El sumo Pontífice se reafirmó en su “vehemente llamamiento” a la solidaridad y la humanidad frente al drama de los refugiados que, dijo, están viviendo “en unas condiciones críticas, en un clima de ansiedad y de miedo, a veces de desesperación, por las dificultades materiales y la incertidumbre del futuro”.
Mitilene (Grecia), 16 abr (EFE).- El Papa pidió hoy a Europa a respetar y defender los derechos humanos y entender que los refugiados son, ante todo, seres humanos, y no números.
“La preocupación de las instituciones y de la gente, tanto aquí en Grecia como en otros países de Europa, es comprensible y legítima. Sin embargo, no debemos olvidar que los emigrantes, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias”, dijo Francisco en el puerto de la Mitilene, la capital de la isla griega de Lesbos.
El Papa hizo estas declaraciones al reunirse en el puerto con ciudadanos y miembros de la comunidad católica de la isla.
“Europa es la patria de los derechos humanos y cualquiera que ponga pie en suelo europeo debería poder experimentarlo. Así será más consciente de deberlos a su vez respetar y defender. Por desgracia, algunos, entre ellos muchos niños, no han conseguido ni siquiera llegar: han perdido la vida en el mar, víctimas de un viaje inhumano y sometidos a las vejaciones de verdugos infames”, añadió.
El sumo Pontífice se reafirmó en su “vehemente llamamiento” a la solidaridad y la humanidad frente al drama de los refugiados que, dijo, están viviendo “en unas condiciones críticas, en un clima de ansiedad y de miedo, a veces de desesperación, por las dificultades materiales y la incertidumbre del futuro”.
Francisco mostró su “admiración” por el pueblo griego que, a pesar de las graves dificultades que tiene que afrontar, “ha sabido mantener abierto su corazón y sus puertas”.
“Muchas personas sencillas han ofrecido lo poco que tenían para compartirlo con los que carecían de todo. Dios recompensará esta generosidad, así como la de otras naciones vecinas, que desde el primer momento han acogido con gran disponibilidad a muchos emigrantes forzados”, declaró el Papa, quien eligió también la labor de todos los voluntarios y asociaciones que ayudan a los refugiados.
Los habitantes de Lesbos, “demostráis que en estas tierras, cuna de la civilización, sigue latiendo el corazón de una humanidad que sabe reconocer por encima de todo al hermano y a la hermana, una humanidad que quiere construir puentes y rechaza la ilusión de levantar muros con el fin de sentirse más seguros”, manifestó Jorge Bergoglio.
El Papa volvió a pedir que se luche contra las causas de la emigración y a “oponerse firmemente a la proliferación y al tráfico de armas, y sus tramas a menudo ocultas; hay que dejar sin apoyos a todos los que conciben proyectos de odio y de violencia”.
“Por el contrario, se debe promover sin descanso la colaboración entre los países, las organizaciones internacionales y las instituciones humanitarias”, añadió.
Francisco expresó su esperanza en que la primera Cumbre Humanitaria Mundial, el próximo mes en Estambul, tenga éxito, convencido de que “juntos se pueden y se deben buscar soluciones dignas del hombre a la compleja cuestión de los refugiados”.
Posteriormente medios griegos que el Papa Francisco ha dado una nota final de sorpresa a su visita a la isla griega de Lesbos y se ha llevado en el avión papal a 10 refugiados.
El Papa ha sumado un gesto práctico al llamamiento lanzado previamente por él y los líderes de la iglesia ortodoxa, Bartolomé de Constantinopla y Jerónimo II, arzobispo de Atenas, a los líderes internacionales en los que les pidieron mostrar más responsabilidad en esta crisis.
Según informan los medios griegos, se trata de ocho sirios y dos afganos, miembros de tres familias.
Todos provienen del centro de acogida de Kara Tepé, un campamento abierto, situado en las cercanías del centro de Moria, el que visitó hoy el Papa y que alberga a los grupos más vulnerables.
Los medios italianos hablan de doce personas y señalan que serán acogidas por la comunidad Sant’Egidio.
Con este gesto, Francisco culmina una breve visita cargada de simbolismo a Lesbos y especialmente a Moria, convertido en centro de detención en virtud del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que contempla la devolución de refugiados.
El avión papal partió del aeropuerto de Mitilene a las 15.15 hora local (12.15 GMT) y se espera que llegue a Roma a 16.30 hora local (14.30 GMT).
En el aeropuerto Francisco volvió a reunirse brevemente con el primer ministro, Alexis Tsipras, por un lado, y con el arzobispo de Atenas y toda Grecia Jerónimo II y el patriarca ecuménico Bartolomé, por el otro.
Durante su visita a Lesbos, el Papa recorrió junto a los otros dos líderes religiosos el campo de refugiados de Moria, donde escucharon los testimonios de muchos refugiados y donde almorzaron con varias familias.
En el puerto de Mitilene, la capital de Lesbos, Francisco habló ante ciudadanos y junto con Bartolomé y Jerónimo II arrojaron al mar tres coronas de laurel al mar, en recuerdo de las víctimas de la migración.