Ciudad de México, 12 de septiembre (SinEmbargo).– En Internet, al igual que en la vida real, la aprobación de las personas con las que interactuamos juega un papel importante para cada persona y marca la pauta para ciertas conductas y maneras de mostrarse en la red. Sin embargo, hay sitios en donde la búsqueda de ese consentimiento es más excesiva que otros e incluso se vuelve una necesidad.
En el mundo virtual, una manera de manejar la reputación en línea ocurre a través de las redes sociales, y se ejemplifica principalmente mediante el uso de Facebook, en donde la acción de dar "like" o "me gusta" es un gesto común entre todos los usuarios de esa red social para mostrar su agrado por determinadas publicaciones.
Sin embargo, de acuerdo con un equipo de científicos de la Universidad Libre de Berlín (UBA), esta señal de aprobación se percibe como una retroalimentación social positiva que dispara el trabajo de una zona del cerebro relacionada con el placer: el núcleo accumbens.
Esta se trata de la primera investigación que vincula uso de redes sociales y activación cerebral, la cual encontró que los comentarios positivos y “Likes” que cada usuario recibe de sus amigos al publicar un comentario o foto en Facebook activa la misma zona cerebral de placer que se estimula con el dinero, la comida y el sexo, publicó Journal Frontiers in Human Neuroscience.
“El núcleo accumbens es una pequeña estructura cerebral que integra un sistema llamado ganglios de la base. Es una estructura muy ancestral, que compartimos con muchísimos otros animales. Para usar una metáfora simplificada, es como el tesorero del cerebro”, dijo Mariano Sigman, director del Laboratorio de Neurociencia Integrativa de dicha universidad.
La investigación se realizó con la ayuda de más de treinta voluntarios, en donde se demostró que los aquellos que recibieron una respuesta positiva sobre sus publicaciones tuvieron una mayor activación de su núcleo accumbens que cuando veían la retroalimentación positiva que recibían otras personas.
“Nuestro estudio revela que el procesamiento del reconocimiento social en línea repercute en el núcleo accumbens. Estos resultados expanden nuestro conocimiento actual del funcionamiento del núcleo y pueden ser relevantes para el desarrollo de futuras investigaciones clínicas y también para el ámbito educativo”, dijo Dar Meshi, autor del trabajo e investigador de la UBA.
Sin embargo, la incógnita que genera este estudio es si una actividad que genera una activación mayor de dicha zona del cerebro puede volverse adictiva debido al placer que genera. No obstante, los expertos afirman que son muchos los estímulos hedónicos distintos que activan el núcleo accumbens, como la comida, drogas, sexo y risa, y no sólo los "likes" en Facebook.
No obstante, el cerebro humano está articulado para reforzar aquellos comportamientos que producen placer, por lo que las preocupaciones sobre los alcances que puede ocasionar esta ansia de "Me gusta" no son gratuitos, ya que puede convertirse en una necesidad para los usuarios de esta red social.
“En épocas actuales, donde la disponibilidad de alimentos, de droga o de ciertos placeres hedónicos puede ser casi infinita, estos mecanismos degeneran y se vuelven comportamientos adictivos con la comida, con las drogas, con el sexo y, por supuesto, también con internet”, describió Sigman.