Ciudad de México, 12 de noviembre (SinEmbargo).- Este año la deuda del sector público mexicano llegó a su nivel más alto desde 1990, según un análisis de la consultora estadounidense Southern Pulse. Aunque por el momento el monto de 429 mil 884 millones de dólares "es manejable", analistas y políticos alertan que, de seguir creciendo, a más tardar en 2015 los pasivos del gobierno podrían salirse de control debido al aumento de los intereses, lo que abre un nuevo riesgo para la economía nacional.
De acuerdo con el "Informe sobre las Finanzas Públicas y la Deuda Pública del Sector Público Federal", correspondiente al tercer trimestre de 2013 y publicado el 31 de octubre, la deuda pública bruta total alcanzó su nivel más alto desde 1990, lo que representa 35.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“El incremento se debió al aumento de la deuda interna bruta que llegó a los 329 mil millones de dólares, la cifra más alta desde que comenzó a llevarse sobre el tema, en 1980”, compara el informe de Southern Pulse.
Actualmente, la deuda como porcentaje del PIB total neto está en 35%, un nivel bastante “sano”, según analistas. Sin embargo es alto si se compara con otros países emergentes como Brasil (22% del PIB) e India (20%) del PIB.
El riesgo radica en que si el gobierno no empieza a manejar desde ahora el control de su deuda, hacia 2015 puede empezar a salirse de las manos ante el alza en los intereses. Actualmente, según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crédito neto que se necesita para generar cada dólar extra de PIB se ha multiplicado por dos, hasta necesitarse ahora entre 4 y 8 dólares por cada dólar de crecimiento del PIB.
“Por ahora la deuda no es a mi juicio un punto rojo, pero se corre el riesgo de que el gobierno relacione que está haciendo bien las cosas y perpetúe esto y se nos vuelva a subir la deuda, en el contexto que sigue ha sido históricamente bajo; pero para 2015 van a subir las tasas y eso va a ser un costo mayor”, advirtió Jorge Gordillo, director de Análisis Económico de CIBanco.
Para el año que entra los legisladores autorizaron al gobierno federal un endeudamiento de 780 mil millones de pesos, lo que representaría aproximadamente 646 mil millones de dólares; esto repercute en 134 mil millones más de la deuda actual y, a su vez, significa 37% del PIB.
“Endeudarse no es malo; el problema es para qué se usa el dinero, dijo Gordillo, quien advirtió que en los próximos dos o tres años las tasas de interés podrían subir, de un promedio de 3.5 hasta 7 por ciento, por lo cual el gobierno ya debería de estar implementado un programa para ir bajando gradualmente el monto de la deuda”, expresó Gordillo.
“Estamos en un punto en el que se vale endeudarse pero hay que estar muy atentos en lo que haga el gobierno, controlarlo o exigirle estrategias para que no se vuelva un foco rojo”, insistió el analista, quien afirmó que al menos “a la luz” no existe un plan en este sentido.
“Y si lo hay, no lo sabemos, pero hablando de deuda, los que vivimos crisis en el pasado tenemos un recuerdo y feo”, manifestó.
DEUDA MAYOR A LA DEL FOBRAPROA
El problema de la deuda pública mexicana no inicia este año, data de mucho tiempo atrás. Sin embargo, en la década de los 80, siendo Presidente el priista José López Portillo hizo crisis y se consideró de alto riesgo, lo que provocó un gran problema de liquidez al no contar el país con los recursos para cubrir las obligaciones del servicio de la deuda.
El monto de deuda autorizado al gobierno para el próximo año ha sido motivo de críticas, principalmente por los partidos de oposición y el sector empresarial.
La Senadora por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Dolores Padierna Luna, advirtió en tribuna que la deuda que tendrá el país a través del déficit aprobado “es mayor a la del Fobaproa además de que compromete metas económicas en el corto, mediano y largo plazos” para nuestro país.
“Compararlo con el Fobaproa ya da una idea del impacto que puede tener, pero digamos también, para subrayar su carácter inusual y peligroso, que es 10% superior a todas las participaciones federales de 2014 y equivale a 2.2 veces los recursos que se invertirán en educación durante todo el año venidero”, advirtió.
El Senador Mario Delgado Carrillo, también del PRD, alertó que con esta política económica se regresa a fórmulas del pasado que han generado “pobreza y dolor” en las familias mexicanas, pues el déficit público de 1.5 por ciento del PIB para el 2014 será el más elevado desde 1990, y si se incluye la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex), se prevé un déficit de 3.5 por ciento del PIB, será el más alto desde 1989.
Ambos legisladores advirtieron el riesgo de la deuda que se permitió en el marco de la Reforma Hacendaria que se aprobó en días pasados por parte del Partido Revolucionario Institucional y un bloque del PRD en el Senado, pues –según ellos—esa situación afectará el desarrollo del país.
Padierna explicó que para el 2014 se solicitaron otros 580 mil millones de pesos de nueva deuda, misma que llegará a 6 billones, es decir, 37% del PIB.
“Aunque el gobierno federal diga que ese monto es manejable, su impacto en las finanzas públicas es muy considerable y afecta severamente el desarrollo del país”, detalló.
La Legisladora consideró muy grave el hecho de que se pide aumentar el techo de la deuda para pagar deuda, y no para aplicarla en proyectos de inversión.
“No hay vuelta de hoja: autorizar esta gigantesca deuda es una decisión imprudente e irresponsable, que sólo busca subsanar la pérdida de ingresos a la que conllevara la entrega de la renta petrolera a las transnacionales”, advirtió.
Otro que ha criticado el endeudamiento del gobierno es el Senador y ex Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, quien en entrevista con el diario Reforma consideró que la Reforma Hacendaria del Presidente Enrique Peña Nieto generará altos niveles de endeudamiento, poca recaudación y riesgos en materia de estabilidad macroeconómica.
El ex coordinador del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado criticó que el gobierno federal haya decidido incrementar la deuda como único camino para impulsar el crecimiento del país y sostuvo que México no puede ni debe regresar a las épocas de los años 70 y 80, cuando la deuda era el único camino utilizado por los gobiernos del PRI, en el que milita el Presidente Peña Nieto.
"Pretender tener un crecimiento económico endeudándonos es una historia que ya conocemos en los 70 y 80 y que nos tocó pagarlo a varias generaciones y todavía en 2000 a mexicanos que no podemos reponernos de las pérdidas patrimoniales.
"Decir que necesitamos sobre endeudarnos para crecer también es un argumento falso. México creció en 2010 y 2011 sin endeudarnos y creció a tasas del 5 por ciento y no teníamos reformas estructurales ni le echamos la culpa a nadie", aseveró.