Monterrey, NL, 14 de junio (SinEmbargo).– El viento de la mañana agita el cabello plateado del “Gobernador”. Va a paso llano, moviéndose con elegancia; ancho y musculoso. Cuello robusto, ojos oscuros brillantes, mirada retadora. El ruano, está relajado y a paso fino levanta el polvo; sacude la cabeza con un suave balanceo horizontal sin perder su dignidad ni su aplomo. Ninguna doma clásica ha podido con él, su carácter recio y de Alta Escuela, es la clave para que su jinete, el otro Gobernador, el electo, presuma sus pasos de piaffe.
Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, monta a “Gobernador” con destreza, tracciona las riendas, mantiene el ritmo del trote con cadencia y de manera rítmica y enérgica. Cabalga a medio galope en un círculo amplio. Desliza su cadera hacia delante y al exterior para atrás, mientras aprieta sus piernas al interior para tocarlo con sus botas, sin necesidad de usar fusta.
Entre “Gobernador” y el Gobernador electo, hay una comunicación corporal, una simbiosis instintiva a través de la cinética del cuerpo. Ambos son broncos, libres y un poco salvajes. El primero reconoce la voz de mando, el segundo sintoniza su mente con él. En esta conexión piscológica, son uno mismo.
Confiado y dócil, “Gobernador” obedece generosamente al Gobernador electo durante media hora. Con armonía y ligereza, son una explosión de energía en un trote sostenido, ligero; un auténtico equilibrio natural. Bailan a medio paso con el impulso y van del piaffe al passage levantando los cuatro remos con soltura. Ambos se muestran alegres y entusiasmados.
Con la rienda lo detiene. Baja del caballo, le acaricia la cara, le toca suavemente su cabello dividido en trenzas. Lo llama por su nuevo nombre: “Gobernador” y dice en entrevista con SinEmbargo: “Soy un apasionado de los caballos. La vida para mi es alegría”.
En ese momento, llega Emiliano, su hijo de tres años. Monta a “Fu”, un mini pony bayo y “El Bronco” se sube a “Tornado”, su caballo favorito, a quien va a ver por la mañana al despertarse, un frisón pura sangre percherón y ambos se divierten otra media hora.
Diariamente, “El Bronco” monta una o dos horas. Y desde el lienzo charro en el municipio de García donde vive, se va cabalgando a su casa, donde dice, seguirá viviendo luego de asumir la gubernatura el 4 de octubre.
“Voy a hacer lo que no se ha hecho: comunicarse con la sociedad. Voy a vivir en García, pero voy a rentar una casa cerquita de Palacio, pero la voy a rentar con mi dinero y luego me voy a ir caminando a la oficina. ¿Por qué no?”.
–Al estilo de Alexis Tsipras el Primer Ministro griego que lo hizo unos días. ¿Usted cuánto tiempo?
–Mientras sea Gobernador. Yo les digo la verdad. Este no es un proyecto unipersonal, no es de Jaime Rodríguez, si así fuera estaría en el rancho produciendo, cuidando mis caballos a quienes por cierto los tengo muy abandonados.
–Es usted muy bronco, es decir, un sinónimo de violento para algunos…
–Me han querido hacer una imagen de violento que no la tengo. Soy un hombre de carácter. No me arredro con nada. Pero yo no violento a nadie, ni trato mal a nadie. Se me salen malas palabras, como: “ya no me estés chingando” o “no te hagas pendejo”. Son expresiones norteñas. Mi mamá me enseñó a hablar así. Punto. Hay quienes que de manera moralista dicen que eso es malo. Y no. Es el léxico norteño. Así soy.
LA FÓRMULA EXITOSA
Detrás del triunfo sin precedentes del independiente “Bronco”, está el publicista político Guillermo “Memo” Rentería, especializado en “campañas de ofensiva” y con un récord de 40 campañas ganadas de 50 realizadas.
Vestido con pantalón de mezclilla y su inseparable gorra de beisbol, Rentería quien también llevó al triunfo al panista Ernesto Ruffo Appel, en Baja California Sur, se define como un “loco” capaz de cambiar al mundo: “La clave del éxito es muy sencilla: uno, el hartazgo de la gente, dos, las circunstancias del país, tres, el estilo y la historia de Jaime y cuatro, la Red”, dice en entrevista.
Inseparable de Jaime Rodríguez “El Bronco”, en los últimos dos años, Rentería personifica al creativo mercadólogo más arriesgado, capaz de conseguir el triunfo de un candidato independiente: “Siempre creí y supe que ganaría. Sobre todo, después de las firmas”, dice refiriéndose a las 103 mil firmas que ofreció para conseguir la candidatura independiente a la gubernatura de Nuevo León.
