MALOVA: CÓMO PASAR DE LA ESPERANZA A LA DECEPCIÓN

12/02/2013 - 12:00 am

Pocos políticos han hecho lo que el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez: representar un cambio y en tan sólo dos años, revertir esa imagen. Fue de la esperanza a la decepción. Pero, ¿cómo le hizo?

Mario López Valdez. Foto: Cuartoscuro.

El cuestionamiento golpea tan fuerte como lo hiciera un mazo en la sien.

“Le preguntaría hoy, ante miles de sinaloenses si es o no, compadre de El Mayo Zambada”, interroga directo Mario López Valdez a Jesús Vizcarra Calderón.

Es junio de 2010 y el hotel Lucerna de Culiacán luce tapizado de colores de campaña: verde, rojo, azul, amarillo y naranja. Es el segundo y último debate en las elecciones de gobernador de Sinaloa.

Según la mayoría de las encuestas, Jesús Vizcarra Calderón, candidato de la coalición “Alianza para ayudar a la gente”, conformada por el PRI, Verde y Nueva Alianza, va a ganar la contienda. Mario López Valdez, candidato de la coalición “El cambio es ahora por Sinaloa”, integrada por el PAN, PRD y Convergencia, está rezagado.

Tal vez por esta condición, el candidato opositor, también conocido como Malova, acorrala con preguntas a Jesús Vizcarra. El abanderado priista parece sentirse seguro de su triunfo e ignora los cuestionamientos de Malova, en su participación se limita a decir que no ha hecho nada fuera de la ley y a calificar a su oponente de ignorante. El debate se transmite por 40 estaciones radiofónicas, dos televisoras y seis páginas de Internet.

Es la oportunidad de Malova para remontar en las encuestas, lo sabe y por eso lo embiste de nuevo.

“No sé cuál sea el temor de no responder por qué, el negar a los amigos, el negar a la familia, el negar a los compadres, el negar a los socios parece ser que ha sido una costumbre”, insiste López Valdez, pero Vizcarra vuelve a ignorar el tema, señala a Malova de incongruente en sus propuestas y afirma que él sí va a poder darle seguridad a los sinaloenses.

Jesús Vizcarra Calderón. Foto: Cuartoscuro.

Mientras se pelea la gubernatura, Sinaloa pasa por una de sus peores crisis de seguridad: los Beltrán Leyva le declararon la guerra al Cártel de Sinaloa, conformado por Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera e Ismael “El Mayo” Zambada. Las ejecuciones arrecian y, con ello, el sadismo de los asesinatos. El crimen le cobra la factura a un gobierno y a una sociedad que durante décadas han sido permisivos con el narcotráfico.

“Se necesita no ser parte de la delincuencia para poderla combatir, y yo les puedo decir con toda franqueza sinaloenses: yo no soy parte de ella”, presume López Valdez durante el debate al que asiste ataviado con un traje oscuro, una camisa blanca y una corbata azul.

En ese momento de confrontación, los sinaloenses no sabían si Vizcarra era compadre de “El Mayo” Zambada; lo que sí tenían claro es que no querían a un político bajo sospecha. Tras el debate, Vizcarra inició una caída libre que lo dejó cinco puntos abajo el día de la elección.

Durante ese día de la victoria, López Valdez no sólo prometió un gobierno alejado del narcotráfico, también ofreció seguridad, un mejor sistema penitenciario, honestidad, eficacia y rechazo al nepotismo.

Malova era visto entonces como un político que dominaba los escenarios. Un expriista exitoso. Tenía una red de ferreterías bajo su acrónimo, fue presidente del municipio norteño de Ahome y había sido calificado como uno de los mejores del país. La esperanza crecía. En la calle, la gente decía que Malova estaba decidido a romper con los vicios y corruptelas del partido de Estado. Todo eso era Malova.

Se le unieron académicos, empresarios y políticos. Formó parte de ese grupo de alianzas ganadoras que impulsaron el PAN y el PRD, y que arrebató al PRI los estados de Puebla y Oaxaca.

Gobernadores electos de alianzas. Foto: Cuartoscuro.

Pero esas altas expectativas se diluyeron en sólo dos años de gobierno. Malova se aferró a convertirse, como dirá más adelante el economista sinaloense Gerardo López Cervantes, en una decepción.

