Ciudad de México, 15 de mayo (SinEmbargo).– Los cambios que Enrique Peña Nieto ha impulsado con su estrategia contra el crimen organizado, así como el nuevo protocolo de cooperación con Estados Unidos, ha provocado dudas en los funcionarios estadounidenses sobre la voluntad del el Presidente mexicano para erradicar el problema de las drogas, dice The Washington Post en un artículo que titula: “Las restricciones a los agentes de EU en México dan señales de cambio en la guerra contra las drogas”.
El Post afirma que la nueva estrategia de Peña implica que las agencias como la CIA o la DEA, que durante el gobierno de Felipe Calderón operaron con grandes facultades en territorio mexicano, ya no pueden trabajar directamente con contactos militares.
“La decisión de Peña Nieto para limitar la capacidad de los agentes estadounidenses para operar en México ha sido recibida con consternación por los organismos policiales de Estados Unidos, que dejaron una huella pesada durante la anterior administración de Felipe Calderón”, indica el diario.
La estrategia de Calderón, apoyada por el gobierno de Estados Unidos, provocó la muerte de entre 60 y 90 mil mexicanos, y la desaparición de varias decenas de miles.
Tanto la CIA como la DEA advierten que el intercambio de inteligencia se verá afectado si ya no pueden elegir qué fuerza mexicana –la Policía Federal, el Ejército o la Marina– será con la que puedan intercambiar información confidencial.
Ahora han sido instruidos para canalizar todo el esfuerzo a través de la Secretaría de Gobernación, añade el periodista Nick Miroff, autor de este reporte.
Los agentes consultados por el Post también advierten que las relaciones personales desarrolladas en el sexenio de Calderón Hinojosa se verán afectadas si ya no son bienvenidos a trabajar codo a codo con socios fiables en lugares como los centros conjuntos de mando, en los que estadounidenses ayudaron a espiar a los narcotraficantes mexicanos y diseñaron operaciones directas contra ellos.
“Sin embargo, aquí en el lado sur de la pelea, donde la violencia del hampa ha dejado entre 60,000 y 90,000 muertos en los últimos seis años, no es ninguna sorpresa que Peña Nieto movería el formato de la relación. Es un cambio que se ha considerado hace tiempo. De pie frente a Presidente Obama en la conferencia de prensa del 2 de mayo durante la reciente visita del presidente de EU, Peña Nieto insistió en que la cooperación en la guerra contra las drogas seguirá siendo robusta, pero que México quiere una estrategia más ‘eficiente’, destaca el WP.
Un ex alto militar estadounidense, quien laboró en México durante años, dijo al WP que la estrategia de Peña constituye un plan a largo plazo para la desmilitarización.
Según el ex militar, la relación de militares de EU y México continuará siendo “fuerte como siempre y la cooperación de inteligencia entre los dos países todavía se puede compartir bajo los acuerdos que ya hay”.
El periódico cita a Peña Nieto:
“Permítanme decirlo con mucha claridad. Bajo esta nueva estrategia, vamos a ordenar las cosas. Vamos a hacerlas institucionales. Los canales serán muy claros. Vamos a utilizar un solo canal con el fin de ser más eficientes, para lograr mejores resultados”.
A juicio del Washington Post “el significado de ‘mejores resultados’ es que los dos países se diferencian cada vez más”.