Los pagos estaban detallados en hojas de cálculo guardadas, de acuerdo con un testimonio judicial. En dichas hojas contables, los políticos que recibían pagos y los intermediarios que los entregaban eran mencionados con apodos. "Había una regla: o le damos a todos o a ninguno", explicó Emilio Odebrecht, presidente de la junta de la empresa, en referencia a los pagos que hacían a los políticos.
Por Sarah DiLorenzo y Mauricio Savarese
SAO PAULO (AP) — Usaron un sistema secreto de comunicaciones para discutir y arreglar el pago de sobornos. Una detallada hoja de cálculo indicaba quién recibió qué, todo bajo un sistema de nombres clave. Y para supervisar todo, había un departamento entero en la gigantesca constructora brasileña Odebrecht, cuyo propósito era asegurar que los pagos se hicieran sin contratiempos.
Aunque los acuerdos frecuentemente se cerraban entre cenas y cafés, no había nada al azar en una amplia red de corrupción que los fiscales investigan en Brasil y que involucró sobornos a cientos de políticos a cambio de conseguir contratos estatales, legislación benéfica y otros favores.
La Corte Suprema abrió investigaciones a 100 políticos esta semana con base en testimonios de ejecutivos actuales y pasados de Odebrecht. En sus testimonios describen cómo la corrupción simplemente era parte del negocio.
"Había una regla: o le damos a todos o a ninguno", explicó Emilio Odebrecht, presidente de la junta de la empresa, en referencia a los pagos que hacían a los políticos.
Al parecer, Odebrecht se decantó por la primera opción. Documentos judiciales dados a conocer esta semana y declaraciones de los fiscales ofrecen un vistazo a la forma sumamente organizada como la empresa manejaba millones de dólares en coimas.
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La trama era supervisada por la llamada División de Operaciones Estructuradas, el "departamento de sobornos", como le dicen los investigadores. Esta división tenía su propia jerarquía y contadores. También usó el sistema secreto de comunicaciones Drousys para reportar los pagos internos y externos.
Los pagos estaban detallados en hojas de cálculo guardadas en el sistema Drousys, de acuerdo con un testimonio judicial. En dichas hojas contables, los políticos que recibían pagos y los intermediarios que los entregaban eran mencionados con apodos.
Eliseu Padilha, hoy jefe de personal del presidente Michel Temer, era el "primo". El ex Alcalde de Río de Janeiro Eduardo Paes era "el pequeño nervioso". Otros eran "decrépito", "Viagra", "pequeño niño en el bosque" y "Drácula".
Un congresista incluso protestó en su página en Facebook cuando su apodo —"totalmente feo"— fue reportado en la prensa local el año pasado.
Los empleados en Odebrecht posiblemente se divertían con los sobrenombres, pero sus revelaciones muestran hasta ahora que se tomaban la corrupción en serio.
Los fiscales investigan el testimonio y están decidiendo si presentan cargos. Los políticos niegan haber actuado mal y muchos han manifestado que lo que recibieron de la constructora fueron contribuciones legítimas de campaña.
EL TSUNAMI ODEBRECHT EN CASA
La Corte Suprema de Brasil inició una pesquisa por corrupción contra ocho ministros del gobierno y decenas de otros políticos de alto nivel en un extenso fallo que afecta a la tercera parte del gabinete del presidente Michel Temer y a muchos de sus principales aliados, anunció el martes el máximo tribunal.
En total se investigará a 108 personas tras la decisión del magistrado Edson Fachin, la cual es producto de más de 74 pesquisas en las que se incluyen acuerdos de culpabilidad y testimonios de ejecutivos y exejecutivos del gigante de la construcción Odebrecht, que se encuentra en el centro de una extensa investigación de sobornos y contratos inflados a compañías estatales.
La lista de los nombres de las personas investigadas fue publicada el martes en la noche en el sitio web de la Corte Suprema. El listado incluye al jefe de gabinete Eilseu Padilha, al presidente de la cámara baja Rodrigo Maia, al presidente del Senado Eunicio Oliveira, al ministro del Exterior Aloysio Nunes, al ministro de Agricultura Blairo Maggi, al ministro de la Industria Marcos Pereira y al ex Alcalde de Río de Janeiro Eduardo Paes, entre otros. También se indagará a los jefes de los dos principales partidos en la coalición de Temer.
La investigación provocará "un tsunami" en la política brasileña, dijo Claudio Couto, un profesor en ciencias políticas en la Fundación Getulio Vargas, una universidad y centro de estudios con sede en Sao Paulo.
"Ahí hay personas de todos los partidos y todos los estados. Los máximos líderes del Congreso de ambas cámaras están involucrados. Esto demuestra que la corrupción en Brasil es sistémica y existe un enorme potencial de que esto desorganice a todo el gobierno a partir de mañana", dijo Couto a The Associated Press.
Todos los políticos han rechazado haber cometido cualquier irregularidad. Temer cuenta con inmunidad temporal a cualquier proceso penal debido a que los presidentes del país solo pueden ser acusados por los delitos que cometieron durante su mandato.