EL GABINETE DE LOS COMPADRES

A pesar de que en el segundo debate que lo llevó al triunfo Mario López Valdez dijo: “En mi gobierno yo no voy a aceptar nepotismo”, una de sus primeras decisiones fue nombrar secretario de Desarrollo Social a Juan Ernesto Millán Pietsch, hijo del ex gobernador priista, Juan Millán Lizárraga.

El ex mandatario fue uno de los principales impulsores de la candidatura de López Valdez y, según lo ha dicho el propio Malova, es también su “padre político”.

Días después creó una coordinación de nivel secretaría para concretar proyectos como la producción de gas natural, la generación de biodiesel, la modernización de los puertos de Mazatlán y Topolobampo, y para sistematizar la administración pública. La llamó Coordinación General de Proyectos Estratégicos y se la entregó a Francisco Labastida Gómez de la Torre, hijo de su amigo Francisco Labastida Ochoa, ex gobernador de Sinaloa, ex candidato presidencial del PRI y ex compañero de fórmula en el Senado de la República.

Pero el apoyo a los cuates no paró ahí. La Secretaría de Salud fue entregada a Ernesto Echeverría Aispuro, ex director de las clínicas Mi Salud, propiedad de la familia Salido, dueños de los periódicos El Debate. Este medio apoyó de manera decidida a Malova durante la campaña.

En diciembre pasado se realizó en Los Mochis la tercera “Comida de la Amistad”, un evento organizado por los dueños del periódico en una hacienda llamada “Las Lichis”. A la reunión acudieron el gobernador, funcionarios, ex funcionarios y empresarios. Ahí, micrófono en mano, el señor Ildelfonso Salido Ibarra, propietario de El Debate, lanzó un comentario que reveló la estrecha relación entre el periódico y el gobernante.

MALOVA, Labastida y Millán. Foto: http://www.chavezradiocast.com/altavoz/?p=53648

“Quiero darle la bienvenida a todos, es la tercer Comida de la Amistad. La primer comida la hicimos sólo con malovistas, se coló uno que otro priista pero fue la primer comida. La segunda comida, el año pasado, ya invitamos gente de Culiacán que no quería al Gobernador; ahora ya se han conciliado”, dijo complacido.

El sociólogo y analista político, Ernesto Hernández Norzagaray, menciona que ese gabinete no es el que Malova prometió. “Uno esperaba que en la integración del gobierno pusiera personajes de gran reconocimiento público y solvencia profesional; sin embargo se fue integrando con cuates, amigos y compromisos políticos”.

Otro de los integrantes del gabinete que provocó serias dudas fue Juan Nicasio Guerra Ochoa como titular de la Secretaría de Agricultura. El político perredista no tenía experiencia en la actividad más importante del estado.

“A eso le han llamado un gobierno plural, programático, pero no lo es”, critica Norzagaray, quien además es académico de la Universidad Autónoma de Sinaloa(UAS).

LOS SOMBRÍOS NOMBRAMIENTOS

Una de las principales sorpresas en el gabinete de Malova fue el nombramiento de Óscar Félix Ochoa como subsecretario de Agricultura. Este político es cuñado del narcotraficante extraditado a los Estados Unidos, Javier Torres Félix, alias “El JT”, lugarteniente de Ismael “El Mayo” Zambada. Además, tres de sus hermanos fueron detenidos por el Ejército en 2008 con 18 kilos de cocaína, dólares, cuatro vehículos de modelo reciente y una pistola calibre .380 Smith & Wesson. En esa fecha Óscar Félix era diputado local y dos de sus tres hermanos fueron liberados. Uno quedó preso.

“Es una asunto que ya es como un remolino, yo nunca he negado a la familia,  siempre que me han preguntado digo lo mismo; para mí es un tema que no tiene la menor importancia”, advirtió en 2011 al programa radiofónico Línea Directa, días después de asumir el cargo de subsecretario.

Óscar Félix Ochoa (izq.) y Javier Torres Félix (dcha). Foto: Especial

Otro personaje sombrío es el Comandante de la Policía Ministerial de Sinaloa, Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, mejor conocido como “Chuy Toño”, un hombre de estatura baja y voz aguda que ocupó el cargo de Director de esa misma corporación durante el gobierno de Juan Millán Lizárraga, el “padre político” de Malova.

La historia negra de Aguilar Íñiguez estalla el 11 de septiembre de 2004 en Culiacán, cuando asesinaron a Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano de Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”. En el ataque resultó herido el escolta personal de Rodolfo Carrillo y comandante de la Policía Ministerial, Pedro Pérez López, subalterno de “Chuy Toño”.

