A propósito de la presentación del informe “Libertades en resistencia” de ARTICLE 19, vale la pena recuperar las historias a partir de las cuáles escribimos el informe y algunas otras reflexiones. Sin duda, las cifras muestran las tendencias, la magnitud del problema, pero ninguna cifra es tan grande frente al dolor de quienes sobreviven una agresión.

Por esto, quiero compartir este mini documental, donde tratamos de retratar lo que supone la impunidad para Alicia Blanco viuda de Pedro Tamayo y para Erika Olmos, hermana de Salvador Olmos. Después de verlo, las palabras se ahogan en el silencio.

En la presentación mencioné que este 2016 mostró con claridad que la intención de las violencias contra la libertad de expresión es limitar los flujos de información que llega a la sociedad mexicana. Por el medio que sea (las agresiones, las leyes, las malas prácticas) y a costa de lo que sea, nos quieren privar de cualquier información que dé cuenta de una mala gestión gubernamental, de todas las instancias y en todos los niveles de gobierno.

Estas violencias se han ido recrudeciendo y se vuelven más cínicas, menos inhibidas –más aún frente a un proceso electoral en puerta. Quienes ejercen la libertad de expresión en México tienen que enfrentarse en un terrero que, de facto, los pone en desventaja con su adversario y, como producto de este juego desequilibrado, la sociedad recibe información a medias.

11 periodistas asesinados y 426 agresiones son los números que marcaron a 2016 como el año más letal para la prensa. Pero estos no vienen solos, están acompañados de un 99.75% de impunidad y solo una cuarta parte (118) de averiguaciones y carpetas de investigación abiertas por parte de la Fiscalía Especial de Delitos contra la Libertad de Expresión[1], la cual recibió un presupuesto de 25 millones de pesos para cumplir con el encargo que le fue encomendado. En lo que va del sexenio, 30 periodistas han sido asesinados.

La impunidad es una forma de violentar, de agredir y es la misma que nos arrebató a Pedro Tamayo, a Regina Martínez, a Moisés Sánchez, a Rubén Espinoza a Gregorio Jiménez a Anabel Flores y a Salvador Olmos. Es la que permitió el asesinato de tres periodistas el mes pasado y que 23 sigan desaparecidos.

La impunidad ante la violencia contra la prensa hizo del 2016 un año histórico con cifras inéditas, un crecimiento de agresiones de 29% respecto a 2013 (primer año de gobierno en este sexenio) y del 163% respecto al cuarto año de gobierno del Presidente Felipe Calderón.

Pero esta impunidad tiene respuestas cuando observamos que los funcionarios públicos son la mayor amenaza a la libertad de expresión; en 2016 el 53% de las agresiones vino de los agentes del Estado y es imposible pensar que este se investigue a sí mismo. Por esto, es tan importante hablar de autonomía en la procuración de justicia, por esto es indispensable que Raúl Cervantes no sea el nuevo Fiscal, por esto es necesario discutir en conjunto sobre el nuevo modelo de Fiscalía General.

Combatir la impunidad en México requiere cambios en las estructuras de poder y en las narrativas sociales, la negación del problema o el cambio de interpretación por parte del gobierno ya no es sostenible ¡no se puede tapar el sol con un dedo!

[1]PGR (diciembre de 2016). “Informes estadísticos de la fiscalía especial de atención a delitos cometidos contra la libertad de expresión”. México: FEADLE.

Ana Cristina Ruelas

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Ana Cristina Ruelas, colabora en la oficina regional para México y Centroamérica de ARTICLE 19. Es abogada y maestra en administración pública y políticas públicas. Se desempeño como Directora Regional y Oficial del Programa de Derecho a la Información en la misma organización y ha trabajado en organizaciones de derechos humanos en México y en Perú en temas relacionados con participación ciudadana y educación para el desarrollo.

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