San Salvador, 18 sep (dpa) - El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, afirmó hoy que cuando termine su mandato en junio de 2014 dejará una tasa de casi cuatro policías por cada 1.000 habitantes, la cual será la más alta de Centroamérica y una de las más altas también en toda Latinoamérica.
El mandatario, en una ceremonia de graduación de policías, apuntó que cuando llegó al gobierno, en junio de 2009, se contaba con más de 17.600 agentes y que al final de su mandato se contará con 23.500 agentes.
“Durante mi gobierno habremos graduado a 5.800 agentes policiales para redoblar el trabajo de la Policía Nacional Civil (PNC)”, manifestó Funes.
Cuando Funes llegó al gobierno, El Salvador era el segundo país más violento del mundo, con una tasa de 70 homicidios por cada 100.000 habitantes; en la actualidad, esa tasa de homicidios se ha reducido a menos de la mitad.
“Tenemos una policía más preparada, con más y mejores recursos, y estamos haciendo esfuerzos para que el agente se sienta cada vez más orgulloso y satisfecho con su trabajo”, resaltó el gobernante.
“Estamos atacando de manera frontal y sin descanso las distintas formas del crimen y la violencia en nuestro país”, recalcó el presidente salvadoreño, quien puso de ejemplo la desarticulación del Cartel de Texis, dedicado a la narcoactividad.