En 2008, Gonzalo Meza Allende, nieto del ex Presidente chileno Salvador Allende, dio inicio a un proyecto que buscaba recuperar la memoria de su abuelo. Luego de su muerte en 2010, la idea fue consolidada por su amigo Felipe Henríquez Ordenes a través de una página en Facebook que hoy concentra más de 500 archivos, entre imágenes exclusivas, videos, discursos y otros pedazos de la historia reciente.
Por Melissa Gutiérrez/TheClinic
Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).- Felipe Henríquez se declara como un historiador de Salvador Allende. Es ingeniero computacional, y como tiene su propia empresa, puede usar su tiempo en mantener laBiblioteca Virtual Salvador Allende Gossens, que hasta hoy tiene más de 17 mil seguidores y más de 500 archivos. Fotos inéditas del ex presidente con sus hijas, sus nietos y sus perros; discursos, videos, imágenes a todo color y hasta la restauración de su tesis pueden encontrarse en la página de Facebook.
La idea surgió inicialmente de Gonzalo Meza Allende, hijo de la Senadora del Partido Socialista Isabel Allende, quien se suicidó en diciembre del 2010. Meza, nieto del ex Presidente, acumulaba una gran cantidad de fotos de su abuelo y su entorno familiar. “Lo que había propuesto Gonzalo era tener una biblioteca virtual, sólo con historia de Salvador Allende, con un árbol genealógico, por ejemplo. Íbamos a reconstruir la historia de lo que pasó antes del 70, lo del golpe el 73 y después”, cuenta Felipe.
De esta forma, Gonzalo, Felipe y Francisco Fuentes armaron el proyecto de los Círculos Allendista, un grupo de Facebook en el que llegaron a tener más de 40 mil miembros. Sin embargo, con el cambio de los “grupos” a “páginas”, el tema se desarmó y debieron partir de cero.
Sin embargo, los problemas empezaron cuando Francisco, según acusa Felipe, “comenzó a hacer proselitismo político con Salvador Allende. Empezó a meter cosas de MEO, y a hacer lavado de imagen de Lavandero con lo de la pedofilia. Entonces empezó a meterle políticos sucios del PS actuales. Por ejemplo, colocaba noticias de Escalona, cuenta Felipe Henríquez, que conversó con Gonzalo y decidió dejar el proyecto.
Felipe y Gonzalo se habían conocido en los años 90, cuando el nieto de Allende fue profesor de Henríquez: “empecé a conocer a todo el entorno de los Allende. A la Maya, Alejandro, hijos de la Tati, a Juan Pablo, hijo de la Carmen Allende. Entonces me empecé a relacionar con ellos y nos hicimos muy amigos con Gonzalo”, cuenta Henríquez. Por eso Gonzalo entendió cuando Felipe quiso dejar el proyecto hasta ahí.
Pero todo cambió cuando, en diciembre de 2010, Gonzalo decide terminar con su vida. El año anterior su esposa, Gema Salazar había fallecido producto de una leucemia fulminante. También lo había dejado su abuela, la Tencha, con quien tenía una estrecha relación, siendo el mayor de los nietos. “Ahí me vino el bajon tremendo”, cuenta Felipe: “ni siquiera dejó una carta a la Isabel. Yo le decía: ¿qué pasó acá?”
Y fue un día de septiembre de 2012 cuando Felipe volvió a recordar la idea del museo virtual: “yo soñé con Gonzalo y me cobraba el hecho de dónde estaban los Círculos Allendistas. Y le dije: pero no se va a llamar así”. Desde su casa en La Serena, Felipe se puso a trabajar en la recopilación de todo el material que Gonzalo le había dejado.
A la página le llamó Biblioteca Virtual Salvador Allende e inmediatamente comenzó a llegar el apoyo. Archivos respaldados por la Fundación Salvador Allende, notas y fotos que llegaban dese Cuba Debate, las embajadas de Cuba y México, diplomáticos en Estados Unidos. Fotos de Luis Poirot, conocido por fotografiar a Víctor Jara. Fotos de Bruno Barbey, de la revista Life argentina. Fotos con Gladys Marín, con el mismo Gonzalo de niño. Fotos con la Tencha y con sus hijas. Montones de fotos. Incluso una historiadora en Italia, Diana di Francesca, se ha convertido en la principal colaboradora de la Biblioteca. Últimamente también ha estado recibiendo colaboraciones del equipo que trabaja en Allende, la película, donde el ex mandatario será interpretado por Palta Meléndez.
Sin embargo, la curiosidad e incluso el fanatismo de Felipe, como él mismo reconoce, nace mucho antes. Su madre es hermana de Juan Miguel y Paulino Ernesto Ordenes Simon, ambos asesinados por la dictadura y “hasta el momento no sabemos donde están”, recuerda Felipe, quien rescata que si interés máximo es “que se difundan los temas de derechos humanos. Mi padre también fue torturado en Villa Grimaldi. Mi tema es justamente la justicia, la verdad y reparación”, rescata Henríquez, quien participa activamente de los movimientos de promoción y defensa de los derechos humanos en un intento “de encontrar respuestas a tantas preguntas que todavía están sin responder”, dice.
Además, rescata Felipe, el interés por Allende le viene por herencia: “mi papá es tremendamente allendista”, dice. Nacido en 1976, Henríquez recuerda cómo, a los ocho años, le robaba los libros a su padre, que por ese entonces los escondía de los allanamientos en un sótano. De uno de ellos sacó varias fotos, al menos el 40% –estima él– para la Biblioteca Virtual.
Hoy día trabaja en un especial para conmemorar los 40 años del golpe y de la muerte de Salvador Allende, algo así como retratar los últimos días del ex Presidente en imágenes, además de algunos videos con los que ya cuenta, que retratarían los últimos momentos de Allende. Dice que no ha vuelto a soñar con Gonzalo y que “no creo en dios, soy súper ateo, pero sé que en él en algún lado me está mirando. Y cuando lo vea le voy a cobrar un lomito con unos shop que me quedó debiendo”.
