Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).– Principal víctima de la ruptura del Pacto por México y en suspenso por 24 días, la Reforma Financiera fue presentada ayer por el Presidente Enrique Peña Nieto en el Alcázar de Chapultepec y en breve será enviada al Congreso de la Unión, lo que –según analistas del sector financiero- despejó con creces el panorama para el otorgamiento de crédito en México.
“Si a las instituciones financieras, expandirse a otros segmentos les implica riesgo de pérdidas, no lo harán”, dijo José Antonio Quesada, socio responsable de PWC. Y explicó que sólo con un nuevo marco normativo generarán más préstamos.
Para Óscar Ortiz, socio líder de la Industria de Servicios Financieros de Deloitte, en el sector, el suspenso en la reforma no generó incertidumbre, propiamente. “Los banqueros, basados en el andamiaje de reformas del gobierno federal, confiaron en que tarde o temprano la reforma sería presentada. Su confianza hoy está más cimentada. Tienen un panorama despejado. Para el crédito, las condiciones están por darse. Esta confianza se debe en mucho a los indicadores macroeconómicos que avalan una estabilidad económica y solidez hacia la banca”.
A través del proyecto del Ejecutivo, de casi mil páginas serán reformados 34 ordenamientos con 13 iniciativas de ley. Tanto la banca de desarrollo y mercantil quedarán fortalecidas para otorgar crédito a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
A la vez, el conjunto de enmiendas facilitará la ejecución de garantías en caso de incumplimiento de pagos y facultará a los reguladores para penalizar a las instituciones que no presten lo suficiente.
Para los analistas, el pronóstico es que la banca comercial preste a las Pymes y el gobierno comparta el riesgo.
¿Pero por qué se requieren estos cambios regulatorios ?
José Antonio Quesada, socio responsable del sector financiero de PWC, responde que los niveles de rentabilidad de las instituciones financieras en segmentos como el de consumo es alto, pero la demanda también, y los bancos –sin regulación nueva- no tomarán riesgos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, en México existen cinco millones de unidades económicas, de las cuales más de 90 por ciento está integrado por las Pymes. La banca sólo acredita a 650 mil, de modo que hay un mercado por conquistar.
Y no es un mal momento. Ayer, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, expuso: "Hoy tenemos la oportunidad, por primera vez en décadas, de hacer una transformación del sistema financiero que no parte de una emergencia o una crisis, sino de la solidez de la banca".
Frente al Presidente Peña Nieto y los líderes de los principales partidos políticos, signantes del Pacto por México, restituido 24 horas antes, Videgaray aseguró que el índice de morosidad en México, en febrero, fue de 2.6 por ciento. El funcionario se basó en el dato para exponer que México tiene una banca fuerte, una banca sólida, pero presta poco.
En torno a la presentación de la Reforma Financiera hay dos temas que para Óscar Ortiz, socio líder de la Industria de Servicios Financieros de Deloitte México, son imprescindibles y por lo menos ayer, no fueron aludidos. El especialista expuso que en efecto, hay un círculo virtuoso generado en el andamiaje de reformas, pero hace falta tener clara la regulación para leyes que inhiban el lavado de dinero y propicien la educación financiera. “De nada servirá que haya muchos productos en los servicios financieros si el acceso a ellos está entorpecido por estos dos factores”, dijo.
LAS TASAS NO BAJARÁN POR DECRETO
De acuerdo con el titular del Ejecutivo, la Reforma Financiera no busca reducir las tasas de interés por decreto, sino que aspira a la flexibilidad. “Tenemos en México uno de los sistemas financieros más sólidos y robusto, sin embargo, uno de los que menos presta a nivel mundial… El crédito de bancos afecta a los que más lo necesitan”, exclamó Peña Nieto.
En la jornada de ayer, durante la cual el Presidente asistió a dos eventos públicos, el primero en el Alcázar de Chapultepec y el segundo en el Centro de Convenciones Banamex, a la 23 Convención de Aseguradores de México, la Reforma Financiera fue el centro de los discursos y exposiciones. En ambos eventos, Peña Nieto insistió en que no se trata de una reforma fiscal, sino financiera. Ante los aseguradores dijo que México tendrá crédito con intereses bajos y se congratuló de un informe recién recibido: durante la mañana la calificadora Fitch había subido la evaluación para México de largo plazo en moneda extranjera a "BBB+”.
La Reforma Financiera fue uno de los acuerdos originales del Pacto por México. Desde enero, apenas iniciado el gobierno de Enrique Peña Nieto, las fuerzas políticas firmantes de ese convenio político incluyeron un compromiso que implicaba cambios para el marco legal de la banca comercial. Los banqueros aspiraban a llegar a su tradicional convención bancaria en Acapulco con el conocimiento del anteproyecto. Pero el quebranto en el Pacto por México lo impidió. Ayer, por fin, el documento fue presentado.