“No se trata de cambiar su vida, pero sí de cambiar su día”, es el lema con el que nació la iniciativa Café Pendiente, la cual inspiró después a #TacoPendiente, ambas diseñadas para alimentar o proveer de una bebida caliente a alguien que lo necesite y no lo pueda comprar. Entérate en dónde y cómo puedes contribuir.
Por Staff de Munchies
Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo/ViceMedia).– Uno de los 95 compromisos del Pacto por México en este sexenio fue “garantizar que ningún mexicano padezca hambre”. Sin embargo, la esperanza de un cambio con fecha límite en 2018, está por los suelos. Quizás apoyarnos entre nosotros, parece ser la única alternativa para mejorar las carencias en nuestra sociedad.
Regalar comida a la gente con estómago vacío es una buena forma de ayudar. Café Pendiente y#TacoPendiente son ejemplo exitoso de que un pequeño acto de solidaridad, crea enormes cambios en las personas marginadas.
Café Pendiente nació de la costumbre napolitana del Caffè Sospeso: si uno de los ciudadanos de Nápoles se sentía excepcionalmente alegre pagaba no sólo un café, sino dos; uno para él y otro para el cliente que venía después.
La forma de hacerlo es sencilla: los clientes eligen la cantidad de cafés o platillos que quieren regalar y los pagan, de manera que una persona carente de recursos los pueda consumir. Los negocios, por su parte, se encargan de mantener un estricto conteo de cuántos alimentos están “pendientes” y cuántos se han entregado. El balance debe estar a la vista, de preferencia en una pizarra exterior. Cualquier persona en necesidad puede llegar al establecimiento a pedir su café y/o platillo, y ser atendido como un cliente regular.
Este acto de solidaridad servido en una taza de café se multiplicó rápidamente por todo el mundo, mejorando los días de las personas con estómago vacío. En diciembre de 2013 Fabiola Kun la trajo a México. Adaptó el manual operativo de Argentina y lo mexicanizó. Su logo es una taza de café bajo un corazón blanco sobre un fondo de color rosa mexicano.
Los primeros en unirse fueron Ricardo y Verónica Villalba, propietarios de una acogedora cafetería que solía llamarse Pineapple Condesa —clausurada arbitrariamente por el Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (Invea) un año después de su apertura—, y llegaron a servir más de 600 comidas pendientes antes de que la cerraran.
“Había muchos vendedores de artesanías rondando por la colonia Condesa”, me cuenta Verónica. “Con frecuencia los invitábamos a pasar, aunque en ocasiones teníamos que hacer excepciones porque podía resultar visualmente violento para algunos clientes que se asustaban por el aspecto higiénico”.
La iniciativa de Café Pendiente no pretende eliminar la hambruna ni la pobreza de la ciudad, pero sí mejorar la vida diaria de muchas personas. “No se trata de cambiarles la vida, pero sí el día”, dice Fabiola Kun, promotora en México de este proyecto.
Ahora ya son más de 700 asociados a Café Pendiente en todo el país. “El café es un símbolo porque así empezó en Italia”, dice Kun, “pero se pueden dejar pendientes todos los alimentos que estén disponibles en el menú”.
Saber a quién darle o no alimento sería elegir a los candidatos y se rompería con el propósito de solidaridad y empatía, así como puede ser una persona sin hogar, puede ser una persona bien vestida que acaba de perder su trabajo o un músico callejero. “Si es un acto voluntario, no hay reglas”, dice Verónica”. Es un voto de confianza tanto de los clientes que nos dejan su dinero como al que lo pide”.
#TacoPendiente es una iniciativa reciente que, inspirada en Café Pendiente, promueve un acto humanitario sin falsos sentimentalismos.
Punto Taco Mx es el pionero en apoyar efusivamente #TacoPendiente. Abrió hace 2 meses en la colonia Roma, en la Ciudad de México,y durante el primer mes repartió 63 tacos, 21 pagados por los comensales y el resto por ellos.
El lugar ofrece tacos de guisado con doble tortilla y acompañamientos diversos: arroz, frijoles, nopales, papas, queso o guacamole. La comida es conveniente, ideal para quien trabaja por la zona y quiere comer rico, rápido, saludable y sin vaciar la cartera; pero también es perfecta para la iniciativa, pues un taco es fácil de comer, llenador y nutritivo. Además, como decimos en México: “A nadie se le niega un taco”.
Mariana Orozco, una de las dueñas del lugar, es quien está al frente de la iniciativa. Ella comenzó regalando tanto a personas que ella vio necesitadas como a quien llegó a pedir “un taco”. Lo hizo sin el afán de convertir este acto en una herramienta mercadológica para su negocio recién abierto; y por fortuna, sus clientes adoptaron el proyecto con rapidez. “Zolliker—uno de los clientes frecuentes—, un día me dijo: ‘Yo pago estos’, refiriéndose a unos tacos que iba a regalarle a una señora que pasó”, cuenta Mariana. “Luego él me sugirió que iniciara con el #TacoPendiente”.
Apenas colocó un letrero en la entrada del lugar, los clientes comenzaron a dejar tacos pendientes para quien los necesitara. “Hay clientes que cada vez que vienen, dejan un taco pendiente”, dice Mariana. Y nunca falta quién los quiera. “Todos los días veo pasar gente que necesita comer: el que vende mazapanes, el que bolea zapatos, el de la basura, músicos callejeros, vendedores ambulantes, desempleados”, dice. “Y la mayoría son muy conscientes. Siempre les digo que se lleven más de uno, pero a veces responden que no, que nomás uno o dos para que haya para alguien más”.
Punto Taco Mx destina 10 tacos pendientes al día, además de los que dejen los comensales, y regala un vaso con agua y un postre por cada taco pendiente pagado por los clientes. En su página de Facebook publican el destino de la mayoría de sus tacos pendientes, con la única intención de la transparencia. “Tampoco queremos ser invasivos con los clientes”, dice Mariana. “Por eso solo ponemos un letrerito y quien se entere y quiera cooperar, adelante”.
Cada taco en este paraíso de la comida conveniente, se sirve con dos tortillas, una base de arroz y una buena porción de uno de los 16 guisados que cocina la mayora Ofelia Morales. Además, puedes pimpearlo con guacamole o queso y elegir entre varios acompañamientos y salsas. Con dos tacos —que se convierten en 4— quedas bien para seguir la jornada. Así que, es muy fácil pedir 3, comerte 2 y dejar uno para un desconocido con un hueco en la panza.
La organización de Café Pendiente en México ya tiene registrados más de 700 establecimientos con alguna modalidad de donación; y entregan cerca de 24 mil cafés (o comidas) al mes. De hecho, México es uno de los países que cuentan con más participantes. Esperemos que pronto más restaurantes, fondas, puestos, taquerías o cualquier tipo de negocio de comida se una a #TacoPendiente.
Somos una sociedad muy generosa. A veces desconfiamos de algunas formas de donar y ayudar, pero tanto Café Pendiente, como #TacoPendiente son formas sencillas de involucrarnos un poco más con nuestra comunidad y sus necesidades.
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