Básicamente, Trump puede hacer lo que quiera. Tendrá mayoría en el Congreso; dirigirá por al menos cuatro años una potencia global. ¿Qué harán México y sus ciudadanos? En realidad poco. Sólo esperar. Quizás por eso, la mañana fue gris para muchos al conocerse que ganó, sorpresivamente, la presidencia de Estados Unidos.
Por Ivette Lira, Shaila Rosagel, Juan Luis García, Daniela Barragán y Dulce Olvera
Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).– Lluviosa, fría y gris, la mañana de ayer en la capital mexicana fue todavía más lúgubre por la noticia: que Donald Trump es Presidente electo de Estados Unidos. Los diarios tradicionales, que suelen ser conservadores con sus cabezas, pasaron de un “Gana Trump” a la advertencia directa. “A temblar”, dijeron, seguramente sin ponerse de acuerdo, Excélsior y Reforma.
La gente se estacionó en los puestos de periódicos impresos para leer, con la cabeza inclinada, los detalles. El Gobierno federal anunció por la madrugada –apenas se confirmó el triunfo del magnate– una reunión en Palacio Nacional que, aunque no tuvo grandes anuncios, imprimió un carácter de formal a la emergencia.
Casi al mismo tiempo que el peso mexicano se deprimía a niveles históricos, el ex Presidente José Mujica respondía a los reporteros, en el otro extremo del continente, su impresión por la noticia. “¡Socorro!”, dijo el viejo desde Uruguay. Los mercados financieros también gritaron “socorro” pero desde Asia hasta Europa y, claro, en México y el resto de América Latina. Las caídas fueron en cadena y casi previsibles, a juzgar por las cabezas de los diarios en otras partes del mundo. El “American horror” se había cumplido. La pesadilla materializada por cientos de millones de estadounidenses que ven a los migrantes y a otras minorías como una amenaza.
Bolero desde hace más de tres décadas, González comparó las recientes elecciones de Estados Unidos con las de México en 2012, cuando Enrique Peña Nieto tomó el poder. “Aquí son bien tranzas, se me hace que también allá es así o hasta peor. Yo creo que ganó Hillary porque estaba arriba y de un de repente ya no y ganó ese señor. Pudo ser un fraude como cuando ganó Peña y no [Andrés Manuel] López Obrador", comentó a SinEmbargo mientras, con empeño, lustraba un zapato cerca del Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.
“¡Que la santísima Virgen de Guadalupe nos cuide, porque está cabrón!", exclamó la maestra Olga González. Dijo sentir tristeza porque “se cristalizó la pesadilla Trump, pero aún más porque la gran mayoría de su país piensa como él”.
La maestra agregó que los estadounidenses jóvenes en Estados Unidos quisieron dar “un voto de castigo” al no obtener “lo que esperaban” de los demócratas, representados por Hillary Clinton. Por esa razón –aseguró–, votaron por la alternancia y por dar la oportunidad a los republicanos de mejorar su país. “El equipo de Hillary tiene que asumir las consecuencias de varios errores en la campaña; Barack Obama y Bill Clinton invitaban al principio a los ciudadanos a no votar por Trump. Ya después hablaban de las virtudes de su candidata. Ayer ella pidió a la audiencia que salieran a votar porque 'iban perdiendo', en lugar de motivarlos a votar porque los demócratas eran una mejor opción”.
Con un gesto de tristeza, la mujer de 48 años dijo: "Como si no fuera suficiente con los pésimos gobernantes que tenemos en México".
HITLER Y OTRAS COMPARACIONES
"Trump es la expresión del fascismo, de la simplificación de la violencia, del desprecio, es una forma de esa crisis civilizatoria en Estados Unidos", dijo el poeta Javier Sicilia a la agencia española EFE. Comparó a Trump con Hitler y a sus seguidores con las turbas que encumbraron al nazismo. “Locos como Trump hay muchos [...]. El problema es el grupo de salvajes, fascistas, simplificadores, violentos que lo hacen posible y lo sostienen en el poder”. Como Hitler, dijo, que “llegó, al igual que Trump, legítimamente al poder”.
“Trump se conectó con la ira, con un descenso de la clase media que está enferma y cansada del establishment en la economía, del establishment en la política y del establishment en los medios de comunicación. La gente está cansada [...]. Los muy ricos se vuelven mucho más rico”, dijo Bernie Sanders ayer, en un comunicado. Sanders, quien perdió ante Clinton la nominación demócrata, es un individuo de ideas de izquierda y respetado en el mundo. “En la medida en la que Trump persiga políticas sexistas, racistas, xenófobas y contra el medio ambiente, en esa medida nos opondremos vigorosamente a él”.
Robert J. Sternberg, psicólogo y profesor de la Universidad de Yale, dijo ayer en la Universidad Iberoamericana que, en efecto, Trump es una persona narcisista. Al quererse únicamente a sí mismas, esas personas “frecuentemente resultan ser muy convincentes, ya que hacen lo que sea necesario para ganar y llegar al poder; lo cual resulta peligroso teniendo ejemplos trágicos en la humanidad que así lo demuestran. Este tipo de personas no muestran empatía hacia los demás, por ende no se sienten mal por engañar; el mundo ya vivió un claro ejemplo durante la Segunda Guerra Mundial”.
