DONALD TRUMP | Una nueva y pésima ocurrencia de este troglodita

14/04/2018 - 12:04 am

Ante las ofensas de Trump a los mexicanos y al país entero, en esta obra se reúne, por primera vez, la voz de veintiocho intelectuales mexicanos, quienes inmediatamente después del ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, respondieron dignamente a sus improperios y difamaciones. Aquí, para leer, la entrevista a Elena Poniatowska.

Ciudad de México, 14 de abril (SinEmbargo).-  Trump: México te habla es una obra que reúne las opiniones de veintiocho escritores mexicanos, quienes por medio de entrevistas realizadas por el escritor y periodista Raúl Godínez, responden a los agravios, amenazas y arrebatos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Debido a la carencia de posiciones firmes y claras por parte del gobierno de México, escritores como Elena Poniatowska, Jorge Volpi, Lorenzo Meyer, Javier Sicilia, Juan Villoro, Denise Dresser, Naief Yehya, Juan Domingo Argüelles, Ignacio Solares, entre muchos más, levantan su voz por medio de esta obra y nos cuentan una parte de la historia digna de México, nos hablan de la fortaleza que posee la cultura mexicana dentro y fuera de México, y se pronuncian en contra de un discurso discriminatorio.

En Trump: México te habla, se presenta la indignación de todos los mexicanos. Los escritores reunidos en esta obra nos hablan del respeto al derecho internacional y a la soberanía nacional, resaltan la fortaleza de la cultura y tradición mexicanas, y también trazan propuestas en torno a las acciones y estrategias para afrontar el discurso extranjero y, a todas luces, agresivo del presidente de Estados Unidos. Es por medio de las voces de los intelectuales, reunidos en Trump México: te habla, que la dignidad del pueblo de México se enaltece.

–¿Qué siente usted como mexicana de estas agresiones de Donald Trump hacia México y hacia los mexicanos en general?

–Lo primero que siento es una gran indignación, pero esta es la respuesta o el sentir de todos los mexicanos. La indignación está presente en las noticias, en los periódicos, porque no pasa un día sin que Trump ofenda a México o tome acciones contra los migrantes o retome temas que de un modo u otro lastiman la dignidad de los mexicanos. Yo le puedo dar la misma respuesta que tenemos todos en el país, porque nos atañe a todos el menosprecio, la agresión, el ninguneo que hace Trump, no sólo hacia nuestra identidad nacional, sino hacia la identidad de toda América Latina. Como se ha dicho en los noticieros y en los comentarios de los analistas, hay algo de caricaturesco en la agresión, en el sentido de que el mismo Donald Trump parece una caricatura, un poseso, alguien para quien no existe la cordura ni física ni mental. El ejemplo es que su primer mes de gobierno ha sido totalmente caótico, y la prueba es que ya le renunció su consejero de seguridad, Michael Flynn.

–¿Qué opina de la respuesta de Enrique Peña Nieto y en general del gobierno mexicano ante los embates de Donald Trump al país?

–Los migrantes se van de México porque el país no puede alimentarlos y no puede darles lo que necesitan, pero tampoco los respeta, y la prueba es que los mexicanos que se van a Estados Unidos, allá triunfan. Ejemplo de esto es la latinización de Estados Unidos a través de la comida, la celebración de las fiestas, la influencia enorme de nuestras costumbres y tradiciones, la inversión económica de los mexicanos ricos en Estados Unidos, con el fenómeno de los Taco Towers en Houston y en San Antonio. Por más que se diga que los mexicanos que radican allá hacen las tareas que no quieren hacer los norteamericanos, a pesar del idioma y de no conocer las costumbres y tener todo en contra, muchos de ellos triunfan y salen adelante. Recuerdo a un estudiante, un muchacho que hacía talacha en la carretera; es decir, cambiaba las llantas ponchadas de los autos en la carretera y vivía con seis u ocho personas en un solo cuarto. Un día consiguió un puesto de jardinero en la Universidad de Santa Cruz, en California. Cada vez que barría el pasto, se asomaba a un salón de clases, hasta que un día un maestro lo vio y le dijo: “Oye, yo veo que esto te interesa, ¿por qué no pasas?”. Pasó, siguió estudiando y sacó su doctorado. Esa es la historia de muchos latinos. Le aseguro que todos tenemos una anécdota de un mexicano que se ha esforzado en Estados Unidos, aunque lo traten mal, lo menosprecien y se tenga que esconder cada vez que aparece una patrulla. Pero si él se esfuerza y logra superarse, “la hace”. Hay un sentido de empeño y de esfuerzo en el mexicano que es insuperable. En lo que se refiere al gobierno de México, lo que debemos de hacer es cuidar que las agresiones de Trump no se conviertan en una cortina de humo, para desviar la atención de la gente de los graves problemas que vive el país y que es también donde debemos estar atentos y cuestionar a los gobernantes. Que la agresión de fuera no nos haga perder de vista la corrupción de adentro. El rechazo de Trump, si lo manejan bien nuestros dirigentes y la clase empresarial, también puede ser el arranque de la superación de México en muchos aspectos. Más de los que ellos mismos imaginan.

