Por Isaias Alvarado
Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo/La Opinión).– Un testigo del arresto de Daniel Beltrán por agentes del Sheriff en Rancho Cucamonga, California, ocurrido el lunes afirmó que vio cuando uno de los uniformados golpeó dos veces al inmigrante cuando éste ya estaba sometido.
Según Beltrán, residente de Fontana, tres agentes lo golpearon "salvajemente"a pesar de que no opuso resistencia durante su arresto, que ocurrió después de una parada de tránsito la madrugada del lunes, y esto le habría dejado fracturas en el rostro y lesiones internas.
Mientras el Sheriff de San Bernardino investiga los detalles de esa detención que sucedió cerca del cruce de Duncaster Place y Coyote Drive, tres videos subidos al portal YouTube muestran parte del arresto y en éstos se escucha a Beltrán implorando por ayuda.
“¡Por favor, ayuda!”, gritaba Beltrán tendido bocabajo mientras dos agentes estaban sobre su espalda, se observa en una de las grabaciones. “¡Déjenme ir!”, insistía el inmigrante.
Otro video muestra cuando Beltrán, sujeto a una camilla, es trasladado a una ambulancia. “¡Jesucristo, por favor, ven!”, continuaba gritando el hombre. “¡Alguien que me ayude!”, imploraba.
APARECE SUPUESTA TESTIGO
Kimberly Acosta, una estudiante que grabó esos videos con su teléfono celular, afirmó que observó cuando uno de los agentes le dio dos puñetazos a Beltrán, aunque por la oscuridad no está segura si le golpeó el rostro o un costado del cuerpo al hombre. Para ella, eso fue una “acción brutal” que merece castigo.
“Con mis propios ojos miré cuando uno de los policías le pegó dos puños al hombre que estaba en el piso”, dijo Acosta en una entrevista con La Opinión.
“Me pareció muy mal hecho de la Policía, haberle dado dos puños, y yo me pregunté a mí misma: ‘¿Eso es legal? ¿Es apropiado?'. Que si la Policía puede hacer eso, pegarle a un hombre que ya esté acostado y con esposas, sin moverse […] Me parece como una acción brutal de parte de la Policía”, dijo.
El Sheriff de San Bernardino no comentó inmediatamente sobre este alegato, ni sobre los videos.
El reporte policial sobre el suceso asegura que el hombre se resistió al arresto e intentó tomar el arma de un agente.
LA DETENCIÓN
La esposa de Beltrán, Rosa Rodríguez, relató que alrededor de la 1:00 a.m. del pasado lunes ella conducía el auto en el que su marido viajaba como pasajero, cuando una patrulla de la estación del Sheriff en Rancho Cucamonga les ordenó detenerse. El coche tenía fundido un foco trasero.
La mujer contó que mientras la agente que los detuvo redactaba la infracción, su hijo de tres años (que viajaba en la parte trasera del auto) empezó a llorar y a Beltrán se le ocurrió ir a pedirle a la mujer policía que entendiera el malestar del niño y que los dejara irse a su casa.
Pero la agente siguió a Beltrán con la intensión de arrestarlo y éste regresó al coche, aseguró las puertas y se negó a salir. Más tarde llegaron al lugar tres agentes más y lo sacaron por la fuerza del auto.
“Me empezaron a golpear, yo traté de correr por mi vida y cuando di cinco pasos me electrocutaron y cuando estaba en el suelo me siguieron golpeando. Yo les gritaba ‘no me estoy resistiendo'”, contó Beltrán a La Opinión el martes.
Beltrán alega que le dieron dos descargas con una pistola eléctrica y varios puñetazos. También, según él, una agente le expresó con desprecio: “eres la raza equivocada para estar en esta área”.
Acosta, que observó parte del arresto a solo unos pasos, dijo que para callar a Beltrán uno de los agentes lo amenazó. “Ni siquiera se podía mover [porque estaba sujeto a la camilla] y el policía le dijo: ‘te voy a dar otra descarga eléctrica si no te callas'”, comentó.
La estudiante, quien vive a unos pasos del lugar donde ocurrió la detención, dice que se sorprendió cuando vio una imagen de Beltrán hinchado del rostro. “Nunca pensé que el señor que estaba acostado quedara así, con esos golpes en la cara y el ojo así, horrible. No lo podía creer”, expresó.
Acosta dice que su barrio es tranquilo, pero que ahora le preocupa el actuar de la Policía.
“Me siento muy insegura ahora por lo que pasó […] Ya uno se siente asustado por cualquier cosa, por si una luz está dañada, que la Policía te pare y te trate mal”, dijo.