El escándalo obligó al relevo de Aguilar Íñiguez; sin embargo, los temas con la justicia aún no estaban resueltos. En mayo de 2010 se dio a conocer que la Procuraduría General de la República ofrecía cinco millones de pesos por información que ayudara a su captura. La SIEDO –ahora SEIDO- acusó a “Chuy Toño”, a su esposa, y al menos 15 jefes y mandos de la Policía Ministerial de brindar protección a los cárteles de Sinaloa y Carrillo Fuentes, cuando estaban aliados.

Al paso del tiempo, Pedro Pérez fue sentenciado a nueve años de prisión, mientras que Jesús Antonio Aguilar Íñiguez fue exonerado de los cargos.

Los reporteros le cuestionaron a Malova el historial de este comandante, pero el político lo justificó.

“Con blancas palomas no podemos enfrentar a una delincuencia en una lucha encarnizada como la que se trae, no sólo en Sinaloa, sino en gran parte del país”, declaró.

Jesús Antonio Aguilar Íñiguez. Foto: http://sinaloanoticias.mx/?p=1690

AQUEL HOMBRE QUE SIGNIFICÓ EL CAMBIO

La principal promesa de campaña de Mario López Valdez fue regresar la seguridad a los pobladores. Así lo dijo en el segundo debate, ante miles de sinaloenses. “La razón fundamental para que la política tenga existencia es que haya calidad de vida, haya desarrollo, y éstas no se van a dar si no se trabaja en el tema de la seguridad pública”, expresó Malova.

Para lograr la seguridad prometida creó policías de élite que se han enfrentado a la delincuencia organizada. En estos dos años ha bajado en 35 por ciento el número de homicidios dolosos: pasó de dos mil 250 muertos a mil 906 en el primer año, y a mil 464 en el segundo. Sin embargo, el gobierno no tiene todas las cifras a su favor, disminuyeron las ejecuciones pero aumentaron las violaciones a mujeres y el secuestro.

La conformación de fuerzas de élite, con policías bien pagados y adiestrados, colocó al gobierno del estado a la cabeza de la confrontación. Pero han aparecido varios mensajes que acusan a López Valdez de proteger al cártel de Sinaloa a través de estas corporaciones.

En mayo de 2011, por ejemplo, fueron colgadas mantas en ocho municipios del estado donde se acusó al Gobernador, Mario López Valdez, de proteger al cartel de Sinaloa a través de la Policía de Élite.

También en mayo, pero de 2012, cientos de volantes fueron arrojados desde una avioneta en la zona sur de Culiacán. En éstos se afirmó que Malova dio órdenes al delegado de la PGR para que consignara a Javier Avilés Araujo, “El Árabe”, un supuesto vendedor de drogas del municipio de Guasave, que formaba parte de los Beltrán Leyva.

La historia del detenido terminó en tragedia: tres días después de su captura, el presunto narcotraficante apareció muerto dentro del penal de Aguaruto, en Culiacán.

Volantes. Foto: http://jorgeluismontiel-hablandofuerte.blogspot.mx/2012/06/malova-amenaza-desde-el-aire.html

En algunas mantas criticaron que Malova enviara fuerzas de élite a la zona norte del estado, geografía en la que tienen fuerte presencia varias células vinculadas a los Beltrán Leyva, y donde el Cártel de Sinaloa está debilitado.

La policía de élite también ha hecho amplios operativos en Navolato y Mazatlán, la primera es una zona tradicionalmente dominada por los Carrillo Fuentes, ahora rivales de “El Chapo” y “El Mayo”; la segunda –se presume- es peleada por “los mazatlecos”, otra célula aliada a los Beltrán Leyva y a los Zetas.

En todo momento, el gobernador ha negado las imputaciones.

Y a pesar de estos esfuerzos en seguridad, apenas en enero pasado el Departamento del Tesoro ubicó en el norte del estado el nacimiento de un nuevo cártel llamado “Meza Flores”, liderada por Fausto “El Chapito Isidro”, presunto líder o socio de la célula delictiva “los mazatlecos”, y aliado de los Beltrán Leyva.

¿QUIÉNES SON LOS MUERTOS?

La inseguridad en este Gobierno no sólo puede medirse en cifras.

