Ciudad de México, 14 de feb (SinEmbargo).- La oficina del legendario “Tragabalas” y ex guerrillero de la Liga Comunista 23 de septiembre, el sonorense Jesús Zambrano Grijalva, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), es la única que posee una sala de espera, amplia y luminosa.
En el octavo piso de Benjamín Franklin número 84 de esta ciudad están su secretario particular, su jefe de prensa y varias asistentes que reciben llamadas y sirven cafés. Todos ellos, excepto las asistentes, acompañan al dirigente nacional del partido cuando da una entrevista.
Zambrano es noticia estos días, abundantes en información política por el cambio de gobierno federal, la firma del Pacto por México, la salida de Andrés Manuel López Obrador del PRD o el nacimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que, aunque las dos corrientes de izquierda lo niegan, son competencia directa.
Pero además, por la posible alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) y Nueva Alianza, de Elba Esther Gordillo, en Puebla. O por la carrera de sucesión en el partido, o por lo más coyuntural, como la estrategia de combate a la inseguridad de Enrique Peña Nieto.
Sobre eso, Zambrano tiene claro que si el nuevo gobierno mantiene el énfasis sólo en el ataque de la delincuencia sin responder a la emergencia social, se repetirá el fracaso del ex Presidente Felipe Calderón. “Hay acciones que deben de dar resultados muy pronto”, dice durante la entrevista. “Si el gobierno de Enrique Peña Nieto hace lo mismo que Calderón… será un Felipe Calderón con otra cara. No es un asunto de decreto, sino de toma de decisiones”.
Zambrano ha dejado claro, también, que Marcelo Ebrard Casaubón no va solo en la lucha por su silla. Están Cuauhtémoc Cárdenas y Pablo Gómez, a quienes pone en primera fila, junto con el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
–Se dice que en Puebla van a ir con el PAN y con Nueva Alianza. ¿Ustedes van hacer esa alianza?
–Estamos definiendo en cada estado en dónde podemos ir en alianza y en dónde no. Puebla por supuesto que es uno de los estados donde es posible que vayamos en una alianza. Aún estamos definiendo los términos en que se pudiera dar. Puebla es uno de los estados más importantes, junto con Baja California, en el 2012 por primera vez la izquierda en una elección para Presidencia de la República ganó en Puebla aunque fuera por un margen pequeño.
Nosotros estamos dispuestos a ir en estas alianzas con varias condiciones que nos parecen indispensables: una, que haya claros compromisos políticos que se plasmen con plataformas que sean de obligatorio cumplimiento, que tengamos una claridad a qué nos estamos comprometiendo para hacer las reformas que ayuden al proceso de democratización.
–Pero, con Nueva Alianza, ¿no se perjudicaría a la imagen del partido por tratarse de Elba Esther?
–Por eso te digo que todavía no está decidido. Hay que valorar si esto conviene o no. No sé si Nueva Alianza vaya a estar dispuesta a caminar con nosotros en Puebla. Es un asunto espinoso.
–¿Pudiera ser sólo con el PAN?
–Sí, podría ser sólo con el PAN. Quien sabe Nueva Alianza con qué partido caminaría. De hecho, es el partido con el que más se identifica el Gobernador del Estado Rafael Moreno Valle.
–Con el dictamen de la Unidad de Fiscalización de Instituto Federal Electoral (IFE), ¿tuvieron algún acercamiento con Andrés Manuel López Obrador?
–Se estableció una coordinación estrecha con gente del equipo financiero y administrativo que manejó las finanzas del candidato López Obrador y aclaramos muchas cosas y establecimos una misma línea de argumentación. Se dio la relación entre los equipos administrativos, pero no hubo una relación directa con el ex candidato en estas tres semanas pasadas.
–¿Y dónde está Macelo Ebrard? No se ha visto. ¿El PRD está perdiendo a este líder, o qué está pasando con él?
–Yo tampoco lo he visto, pero es un activo político. Lo hemos dicho y yo lo subrayo: lo debemos cuidar, es uno de los capitales políticos más importantes. Terminó muy bien evaluado por su gestión en el Gobierno del Distrito Federal. Él dijo que iniciaría recorridos por el país; no nos ha notificado que lo vaya hacer pronto. Estaremos muy pendientes. Nosotros como partido lo incorporamos como vicepresidente de la Comisión Internacional Socialista y es presidente de la Red Global de Ciudades Seguras. Tiene una presencia nada despreciable.
