Saira Rodríguez Salgado denunció que tras la liberación de su mamá, Nestora Salgado, el gobierno de Héctor Astudillo le retiró la protección que le fue brindada en los dos sexenios anteriores a pesar de que las amenazas en su contra no han cesado. Dijo que ella y su familia continúan residiendo en Olinalá para evitar mayores riesgos, sin embargo, “dada la situación que estamos viviendo, no estoy segura ni en mi propia casa”
Por Lourdes Chávez
Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo/El Sur).- A cinco meses de que el Mecanismo de Protección a Personas y Defensoras de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), se negó a ratificar medidas cautelares de seguridad a su favor, y mes y medio que el gobierno de Guerrero le retiró la custodia de la Policía Estatal, la hija de Nestora Salgado García, Saira Rodríguez Salgado, denunció una nueva agresión en su contra.
Vía telefónica informó que el jueves 4 de mayo, alrededor de las 22:00 horas, hubo disparos cerca de su casa, y uno de los impactos de bala dio a unas pulgadas de la ventana de su dormitorio, en Olinalá.
Indicó que le pareció ver una camioneta desconocida cerca de su casa, después escuchó varias detonaciones continuas; no supo precisar si fueron ráfagas o disparos, tampoco el tipo de arma.
Antes, dijo, notó personas en motocicletas rondado el lugar. A modo de explicación, añadió que es del conocimiento público que en Olinalá los llamados halcones se trasladan en este tipo de vehículos.
Recordó que en la administración del Gobernador Ángel Aguirre Rivero le otorgaron como medida de seguridad el acompañamiento de un policía estatal durante las 24 horas, luego de que en junio de 2014 una mujer que viajaba con ella en un autobús fue bajada del transporte público y asesinada sin razón aparente.
A la fecha, Rodríguez Salgado sostiene que la mujer, originaria de Guadalajara, fue confundida con ella. “No había razón para que le hicieran daño, salió a tratarse de cáncer de mama, estaba casada con alguien de Olinalá, íbamos con ropa del mismo tono y llevaba una niña de la misma edad que mi hija mayor”, indicó.
Explicó que después recibió como medida de seguridad la custodia de un policía, cuyo resguardo fue avalado por el Mecanismo de Protección a Personas y Defensoras de Derechos Humanos, que meses después autorizó la medida cautelar a cargo del gobierno del estado.
Sin embargo, informó que en enero pasado el comité del Mecanismo determinó no ratificar la protección, y le retiró las medidas de caución.
El 18 de marzo, una vez que su mamá, la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, salió de la prisión de Tepepan, le quitaron el resguardo policiaco por indicaciones del Gobernador Héctor Astudillo Flores, denunció.
Consideró sospechoso que dos gobernadores mantuvieron la custodia y en esta administración, a pesar de que las amenazas nunca cesaron, igual que la violencia en el estado, se las retiró.
Aclaró que sus abogados impugnaron que el mecanismo de protección no haya ratificado las medidas cautelares, procedimiento que sigue en revisión en tribunales. Mientras tanto, ella y su familia se mantienen en el municipio para evitar mayores riesgos, sin embargo, “dada la situación que estamos viviendo, no estoy segura ni en mi propia casa”.
Consideró que no había necesidad de ir de nueva cuenta a Chilpancingo a solicitar el resguardo “porque los mismos policías estatales fueron testigos de lo inseguridad en Olinalá y en todo Guerrero”.