Trump prometió renegociar o acabar con el Tratado Norteamericano de Libre Comercio con México y Canadá (TLCAN). Y oponerse al Tratado Transpacífico. Y aplicar tarifas punitivas a los países que considera se benefician injustamente con el comercio, “como México”. Dice que va a obligar al país a pagar un muro en la frontera, y tratar la inmigración no autorizada con puño de hierro.
El Embajador canadiense en Washington, David MacNaughton, dijo ayer que el libre comercio de madera, un punto de fricción desde hace tiempo, sería una de las primeras cosas que le gustaría tratar. Destacó que Estados Unidos es el socio comercial más grande de Canadá y viceversa.
“Estamos listos para negociar”, abrió la puerta. Pero en esas negociaciones de gigantes, el único vulnerable es México.
Y vaya qué vulnerable: el conteo de los votos de la elección estadounidense no había finalizado y la noche del martes, el peso ya operaba en 20.70 por dólar, las bolsas de Asia abrían con fuertes pérdidas y al paso de las horas se le unieron también las de Europa. A media jornada Londres caía un 0.4 por ciento, Fráncfort perdía un 1.1 por ciento, París bajaba un 1.3 por ciento y Madrid se dejaba un 2.5 por ciento. En Asia, Tokio cayó un 5.4 por ciento, pero otros mercados bursátiles asiáticos presentaron pérdidas muchos menores, del 2.25 por ciento en Seúl y solo del 0.62 por ciento en Shangai.
Los mercados inicialmente se volcaron a una tendencia de aversión al riesgo. Los inversores salieron de posiciones en dólares y pesos mexicanos para refugiarse en monedas como el yen japonés, que ganó hasta un 4 por ciento en un momento de la madrugada para alcanzar máximos de seis semanas de 100,75 yenes por dólar.
La mañana del miércoles no pintó mejor ni para el peso ni para la Bolsa Mexicana de Valores. La moneda mexicana perdió el 8 por ciento de su valor en su apertura y se subió al techo de los 20 por unidad. Finalmente, cerró la jornada en hasta 20.35, un nuevo nivel histórico. En la Bolsa Mexicana de Valores la tormenta Trump dejó una pérdida de 2.23 por ciento para el índice de Precios y Cotizaciones (IPC), que cerró en 47 mil 390.66 unidades, mil 80.32 menos que la jornada anterior.
El discurso de victoria -en tono conciliador- de Donald Trump ayudó al peso a recuperarse.
Pero el futuro es incierto. De un día para otro, es incierto.
El Presidente Enrique Peña Nieto citó a la prensa ayer para decirle que, en su opinión, el triunfo del candidato republicano es un reto pero al mismo tiempo una oportunidad para su gobierno y para México. Dijo que, más temprano, felicitó por teléfono al candidato ganador y, en una charla “cordial, amable y respetuosa”, ambos coincidieron en que nuestros países “son muy importantes el uno para el otro”.
La “cordialidad” de la charla contrastaría con el cruce de acusaciones que intercambiaron ambos personajes tras la fallida visita de Trump a México, el 31 de agosto pasado. Tras la reunión, el Presidente mexicano dijo que durante el encuentro nunca hablaron de la construcción del muro binacional que el republicano hizo bandera de su campaña.
Trump, más tarde ya de vuelta en su país, acusó a Peña Nieto de mentir y reiteró que México terminaría pagando la construcción del muro.
TODO EL POWER
Con la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no sólo acuerdos económicos empezaron a tambalear, también en materia de cambio climático. Para el magnate neoyorkino, esta problemática mundial es un “engaño” creado por los chinos para ser más competitivos. Para los activistas y las organizaciones, esa manera de pensar de Trump pone en riesgo el Acuerdo de París, que entró en vigor la semana pasada. Algunos expertos incluso están preocupados de que el próximo Presidente de Estados Unidos se retire de ese tratado a nivel mundial que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de la organización Greenpeace en México, alertó que Trump a cargo de un país como Estados Unidos trazará “un futuro adverso” para todo el planeta en materia ambiental. Y es que el magnate incluso ha dicho que al llegar a la Presidencia acabará con el pacto que incluye a más de 195 países.
Por su parte, el Centro para la Diversidad Biológica alerto: “No es casualidad que Trump haya declarado la guerra tanto a la protección del medio ambiente como a la justicia social. Estos están profundamente entrelazados. La visión de Trump es oscura. Peligrosa. Su elección pone en duda nuestros valores morales más profundos”.
El problema es que a Trump no le interesan esos temas, ni conciliar con la comunidad internacional, ni nada. Y tiene el poder para pasar por encima de todos, juntos o por separado.
“Aunque buena parte de su programa será difícil de ejecutar, no tendrá la excusa de muchos presidentes que han incumplido sus promesas: la de un Congreso controlado por la oposición. Trump asume con un gobierno unificado, ya que los republicanos controlan las dos cámaras”, dijo ayer la agencia Associated Press.
