El nuevo observatorio ALMA demuestra que el “Baby boom” tuvo lugar mucho antes de lo que se pensaba

14/03/2013 - 12:00 am
Foto: ESO

Ciudad de México, 14 de mar (SinEmbargo).- El “Baby Boom” del universo o el estallido de formación estelar pudieron ocurrir mucho antes de los que se pensaba, esta conclusión es el ejemplo más reciente de los descubrimientos realizados por el nuevo observatorio internacional Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), que celebró el día de ayer su inauguración.

Observaciones llevadas a cabo con el conjunto ALMA muestran que los estallidos de formación estelar más potentes del cosmos tuvieron lugar mucho antes de lo que se pensaba, según publicaron las revistas Nature y Astrophysical Journal.

Se cree que los estallidos de formación estelar más intensos tuvieron lugar en el universo temprano en galaxias masivas y brillantes. Estas galaxias convierten vastas reservas de gas y polvo cósmicos en nuevas estrellas a un ritmo frenético —muchos cientos de veces más rápido que en imponentes galaxias espirales como nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Si miramos hacia el espacio lejano, a galaxias tan distantes que su luz ha tardado muchos miles de millones de años en llegar hasta nosotros, los astrónomos pueden observar ese periodo activo de la juventud del Universo.

“Cuanto más lejos está la galaxia, más atrás miramos en el tiempo, por lo que, midiendo sus distancias podemos componer una cronología de cuán vigoroso era el Universo generando nuevas estrellas en las diferentes etapas de sus 13 mil 700 millones de historia”, dijo Joaquin Vieira del California Institute of Technology, líder del equipo.

Foto: ESO

El equipo internacional de investigadores descubrió primero estas distantes y enigmáticas galaxias con estallidos de formación estelar con el South Pole Telescope (SPT) un telescopio de diez metros de la Fundación Nacional para la Ciencia de los Estados Unidos. Posteriormente se utilizó ALMA para obtener una visión más cercana y explorar el “baby boom” estelar en el universo joven,
sorprendiéndose al encontrar que muchas de estas galaxias polvorientas con formación estelar están aún más lejos de lo esperado.

Esto significa que, en proporción, los estallidos de formación estelar tuvieron lugar hace unos doce mil millones de años, cuando el universo tenía menos de dos mil millones de años, es decir, mil millones de años antes de lo que se creía anteriormente.

Dos de estas galaxias son las más lejanas de su tipo jamás descubiertas, que su luz comenzó su viaje cuando el Universo solo tenía mil millones de años. Por si fuera poco, entre los récords que se rompieron, está el hecho de que se encontraron moléculas de agua, siendo las observaciones de agua en el cosmos más distantes jamás publicadas hasta el momento.

El equipo utilizó la sensibilidad sin igual de ALMA para captar la luz de 26 de esas galaxias en longitudes de onda de alrededor de tres milímetros. La luz en determinadas longitudes de onda se produce por las moléculas de gas de estas galaxias, y las longitudes de onda se desplazan debido a la expansión del universo a lo largo de los miles de millones de años que tarda la luz en llegar a nosotros. Midiendo el desplazamiento de la longitud de onda, los astrónomos pueden calcular el tiempo que ha tardado la luz en llegar y situar cada galaxia en el punto correcto de la historia del cosmos.

“La sensibilidad de ALMA y el amplio rango de longitudes de onda nos permiten hacer medidas en pocos minutos por cada galaxia — unas cien veces más rápido que antes”, afirma Axel Weiss, del Instituto Max-Planck de Radioastronomía en Alemania, quien lideró el trabajo para medir las distancias a las galaxias.

“Antes, una medida de este tipo habría sido un trabajo laborioso de combinación de datos de dos tipos de telescopios, uno del rango visible-infrarrojo y otro de ondas de radio”.

En la mayoría de los casos, las observaciones de ALMA por sí solas pueden precisar las distancias, pero para unas pocas galaxias el equipo combinó los datos de ALMA con medidas de otros telescopios, incluyendo el Atacama Pathfinder Experiment (APEX) y el Very Large Telescope (VLT) de ESO.

“Solo unas pocas galaxias de las observadas con este efecto de lente gravitatoria habían sido detectadas antes en esas longitudes de onda submilimétricas, pero ahora SPT y ALMA han descubierto docenas de ellas”, dijo Carlos De Breuck, miembro del equipo.

“Este es un gran ejemplo de colaboración de astrónomos de todo el mundo, trabajando juntos para hacer un impresionante descubrimiento con una instalación de ´última tecnología”, afirmó Daniel Marrone de la Universidad de Arizona. “Esto es solo el principio de ALMA y del estudio de estas galaxias con estallidos de formación estelar. Nuestro siguiente paso es estudiar estos objetos en detalle y hacernos una idea más exacta de cómo y por qué se forman estrellas a esos ritmos de producción tan increíbles”, concluyó.

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