Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).- Después de la batalla con tubos en la autopista del Sol, así como las manifestaciones y los amparos de miles de maestros en por lo menos cinco estados, el Presidente Enrique Peña Nieto reconoció ayer que en cuanto a la reforma educativa “estamos escuchando a las voces disidentes que ofrecen resistencias al cambio pero que… debe caber entre todos una actitud positiva y a favor de lo que México necesita en esta materia, que es una educación de mayor calidad”.
Fue la primera vez que mencionó en un acto público a quienes se oponen a la reforma educativa, promulgada el 25 de febrero, la primera de su gobierno y primer anuncio del Pacto por México. La modificación de los artículos 3 y 73 de la Constitución que enmiendan al Servicio Profesional Docente ha sido el punto nodal de la inconformidad de miles de maestros; sobre todo de las secciones 22 y 28 del SNTE de Veracruz, Oaxaca y Guerrero. En este movimiento también hay una sección de la Coordinadora.
El pasado 3 de abril, en Veracruz, en el Foro “México con Educación de Calidad para todos”, el secretario de Educación Publica, Emilio Chauyffet advirtió que el derecho a la educación de los niños y jóvenes “no puede seguir siendo quebrantada lesionando sus posibilidades de un mejor futuro. El que argumenta que lucha por la educación y viola los derechos de terceros, carece de razón legal y más aún, de autoridad moral”. Chuayffet dijo que se aplicaría la ley a quien no acate el mandato constitucional.
Ayer, el Secretario de Educación no estaba en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, donde el Presidente le tomó posesión a Ángel Alverde Lozada como presidente del Consejo de la Comunicación. Y Peña Nieto volvió a decir que la reforma educativa será la piedra de toque para empezar la transformación del país. “… Es una prioridad que debe convertirse en el movimiento colectivo más trascendente y decisivo para el futuro de México. Elevar la calidad de la enseñanza es un objetivo central en el que trabajaremos con responsabilidad y enorme compromiso social”.
Con un tono de voz un poco más alto que el acostumbrado, Peña Nieto mencionó que la reforma educativa ayudará a encarar al fenómeno delictivo. “La educación de calidad es esencial para acelerar el desarrollo, combatir la pobreza e incluso atender de raíz el fenómeno delictivo”, dijo.
El primer mandatario dijo que “escucha voces disidentes”, pero al mismo tiempo defendió a la reforma como principal logro del Pacto por México. Entonces, recordó que a ese convenio “se han adherido representantes de la sociedad civil y otras organizaciones políticas. Porque al final de cuentas hay un punto de coincidencia en este gran acuerdo, en el que deponiendo cualquier interés de orden particular, partidario, lo más importante es conjuntar esfuerzos para impulsar grandes transformaciones y grandes cambios para el país, y uno de ellos ha sido este, este que está en curso, en el que estamos trabajando, generando conciencia social…”
Luego expresó que sólo con la formación de capital humano y de mejor capacitación y preparación será posible que México pueda ser un país más productivo.
TRES COINCIDENCIAS
A los discursos tanto del Presidente como de los líderes del Consejo de la Comunicación los precedió un video que mostró una historia de anuncios desde hace unos veinte años, realizados por el Consejo de la Comunicación.
Los más recientes fueron los de la campaña para la lectura en la que algunos actores y actrices recomiendan “sumergirse en los libros”. Por ejemplo, apareció Ana Claudia Talancón cuando recita el verso más conocido de Sor Juana Inés de la Cruz: “Hombres necios que acusáis a la mujer…”
El Presidente de la República recordó que el Consejo de la Comunicación, como experto en la elaboración de campañas sociales, ha fomentado el valor de la familia, el combate a la corrupción, la conservación del medio ambiente y el cuidado de la salud.
Peña Nieto puso énfasis en tres grandes coincidencias entre el Consejo de la Comunicación y el Gobierno de la República:
La primera es elevar el nivel de la enseñanza de “nuestros niños y jóvenes; la educación de calidad es esencial para acelerar nuestro desarrollo, combatir la pobreza, e incluso, atender de raíz el fenómeno delictivo”.
Otra es alentar la labor empresarial y generación de empleos. "Sabemos que sólo a través del crecimiento económico, derivado de una mayor productividad, es que podremos atender de fondo la pobreza y la desigualdad que afectan a millones de mexicanos".
Y la tercera es el bienestar y la unidad de las familias mexicanas. Recordó una de las líneas de su gobierno, la del México incluyente, en torno a la cual, "desarrolla políticas públicas que atienden las necesidades de las familias de manera integral".