El estilo norteño de “El Bronco” fue determinante para penetrar en el imaginario colectivo de Nuevo León. Su forma de ser franca y abierta, pegó y su carácter sincero fue decisivo para entrar rápidamente en las preferencias electorales, sin presupuesto, sin spots, sin acceso a radio ni televisión y sin apenas panorámicos; todo a base de las redes sociales, en especial el Facebook: “A partir de ahora, trataré de seguir expandiendo este movimiento ciudadano más allá de nuestras fronteras”.
Jaime Rodríguez, lo quiere y le tiene un profundo agradecimiento. Cuenta la forma en que se conocieron y habla con mucho orgullo del significado de la amistad que les une.
–¿Tiene más asesores de imagen?
–No tengo asesores de nada. Memo Rentería es mi amigo, discutimos mucho sobre comunicación, pero nada más. Mi asesora de imagen es mi vieja. En la mañana, agarro un pantalón y le pregunto cuál camisa le queda. Y nada más.
LOS ORÍGENES
Nacido en el ejido Pablillo en Galeana, uno de los municipios más pobres de Nuevo León, Rodríguez Calderón, vivió 30 años como político dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) donde fue Diputado federal, Diputado local y Presidente municipal de García del 2009 y 2012, lugar donde sobrevivió a dos atentados de parte del cártel de Los Zetas. Renunció a ese partido el 14 de septiembre del 2014 para buscar la candidatura independiente a la gubernatura.
Una de sus promesas de campaña es la gratuidad del transporte público para los estudiantes y ha dicho que esa será la primera medida con la que iniciará su gobierno el próximo mes de octubre.
La medida está vinculada a su propia historia. “El Bronco”, cursó la preparatoria en el municipio de Linares y para llegar hasta allí desde su casa pedía ride a los camioneros. Luego estudió la carrera de Ingeniero Agrónomo Fitotecnista en la Universidad Autónoma de Nuevo León y se graduó, según ha dicho, gracias a una tarjeta que le regaló el dueño de Transportes Tamaulipas, para trasladarse a estudiar a Monterrey. De hecho, participó en una huelga a fin de exigir el fin a los aumentos del transporte y luego creó un fideicomiso para apoyar a los estudiantes de bajos recursos, con el cual finalmente logró terminar sus estudios.
–Esa será una de sus primeras medidas.
–Podemos armar un gran equipo para resolver el problema del transporte y de la movilidad urbana, contratando a los mejores
–¿Será como los demás gobernadores o en qué cambiará?
–No me voy a sentir Gobernador ni siéndolo. Hay mucha gente que me dice: tienes que hablar y vestir como Gobernador. ¡Si de eso está harta la gente! Yo también estoy harto de eso. Hay que ponerse a chambear, reunirse con los ciudadanos, platicar con ellos, buscar soluciones en conjunto. Tenemos una posibilidad de cambiar las cosas porque depende de nosotros, no de nadie. Estamos haciendo historia. Lo estamos haciendo todos los ciudadanos de Nuevo León que ya no queremos que las cosas sigan igual. Quiero que México vea el ejemplo de Nuevo León, para que vean que si se puede y se atrevan en otras partes. Los ciudadanos se están sumando. Vamos a preparar un gran programa de gobierno, en el que privilegiemos a la persona. Vamos a romper a la corrupción para que la sociedad tenga confianza para que paguen con gusto sus impuestos y el gobierno intente vencer la pobreza en Apodaca, Juárez, Guadalupe, en Cañada Blanca donde hay 240 mil personas sobreviviendo”.
LOS EMPRESARIOS
Rodríguez Calderón inició su campaña con pocos apoyos del sector empresarial. Él mismo anunció que lo estaban ayudando 70 medianos y pequeños empresarios. Luego se le unió el empresario regiomontano Fernando Turner Dávila y el ex panista Fernando Canales Clariond.
La declinación a su favor, del ex panista Fernando Elizondo Barragán fue decisiva en su triunfo. La medida inédita en la historia demócratica de México, le abrió las puertas a “El Bronco” a entornos empresariales de alto nivel. Fue así como cosechó las decenas de apoyos que después determinaron su triunfo, al lado de la alta votación de las clases populares y la clase media.
En una exclusiva comida en el Club Industrial ante el cúmulo de preguntas rudas y cuestionadoras, al final les dijo: “Ténganme confianza y ayúdenme. Fernando Elizondo es un patriota por lo que hizo. Ténganos confianza. Ayúdenos. Échenos la mano. Denos la oportunidad de demostrar que se puede. Nuestro equipo debería llamarse la capirotada. Ya sacaron un platillo: huevos con sesos. Las alianzas pueden gobernar”. En ese momento, el auditorio rompió en un rotundo aplauso. Había ganado la confianza que le hacía falta para llegar a ser Gobernador.