–Maestra, ¿qué nos queda a nosotros como mexicanos por hacer?

–Es decir, si no tenemos el respaldo de una autoridad competente o el apoyo de un canciller con experiencia que dé la cara por nosotros, ¿qué nos queda por hacer ante estas agresiones del mandatario estadounidense? Los mexicanos ya hacemos mucho. Creo que en primer lugar éste es un país lleno de talento. Y un talento que antecede y sobrepasa en mucho al talento norteamericano; desde luego, un país –el nuestro– con un pasado formidable, que se comprueba en nuestra historia, en nuestra arqueología, en nuestra antropología, en nuestro arte. ¡México tuvo la primera imprenta del continente! Entonces, tenemos que dejar atrás gobiernos como los que hemos tenido hasta ahora, incapaces y corruptos, que nos dañan, nos lastiman y obstaculizan nuestro desarrollo; ojalá una nueva actitud nos diera la posibilidad de desarrollo, de cambiar, de invertir en la educación y de pensar y cuidar a nuestros jóvenes. Además de eso, yo en lo que creo, más que en nada, es en la educación, porque esa es la base para cualquier cambio futuro. Lo que podemos hacer hoy, y lo que tenemos que hacer de manera urgente, está en las urnas, en los votos y en la toma de decisiones. ¿Por qué no asumir actitudes responsables y respaldar propuestas viables para un gobierno mejor?

La guardia como muñequitos en la frontera. Foto: Shutterstock

–Usted que vivió y padeció una Guerra Mundial, ¿cree que una persona como Trump, con este carácter y este perfil que muestra, pudiera afectar realmente las relaciones internacionales del mundo?

–Espero que no. Al parecer Donald Trump primero se mostraba como un gran amigo de Putin y ahora parece que ya se enfriaron sus relaciones con Rusia. También su relación con Europa es tirante, y hacia el resto de América ni se diga. A nivel internacional, Estados Unidos ha sido para América Latina el horrible Tío Sam: el que explota a los países latinoamericanos, a través de empresas como la United Fruit y otras “banana companies”, con las que saqueaba las materias primas y las riquezas de cada nación, para finalmente envilecer a esos países en su provecho. Estados Unidos apoyó diferentes dictaduras, avaló gobiernos totalmente dañinos para la región, participó o instó la caída de Salvador Allende en Chile y la imposición de Pinochet. Entonces, Trump no es más que la continuación de todos aquellos abusos e intervenciones en la vida del gran continente latino. ¿Qué piensa usted de la imagen que da Donald Trump de los mexicanos, de que son violadores, criminales, narcotraficantes? Además de que es una imagen totalmente falsa, propondría que Donald Trump se vea primero a sí mismo. Que vea su propia imagen: con esa curiosa –por decir lo menos– forma de peinarse, su curiosa forma de dirigirse a las mujeres y su curiosísima forma de interpelar a los medios de comunicación. Ahí tiene usted al periodista Jorge Zepeda que lo enfrentó y ha sido satanizado por Trump, cuando el que tiene toda la razón es el periodista. Es Zepeda quien representa la confrontación permanente entre el buen periodismo y la mala política. Hay que leer sus textos y seguir a líderes de opinión de su talla. Ojalá todos fuéramos Jorge Zepeda y lucháramos como él por nuestra dignidad y la de nuestro país.

–¿Considera que se verá afectada la relación entre México y Estados Unidos en el corto plazo? ¿Que todas estas actitudes y señalamientos escalarán en el plano político y económico?

–No sólo la afectará, sino que ya la está afectando. Ya México está resintiendo el trato infame a los migrantes. Cada día nos despertamos con una nueva y pésima ocurrencia de este troglodita. Nos enteramos en los periódicos que ahora emitió una nueva ley en contra de los indocumentados, que promulga la construcción de un muro, que ahora agrede física y verbalmente a México. Diario va en aumento la agresión, y lo triste del asunto es la nula respuesta del gobierno mexicano. No hay una actitud de dignidad, no hay una demostración de carácter que ampare a los mexicanos y eso es muy triste, decepcionante. Enrique Peña Nieto no defiende al país, podrá defender los intereses de su partido y de los empresarios, podrá preocuparse por sus futuras casas blancas, pero no voltea a ver a la gente, ni entiende hasta qué grado Trump afecta al país entero, y mucho menos lo protege. Nadie se refugiará en sus brazos porque no hay abrazo posible.

Portada del libro. Foto: Especial

–Finalmente, ¿tenemos algo que aprender los mexicanos de las movilizaciones sociales que se están organizando en las calles de Estados Unidos y que se están manifestando en diferentes sectores de la sociedad?

–Si algo se pudiera rescatar de esta situación tan vil, y que quiero destacar aquí, es la magnífica marcha “Women’s March” en Estados Unidos, que fue una movilización que honra a las norteamericanas y que es un aliciente para las mexicanas y para todas las latinoamericanas. Eso se llama dignidad.

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