En el primer año de la administración de Malova asesinaron a tres personas que tenían como común denominador el acceso a información secreta: Luis Pérez Hernández, ex Director de Gobierno y encargado del espionaje político en los dos sexenios pasados; Oli Alonso, consejera espiritista del grupo político que ayudó a llegar al poder a López Valdez y Humberto Millán, periodista incisivo cercano a los grupos de poder político.

Ninguno de los tres crímenes ha sido resuelto por la Procuraduría de Sinaloa, entre otros que también han cimbrado a la opinión pública del estado.

Luis Pérez Hernández (izq.) y Humberto Millán (dcha.) Foto: Especial.

En el gobierno de Malova aparecieron más de cinco mil desplazados por el narcotráfico. El Ejecutivo estatal no les ha garantizado un regreso seguro a sus poblados serranos, tampoco les ha dado vivienda, salud ni educación. El propio gobernador prometió darle “una peinada” a la sierra para retirar a los gavilleros, pero esa embestida nunca llegó. Eligio Medina Ríos, presidente municipal de Concordia, municipio sureño con alto número de desplazados, declaró que el gobierno estatal no los ha apoyado “ni con un vaso de agua”.

DE LA ESPERANZA A LA DECEPCIÓN

Cuando Malova era candidato supo utilizar los debates como un arma de posicionamiento. En el primero de los dos que se realizaron mostró la fotografía de una residencia, presunta propiedad del entonces gobernador, Jesús Aguilar Padilla.

Era una casa en el exclusivo residencial La Primavera, valuada en por lo menos 15 millones de pesos y construida para Aguilar.

“Todas estas cosas de corrupción, de nepotismo se van a acabar en Sinaloa a partir del año que entra”, afirmó entonces con arrestos el candidato opositor.

Pero a dos años del gobierno actual, a Jesús Aguilar no se le ha iniciado ninguna investigación y, al contrario, apenas fue nombrado subsecretario federal de Agricultura en el gobierno de Enrique Peña Nieto, López Valdez viajó al Distrito Federal a entrevistarse con él. Días después Aguilar regresó la visita.

En esa segunda reunión de diciembre de 2012 quedó claro que si Aguilar había cometido actos de corrupción, como el propio Malova lo había denunciado, quedarían en la impunidad. En el encuentro se comprometió a trabajar en “unidad” con el ex mandatario y advirtió: “Para los que piensan que no vamos a hacer equipo, qué equivocados están”.

Jesús Aguilar Padilla. Foto: Cuartoscuro.

Pero esa no fue la única contradicción en materia de combate a la corrupción, vendría una más grave.

En el segundo debate Malova criticó otro acto de corrupción del gobierno de Aguilar Padilla, ahora en la Secretaría de Salud.

“Hubo una denuncia del nepotismo que está en la Secretaría de Salud; hubo una denuncia de cómo los productos que se tienen que comprar para curar a los sinaloenses que valen cien pesos, los están comprando en mil 200 pesos”, destacó López Valdez.

La acusación fue escandalosa; sin embargo, la procuraduría sólo ha investigado a funcionarios de bajo perfil.

Malova no tardaría mucho para exhibir su verdadera postura sobre la corrupción.

Apenas iniciaba su administración y el periodista Francisco Cuamea dio a conocer que el gobierno de Sinaloa le compró al mochitense Leonardo “Nalo” Félix, a quien Malova reconoce como su “padre empresarial”, 90 camionetas para equiparlas como patrullas. La operación –por adjudicación directa- tuvo un costo de 50 millones 899 mil pesos, tomados del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública. Al parecer, Malova hizo un convenio de compra con los funcionarios salientes.

Como si la misma historia denunciada por Malova se repitiera, el semanario Río Doce dio a conocer una serie de documentos que demuestran las corruptelas al interior de la Secretaría de Salud, la misma que López Valdez criticó en el segundo debate.

Foto: Cuartoscuro.

El periodista Alejandro Sicairos lo escribió así.

“El contrato LPPN54101002-002-11 que Servicios Coordinados de Salud de Sinaloa firmó con la empresa Nadro S.A. de C.V. es una muestra del nivel de descomposición que lacera a las finanzas estatales. El 70 por ciento de los medicamentos adquiridos se pagan más caros que los precios oficiales que establece el Catálogo de Medicamentos y Otros Insumos del Catálogo Universal de Servicios de Salud (Causes) y en algunos casos cien veces por encima de los precios comerciales”.

El trabajo fue acompañado de documentos oficiales, pero el gobierno de Malova no inició ninguna investigación al respecto, al menos, no ha sido pública. El periodista mostró casos que rayan en el absurdo.

