De fuente de inspiración a promotor: El nuevo rol del ídolo del boxeo, Julio César Chávez

12/08/2013 - 1:00 am

 

Foto: Facebook
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Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo/ Río Doce).- Un Estadio Azteca pletórico con 132 mil aficionados se concentraba alrededor de un ídolo bravo de lenguaje florido con tono norteño. Héroe de carne y hueso, Julio César Chávez estaba en un ring donde normalmente estaba un campo verde. Con la mirada llena de rabia, observaba a su oponente en la otra esquina. Greg Haugen, un norteamericano de cara burlona, se reía de Chávez. En los meses previos al combate pactado, el retador había despotricado contra el asombroso récord de 82-0 del ídolo mexicano. “Seguramente todos eran taxistas de Tijuana”, declararía con descaro el iluso estadounidense.

Con 17 años cumplidos comenzó una carrera de leyenda. De 1980 a 1994, Chávez no perdió un solo combate. Los hogares mexicanos conocieron el pago por evento gracias al paso arrollador del tijuanense. En tiempos donde el box era un espectáculo exclusivo lejos de la televisión abierta, las antenas parabólicas adornaban las azoteas de millones de casas. Julio César Chávez estaba a la altura del beisbolista Fernando Valenzuela o del goleador Hugo Sánchez. De origen humilde, inspiró a miles de niños y jóvenes que buscaban salir de la misma situación en la que “El campeón” nació.

Hoy, retirado del protagonismo y de la adrenalina, quien aparece en programas de televisión o como analista en peleas de campeonato que se transmiten en televisión abierta, ha decidido lanzar su propia promotora de talentos jóvenes para poner en marcha, de manera literal, toda aquella inspiración que salió de sus guantes. Con la ayuda del gobierno de Sinaloa, el hijo adoptivo de Culiacán hará un sondeo de atletas apasionados por la estética del box y todo la gloria que un cinturón de campeonato genera.

Foto: Twitter
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Peleadores amateurs y profesionales se medirán cada 15 días en busca de aquellos boxeadores que terminen de pie después de la serie de combates. “Ya me lo habían propuesto en otras ciudades, pero Culiacán es mi tierra, no soy de aquí pero como si lo fuera, vamos a hacer funciones de cada municipio y a los cuatro meses vamos a hacer una pelea de campeonato”, declaró para ESPN Chávez visiblemente emocionado por el encargo de buscar nuevos nombres que alimenten la pasión de los aficionados.

Con su hijo recuperado del escándalo producido por el doping positivo, y tras nombrarlo como su entrenador en la esquina del ring para sus futuras peleas, el proyecto del ex campeón confirma la consolidación de su imagen mediática con todos sus conocimientos al servicio de la nueva era del boxeo en televisión abierta. “A los talentos los vamos a meter a alto rendimiento para que puedan ir a una olimpiada y campeonatos nacionales, irlos metiendo en televisión, los de 4 y 6 rounds los vamos a ir formando, apoyando y les vamos a dar exposición”, describiría Chávez.

Aquella noche mexicana en el Coloso de Santa Úrsula, Julio César Chávez provocó que el combate se parará en el quinto asalto por la terrible golpiza que le estaba dando a Haugen. Al finalizar, El mexicano se acercó al caído para dejarle claro que los rivales a los que había vencido eran verdaderos boxeadores. “Debieron ser taxistas duros”, contestó el golpeado estadounidense. “(En Sinaloa) hay mucho talento joven que quiere sobresalir, siempre me han dicho que haga funciones y esa es mi idea”, concluyó Chávez quien buscará ejercer su nuevo rol con la misma eficacia de su carrera boxística.

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