–¿Marcelo ya refrendó su militancia al partido?
–Él se afilió desde el proceso pasado. Pero no… Vamos, no es necesaria su reafiliación porque él ya está en el nuevo padrón.
–¿Podría ser presidente del partido después de usted?
–Yo creo que hay varios que pueden ser. Ya él ha manifestado ese deseo. En su momento, cuando se acerquen los tiempos, veremos qué tan grandes son sus posibilidades de entrar. Hay otros liderazgos en el partido. Hay quienes incluso están pensando en la conveniencia de revisar el estatuto del PRD que actualmente impide la reelección, para que se quite esa prohibición a efecto de que quienes ya fueron presidentes del partido en momentos anteriores, pudieran alzar la mano y manifestar su aspiración. Hay quienes mencionan que sería muy buena la incorporación a esa responsabilidad de quien fue nuestro primer presidente Nacional, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Hay quienes piensan que Pablo Gómez, quien también es un capital político nuestro. El abanico de esos posibles presidentes va más allá de una persona.
–¿Cuándo sería la modificación de este estatuto?
–En el próximo Congreso. Yo creo que se hará después de las elecciones del 7 de julio. Sería en agosto o en septiembre. Es un asunto que está pendiente definir en la dirección.
–¿Por qué pensar en traer a Cuauhtémoc y a Pablo Gómez? ¿Es parte de alguna estrategia?
–Yo diría que es sólo un planteamiento. Yo simpatizaría, si se hace formalmente con una propuesta de este tipo, por eliminar la prohibición de la reelección. Con esto se podría ayudar a actualizar la actividad de personajes de liderazgo como los que he mencionado. Hay compañeros que opinan que debe mantenerse la no reelección para evitar que alguien se quiera perpetuar en el cargo por periodos ininterrumpidos. Es algo que se tiene que analizar. Si se hace es para reincorporar a una actividad más cotidiana en el quehacer del PRD a estos liderazgos.
–Si no hubiera reelección, sería Marcelo Ebrard. ¿Y qué otros candidatos?
–Hay muchos que van a levantar la mano. Está Carlos Navarrete, quien ya fue secretario General del partido.
–En el tema de inseguridad, ¿a usted qué le parece la forma que lleva el tema el gobierno de Enrique Peña Nieto? ¿Usted esperaba esto del nuevo Presidente?
–El crecimiento de la inseguridad en los últimos años ha ido de la mano o ha sido producto de una pérdida de capacidad del Estado Mexicano para controlar el territorio. El crimen organizado controlando regiones enteras del país, amenazando con estar presente en estados donde no se siente mucho todavía. Es una expresión clara de la falla una estrategia. La atención se debe poner en la prevención social del delito, en los jóvenes. Simplemente se mantuvo el mismo esquema. El pensar que el combate a la inseguridad va a ser sólo con instrumentos policiacos militares es una equivocación. No estoy planteando que ahorita por decreto presidencial regresen las fuerzas federales a los cuarteles. Hay que hacer una reorientación integral al combate a la delincuencia, con mucha más inteligencia. El Pacto por México tiene esa intención de reorientar el rumbo del país; vamos a ver si el gobierno está dispuesto a eso y convencido.
–¿Cuándo se tiene que dar este cambio?
–Hay acciones que deben de dar resultados muy pronto. No es un asunto de ponerle fechas y límites. Si el gobierno de Enrique Peña Nieto hace lo mismo que Calderón, será un Felipe Calderón con otra cara. No es un asunto de decreto, sino de toma de decisiones.
–¿Cuándo se tendría que sacar a los militares de la calle?
–En estos momentos, no. Sería un despropósito y un error. Sería dejar en manos de la delincuencia organizada a regiones enteras del país y desprotegidas a las personas. Se le tiene que poner plazo. Se lo tiene que poner el gobierno. La salida deber ser paulatina. Así como tuvieron fecha de entrada, tiene que tener fecha de salida….