“Por ejemplo, la efedrina de 50 mg, solución inyectable, que anteriormente se compraba a 20.50 pesos por ampolleta, Nadro la factura en mil 755 pesos por unidad, es decir, cien veces arriba de su valor real en el mercado”, redactó Sicairos.

En la información expone un contrato con Derimex, una empresa que hizo un convenio con clínicas Mi Salud, dirigida dos años atrás por el ahora secretario de Salud. Estas clínicas son propiedad de la familia Salido, de periódicos El Debate.

“Lo raro es que Derimex no tiene laboratorios en Sinaloa, por lo cual procede a triangular el convenio con Clínica Mi Salud, un proveedor ampliamente beneficiado en el actual gobierno y que dirigía Ernesto Echeverría Aispuro antes de que Malova lo designara secretario de Salud”, advirtió.

¿Y LA TRANSPARENCIA?

Sinaloa tenía una deuda muy baja y a eso le apostó el equipo del Mandatario. Aprovechó la crisis del campo provocado por las bajas temperaturas de 2011, solicitó un préstamo de 2 mil 600 millones de pesos y así, con el apoyo de todos los partidos incluido el PRI, aumentó la deuda en un 68 por ciento: pasó de 3 mil 781 millones de pasivo a 6 mil 381.

Foto: Cuartoscuro.

El Doctor en Economía, Gerardo López Cervantes, afirma que el monto de la deuda no es el problema mayor, sino su destino: se utilizó para pequeños gastos ordinarios en lugar de colocarlo en inversión pública.

Él mismo rompe con los criterios definidos en su propio Plan Estatal de Desarrollo. En ese plan establece que la deuda pública iba a disminuir y no aumentar, como la decisión que él tomó.

Además, el 5 de diciembre pasado, el Consejo Ciudadano de Vigilancia y Transparencia de Sinaloa, grupo formado ex profeso para revisar el “mega préstamo” de 2 mil 600 millones de pesos, publicó un desplegado en el que advirtió que no estaba en condiciones de avalar la transparencia del ejercicio de los recursos porque los funcionarios del gobierno de Malova no les habían dado acceso a la información.

El mandatario tuvo que actuar rápido y atender las demandas del Consejo.

ESTRELLA DE TELEVISIÓN

Para el sociólogo y analista político, Ernesto Hernández Norzagaray, uno de los principales problemas de Malova es tratar de comportarse como un actor de televisión.

Y es que a pesar de las crisis que tiene el estado, Malova utiliza buena parte de su tiempo en acciones populares que pueden caer en el populismo: un día aparece en una motocicleta, otro día le soba la nalga a una mujer para que le dé suerte en un partido de beisbol, otro día se enmascara de luchador y sube al cuadrilátero, otro día va a un tianguis a obsequiar aguas frescas, otro día acude al mercado y regala miles de pesos en pollo, carne y huevos.

Foto: http://fuentesfidedignas.com.mx/portal/index.php/hemeroteca/notas/1423-los-caprichos-de-malova

“Los políticos cada vez más, quieren parecer artistas, quieren vender cosas que corresponderían a un actor de otro tipo –advierte Norzagaray- (Malova) busca generar una atmósfera que lo comunique con segmentos importantes de la población que, al igual que él, viven mucho el tema de los medios de comunicación y tienen visiones virtuales de la realidad política. La idea del cambio que posicionó López Valdez no fue otra cosa que una propuesta de mercadotecnia que se ha convertido en un cúmulo de improvisaciones”, menciona el sociólogo.

Abunda con una anécdota: “Alguna vez le preguntaron a Malova que de dónde había salido la palabra cambio, y dijo que había hecho un sondeo y era la palabra que más le gustaba a los sinaloenses, y la utilizaban como un recurso publicitario para posicionar la marca Malova y la alianza con los distintos partidos”.

El economista López Cervantes resume así los dos años del gobernador: “Lo que se esperaba de él como gobierno de alternancia son cambios, decisiones estratégicas y razonables de lo que el estado necesita, pero lo que vinos es algo totalmente diferente. Por eso sus dos años y un mes de gobierno han sido muy decepcionantes para la opinión pública y los ciudadanos comunes y corrientes.

Norzagaray agrega que en estos dos años el gobernador de Sinaloa ya dejó ver quién era y cómo será su sexenio. Ya se conoce cómo serán los próximos cuatro años del “cambio”.

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