse como candidato independiente, por PRD o incluso por Movimiento Ciudadano (MC), y después plegarse al candidato del PRI, explican politólogos.
Los analistas de la política mexicana no ven a Miguel Ángel Mancera como un candidato competitivo. La apuesta del Jefe de Gobierno es, de acuerdo con las voces de expertos, salvar lo poco que pueda rescatar de su administración en los dos últimos años que le quedan y tratar de mejorar su baja popularidad y aceptación entre los capitalinos.
Mancera no es ni por poco un exponente real para pelear la Presidencia de la República en 2018, coinciden. Pero el mandatario de la capital del país puede “vender” su capital político al candidato que repunte en las encuestas.
“Mancera está apostando a que ese candidato será el del PRI, porque él en su corazón es priista. El priismo es una forma de hacer política, no es un partido y él, como [Agustín] Basave, se identifican más con el PRI que con otro partido”, dice Virgilio Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (CENCA) del Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia (IIEDJ).
Para Bravo Peralta está claro que Mancera Espinosa sabe muy bien que no cuenta con el capital político suficiente para ser un candidato competitivo. Entonces, quien marcó un claro distanciamiento con López Obrador está jugando sus cartas: tiene una alianza política, más no electoral, con el resto de los nueve partidos al interior de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), para hacerle frente a Morena en la capital, opina.
Pero esa alianza no va más allá de a ciudad. En el panorama nacional cada partido tendrá su exponente para 2018. El analista explica que a Mancera sí le vendieron la idea de que puede ser candidato, pero descartó que sea tan “ingenuo”, como para creer realmente que puede competir en el terreno electoral con la apuesta del PRI, PAN y Morena.
“Mancera es un académico, es penalista, pero metido en la política en tres años perdió la mitad del DF. El equipo que él tiene, que no es de él, está en manos de grupos, lo veo deteriorándose cada vez más. Hace tres años lo dije: no hay plan, no hay estrategia, no hay seguridad, niega que estén los carteles en el DF; quiere esconderse como el avestruz. Obedece a la inexperiencia política, a las tribus que lo tienen recluido en el Palacio de Gobierno. No puede hacer frente a Obrador, que es un fenómeno, ya lo vimos: en una elección con poco tiempo que tenía Morena como partido y con pocos recursos, le quitó la mitad del DF. No veo cómo lo pueda revertir”, dice.
Sin embargo, Mancera no está muerto políticamente. Es el Jefe de Gobierno y buscará una candidatura independiente o por algún partido. En 2018 se plegará al que él considere el ganador para sumarse a su gabinete o ganar el apoyo para alguna senaduría.
“No creo que él se vea como un candidato viable y con posibilidades de ganar en 2018, creo que hay otros personajes que se mueven y los partidos cuentan mucho. En el caso del PRI, el candidato que pongan tiene la fuerza y la base necesaria para ser competitivo. En el PAN tiene que ser un liderazgo fresco, puede ser Margarita Zavala y en Morena, ya sabemos cómo se llama y aparece fuerte en las encuestas, le dan un porcentaje importante”, explica.
CANDIDATO, ¿POR CUÁL PARTIDO?
Pero los analistas coinciden en que Mancera no se afiliará al Sol Azteca. Al menos no en 2016 ni en 2017: “Mancera está muy mal en su popularidad. Si se lanza tendrán que decidir si se va como independiente. No creo que algún partido lo quiera apoyar. Salvo MC [Movimiento Ciudadano], si no quiere ir con Morena”, dice José Antonio Crespo Mendoza, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Crespo Mendoza explicó que MC decidirá si va con Morena acercándose 2018, pues si va por su lado no tiene un candidato fuerte, que pueda dar la pelea.
Lo mismo sucede con el PRD, quien a pesar de la crisis en la que se encuentra el partido, no apoyaría a Mancera.
“Mancera se seguirá como independiente. Tratará de hacer lo mejor posible, pero no se ve que pueda hacer algo. Evaluará qué posibilidades tiene y dónde puede caer mejor. El PRD no creo que lo avale. Él [Mancera], estará pensando que sí, que quizá. Yo no veo cómo pueda mejorar su imagen”, añade Crespo Mendoza.
Gustavo López Montiel, experto en partidos políticos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, coincide con Crespo Mendoza en que Mancera seguirá sin afiliarse al PRD por un tiempo.
Pero no descartó que el partido lo postule en una alianza con MC o por su cuenta. Lo mismo opinó Bravo Peralta: “Mancera está débil, pero no muerto”.
“Lo que está esperando es ver qué capital político puede juntar para ser candidato. El PRD es su principal opción. Se tendrá que afiliar en algún momento, será una condición que le van a poner lo grupos”, dice.
López Montiel detalló que el Jefe de Gobierno “está jugando a ser independiente”, y a construirse una imagen en ese tono.
“Su capital político no necesariamente le daría para generar una candidatura independiente con respecto a otros candidatos. No haría una alianza con el PAN. Sería con el PRD y eventualmente con otro partido”, expone.
El experto agrega que Mancera solo, no tiene ninguna posibilidad de ganar la elección. El PRD por su cuenta, tampoco.
El Sol Azteca incluso podría tratar de sumarse a la campaña de López Obrador para no morir en el camino.
Bravo Peralta dijo, incluso, que Morena terminará por consumir al PRD y llevarse a sus filas a los perredistas que quieren continuar con una carrera política en la trinchera de la izquierda.