Elizondo, quien estuvo en el PAN durante 13 años, llegaba a su campaña con el mismo sentir de hartazgo por los partidos políticos. Dos hombres desencantados se unieron para buscar desde la independencia la creación del primer gobierno ciudadano.
“No fue tan complicada la decisión, porque dos de las opciones eran parte del problema. Y la otra, aunque había ciertas sombras de dudas, conocí a Jaime desde que fui tesorero y él era diputado. Lo traté bastante, tuvimos buena relación a pesar de estar en bandos políticamente contrarios. Mi experiencia con él era que lo que él prometía lo cumplía. Nunca tuve una experiencia de incumplimiento de su palabra, nunca un gesto que yo percibiera de maldad, perversidad o mal corazón. Al contrario, veía cierta sensibilidad con causas sociales con la que yo simpatizo mucho y la tengo”, dice en entrevista con SinEmbargo.
–¿Para firmar el documento que dará forma al nuevo gobierno fue difícil?
–Las pláticas con él fueron muy sencillas. Fueron tres pláticas, la primera para ver si era posible. En 15 minutos vimos que sí, porque queríamos lo mismo. La segunda fue para revisar el documento que yo había hecho, al que pidieron que se le hicieran un par de cambios que me parecieron justificados y la tercera para ver el documento final y decir, vamos adelante. Estamos consientes de que lo que logremos en Nuevo León, será motivo de cambio en la historia de México. Se va a contagiar a otras partes del país. Esto no puede salir mal.
Asegura que ya están listos y acoplados: “Somos dos mitades que forman un conjunto muy bueno. Él sabe cosas que yo no se, tiene habilidades que yo no tengo y a la inversa. Tenemos comunes denominadores muy importantes que nos unen, nos amalgaman: primero la enorme insatisfacción y frustración de la gente con la realidad que estamos viviendo. La convicción de que el sistema de partidos dominantes, son una de las causas importantes de lo que estamos viviendo. Somos dos hombres convencidos de que la descomposición de esos partidos es lo que está originando el mal que queremos resolver”.
Cuando a Rodríguez Calderón se le pregunta cómo se van a organizar para encabezar el nuevo gobierno no duda en su respuesta: “El plan de gobierno empieza a funcionar a partir de hoy. Vamos a consultarle a todo mundo sobre el gobierno. Si alguien quiere ser parte de este gobierno. Hay quien me pregunta: ¿Qué te pidió Fernando? Y yo les digo: ‘Nada’. Ni siquiera ha dado nombres ni de secretarías. Cuando Fernando y yo seamos polvo. Nuestros descendientes lo van a guardar. La firma de ese documento, con la presencia de nuestras familias y nuestros equipos es para la historia”.
Y añade: “Fernando y yo tenemos que ser fuertes, muy fuertes para poder lograr esa integración por Nuevo León. Somos uno más, pero hoy somos dos más. Ambas campañas eran símiles, iban encaminadas a terminar con la corrupción. Esa es la madre de todos los problemas. Es el origen de todo”.
–¿Quién va a mandar?
–Los dos o los tres o los cuatro. ¿Por qué tiene que ser el jefe? Nuestro proyecto no tiene que ver con ningún partido político. No traemos compromisos con nadie. No va a ver ningún cuate en el gobierno.
–¿Cómo va a gobernar con un congreso en poder de los partidos?
–Hay que usar la mano izquierda para entenderse con el Congreso de los Diputados. No nos vamos a confrontar ni siquiera con los partidos. Yo no soy perfecto. Pero vamos a contratar al mejor para cada área.
–Usted estuvo 33 años en el PRI en un periodo de mucho corrupción. ¿Y usted dónde estaba?
–Mi pasado en el PRI esta allí, yo siempre hice las cosas bien. No soy culpable de los demás. Nunca manejé recursos públicos más que cuando fui Alcalde. Fui Diputado federal y estatal. Yo formé una bancada independiente en el PRI.
–Tiene usted amigos identificados como corruptos…
–Sí, tengo mis amigos discutibles. Nunca niego a un amigo. Para nada. Es un principio que me enseñó mi padre. Yo no soy responsable de nadie, más de lo que yo haga. Siempre daré la cara.
NADA PARA TELEVISA
“El Bronco” ha vivido eso que llaman “bloqueo televisivo”. Durante su campaña, las principales televisoras: Televisa, Tv Azteca y Multimedios emprendieron una guerra frontal contra él y no le otorgaron ningún espacio, mientras favorecían a otros partidos políticos que participaban en la contienda electoral.
