En la primera quincena de junio, Apple celebra su conferencia de los desarrolladores y en la primera de septiembre desvela sus celulares. Y así ha sido siempre desde hace 11 años.
Tanto la industria como las millones de personas interesadas por los smartphones tendrán la mirada puesta, el próximo miércoles, en el artilugio que lucirá Tim Cook en el escenario del teatro Steve Jobs.
Por Antonio Lorenzo
Ciudad de México, 11 de septiembre, (EconomíaHoy/SinEmbargo).- Para lo bueno o lo malo, Apple siempre es previsible en sus comunicaciones y eventos. El gigante tecnológico se ha ganado esa consideración a lo largo de su historia de forma consistente. En la primera quincena de junio celebra su conferencia de los desarrolladores y en la primera de septiembre desvela sus celulares. Y así ha sido siempre desde hace 11 años. Con semejantes precedentes, se puede asegurar que este miércoles será el día más importante del año para la multinacional de la manzana.
Los inversores y analistas saben que el acierto de las apuestas de la compañía marcará la prosperidad del valor para el resto del curso. Dicho lo anterior, tanto el conjunto de la industria como los millones de personas interesadas por los smartphones tendrán la mirada puesta en el artilugio que lucirá Tim Cook en el escenario del teatro Steve Jobs, en la sede de Cupertino (California, Estados Unidos).
También es tradición que los rumores sobre las características de los nuevos dispositivos se multipliquen según se acerca la fecha en la que Apple acaba con todas las especulaciones. En este caso, los analistas y observadores acertarán de pleno si aventuran una familia de móviles de muy alto precio, con funciones mejoradas en la cámara, pantalla, procesador y batería. El problema reside en atinar en los detalles. La prensa taiwanesa daba por cierto una triple cámara, para jugar con el 3D y optimizar la resolución y las funciones de sus posibles macro, gran angular o teleobjetivos, por ejemplo.
Las pantallas Oled seguirán marcando el camino a los dispositivos de alta gama del fabricante, mientras que la tecnología LCD quedará para los modelos del segundo escalón, sin que ello represente un demérito notable.
Hace justo un año, Apple aprovechó el décimo aniversario de su primer smartphone para presumir con su iPhone X, sin que hubiera un iPhone 9 que diera continuidad al iPhone 8. Esa vacante puede cubrirse con una gama de celulares dirigida para el segmento que no puede adquirir el modelo tope de la gama. Dicho espacio también estaría llamado a ocupar por los modelos iPhone XC, dando por hecho que los equipos de bandera se bautizarán iPhone XS e iPhone XS Plus.
Apple nunca ha doblado la cerviz tras renunciar a determinados estándares, como el puerto USB o los jacks tradicionales para auriculares. No parece que vaya a hacerlo mañana, aunque siempre existe margen para la rectificación. Entre otros detalles, ese afán de llevar la contraria justifica que Apple no admita una tarjeta de extensión de memoria.
No se esperan sorpresas en cuanto al precio de la nueva generación del iPhones: todos serán caros, sin concesiones para los que sueñen con concesiones. Apuesten a que la gama alta, ya sea del iPhone XS o iPhone XS Plus rondará los mil dólares (casi 20 mil pesos), como ya lo hizo hace doce meses el iPhone X en su versión más asequible. También pujen el estreno de un microprocesador mejorado que podría incorporar la nueva familia de smartphones para optimizar el rendimiento, con un menor consumo energético (lo que a su vez permitirá ampliar la duración de la batería). Además, el mismo chip añadirá potencia y velocidad para la realidad aumentada y la inteligencia artificial.