En efecto. En casa, Donald Trump llega con todo el poder. El nivel de control de las capitales estatales por parte del Partido Republicano será el más alto en casi un siglo. Es tan arrollador el triunfo, que desde 1922 no se había visto algo similar. Un resultado electoral extraordinario que impulsó al candidato republicano a la Casa Blanca también proporcionó victorias republicanas en tres estados gobernados por demócratas: Missouri, New Hampshire y Vermont. La única potencial derrota republicana sería en North Carolina, donde el secretario de justicia del estado Roy Cooper se declaró victorioso sobre el Gobernador Pat McCrory.
Si la pequeña ventaja de Cooper se mantiene, los republicanos controlarán 33 de los 50 gobiernos estatales. No se queda allí. Además, parece probable que los republicanos mantengan el control de aproximadamente dos terceras partes de las cámaras estatales, lo que significa que en muchos estados tendrán el poder de promulgar las políticas que deseen.
Un poder que, además, recae en una persona voluble, mentirosa, pragmática y peligrosa.
Gerardo López Cervantes, economista de la Universidad Autónoma de Sinaloa, dijo a SinEmbargo que “los inversionistas ven en Trump a una persona irreflexiva, con arrebatos y un gran desconocimiento de la economía y de la gestión pública. Una persona sin experiencia ni conocimiento es una verdadera amenaza a la estabilidad de un país. Si Trump sigue con arrebatos y no tiene conductas prudentes, se puede caminar hacia una inestabilidad mundial”.
“Lamentablemente México resentirá con mayor fuerza el resultado de la elección presidencial en Estados Unidos sobre todo por el TLCAN y el impuesto especial automotriz”, consideró el economista Pablo Cotler Ávalos.
"La política requiere mucha diplomacia y Trump no la aplica. Su llegada a la presidencia en EU con esta actitud no depara nada bueno, a menos que él reconsidere su actuar", dijo Enrique Orviez, jubilado de Petróleos Mexicanos (Pemex). Alto, con ojos color aceituna, bigote largo y canoso, dijo sentir preocupación por los migrantes mexicanos que tienen años radicando en el país vecino, ya que pueden ser deportados.
"Con la deportación avizoro un incremento en el desempleo, un aumento del comercio informal y posiblemente en la delincuencia; no debemos perder de vista en la parte económica la paridad del tipo de cambio, dado que esto perjudicaría a las empresas que tengan pasivos en dólares", alertó. Dijo también que "los mexicanos debemos ocuparnos de nuestros problemas con un Gobierno corrupto y solapador. Los habitantes de Estados Unidos son los que van a resentir de primera mano los posibles cambios. Como país, considero que debemos esperar los movimientos del nuevo Gobierno para tomar las acciones convenientes. Espero que su equipo de asesores actúe adecuadamente y logre ayudarlo a superar sus impulsos y con esto ayudar no sólo a México sino a todo el mundo".
Luis Santos Martínez, de 37 años, dijo a SinEmbargo que con la llegada de Trump a la Casa Blanca se avecina una “crisis económica mayúscula, aún más fuerte que la que ya hemos vivido por décadas”. El profesor de inglés dijo sentir “una gran incertidumbre” debido a que no se sabe realmente cuánto pueda afectar la elección de Trump a los bolsillos de los mexicanos en el día a día. "Pienso que ni los grandes analistas pueden predecir lo que vendrá".
“Se viene un clima de zozobra. No sé si es momento de seguir gastando como lo hacía hasta ahora o de ponerme a ahorrar. Pero si todos tomamos la actitud de no gastar, creo que empezaremos a detener la economía nosotros mismos, por el temor de lo que vendrá. Creo que a muchos nos dará miedo usar un crédito de lo que sea", comentó.
Hipólito García, de 72 años, dijo que “desde ayer que estuve escuchando los resultados, que vi que no le favorecían a la señora Clinton, me empecé a sentir muy triste y preocupado”.
García es empleado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desde hace 52 años y es padre de una mujer que vive en San Francisco, que estudió en la Universidad de California, en Berkeley y que ya tiene la nacionalidad estadounidense. Dijo que está preocupado por “la situación de toda la gente que se va de aquí buscando mejores horizontes porque cuando nos los regresan –he visto en años anteriores– que al estar acostumbrados a ganar en dólares y les va más o menos bien se encuentran con que acá no es la misma situación”.
Consideró que parte de los 11 millones de indocumentados que planea deportar Trump, “al tener una familia que mantener, se conviertan en delincuentes porque no les queda otra posibilidad, aquí no hay muy buenos empleos y los pocos que hay son muy mal pagados”.
“Es muy preocupante que este señor cumpla con todo lo que amenazó. Quizá no deporte a todos los que dijo, pero sí empezará a tomar acciones. Nos engañaríamos si pensamos que no va a pasar nada. Definitivamente sí nos va a afectar mucho que este señor Trump haya llegado a la Presidencia”.