“Televisa la trajo contra mí. Una semana antes, me enteré lo que planeaban hacer: un taxista me avisó a través de las redes sociales y me escribió: “Acabo de recoger a tres personas de Televisa y uno dijo: “Ya tenemos el material para hacer un fotomontaje de un video chingón: 'El Bronco' hablando con tres Zetas”. Lo vamos a sacar 10 días antes de las elecciones y se lo va a cargar la chingada… su conservación en el sistema hoy se esta desquebrajándose”.
–¿Tanto así?
–Televisa a nivel nacional me dio 13 minutos con López Dóriga, cuando no me habían dado ni un segundo durante toda la campaña. Y yo no los he demandado por no cumplir con la equidad. No me enojé. Tampoco les hice fuchi.
–Pero ha dicho que no les va a dar un peso…
–Simplemente porque digo que no voy a gastar dinero para enaltecer la soberbia y la egolatría del gobernante en turno. Yo nunca he hecho spots donde salga el gobernante diciendo que todo está fregón. Y no lo voy a hacer como gobernador. Eso, obviamente les puede a las televisoras, porque no vamos a gastar dinero en ellas. Teníamos que vencer la televisión. Y ya la vencimos. Vamos a iniciar desde la base el principio de la recuperación de los valores. Tenemos 28 estaciones de radio, un canal de televisión que no usamos. ¿Que no podríamos dárselos a las organizaciones sociales? Servirían para educar a la población.
–Una de las preocupaciones es que usted se vaya a corromper…
–Me dedico a la agricultura, me apasiona y de eso vivo y tengo viviendo de eso 33 años. He producido más de 5 millones de árboles en mi vida. La riqueza no es tener tanto dinero. Tengo una cuenta de cheques y otra de debito. La primera la manejo en mi negocio. Los ingresos son mío y le pago a la gente y compro maquinaria. Y tengo una cuenta de débito que mi mujer me deposita 15 mil pesos mensuales porque ella guarda y me da. Nunca hago cuentas. No se ni qué pedo. Lo que gano, lo gasto en mis hijos, en mi familia, en mi, en mi casa, mis animales. Y reinvierto para dejarle algo a mis hijos, pero no para que se mantengan, sino para la educación.
–¿Cuál es la certeza que puedan tener los ciudadanos que votaron por usted, si no cumple?
–La certeza que yo le puedo dar a la población es que no lo voy a hacer. No puedo firmar, pero puedo dejar la hipoteca de mi casa porque todavía no tengo escritura. Mi única certeza es que soy un hombre que tiene palabra y me avergonzaría si no cumplo.
DESDE EL CORAZÓN
“El Bronco” ha tenido una vida sentimental intensa: tres matrimonios y siete hijos. En 2009, su hijo Jaime de 22 años desapareció y fue encontrado muerto en un accidente automovilístico luego de una persecución para secuestrarlo. No es el único hecho traumático que ha marcado su vida: a su hija Valentina con apenas dos años la secuestraron y después fue recuperada sana y salva.
Rodríguez Calderón se emociona hasta las lágrimas cuando recuerda a su hijo. Lleva un escapulario al cuello: “Él siempre me acompaña” dice cuando lo toca. Fue a él, a quien por cierto, le hizo una promesa con respecto a su actividad política: “Una promesa que le hice cuando lo encontré muerto. No me gusta decirlo porque lloro. Le dije que intentaría cambiar México, que yo iba a dedicar el resto de mis días a cambiar a las personas para que nunca nadie más muera en este país como él murió. Y no le voy a fallar a mi hijo”.
Los cuestionamientos de si será un nuevo Vicente Fox, si defraudará a la ciudadanía, si cumplirá sus promesas, si dará un cambio histórico a la forma de gobernar de la clase política de los partidos, solo el tiempo los responderá.
Jaime acaricia a “Tornado”. Los ojos se le nublan. Se emociona. Cada mañana al despertar lo primero que hace es venirlo a ver. El frisón holandés negro azabache con el pelo en sus patas, brilla en esta mañana fresca de junio. Sus crines de cola y cuello espesas y abundantes, vuelan con el viento. Camina erguido y elegante, orgulloso de su linaje, libre, independiente, a paso lento y seguro. Se mueve majestuosamente al encuentro de su jinete.
“El Bronco” lo mira, lo acaricia sin decir una palabra usando sólo el lenguaje del corazón en una comunión íntima y emocional, sube su bota izquierda al estribo de plata, lo monta y le susurra al oído: “¡Vencimos!”.