Washington, 8 Dic (Notimex y agencias).- El procurador general de Estados Unidos, Eric Holder, reconoció hoy que el Departamento de Justicia dio al Congreso información imprecisa sobre “Rápido y Furioso” y aceptó la responsabilidad final por la “fracasada” operación.
Ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Holder aseguró empero que estas fallas no fueron intencionales, sino resultado de errores en la verificación de la información inicial que sirvió de base para las misivas enviadas a legisladores.
“Es una realidad desafortunada que continuaremos sintiendo los efectos de esta fallida operación durante años”, dijo Holder en una audiencia ante el comité de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes.
“Armas perdidas durante esta operación continuarán apareciendo en escenas de crímenes a ambos lados de la frontera”, añadió el Fiscal General en su discurso de apertura ante los legisladores.
Hasta un total de 2 mil armas semilargas, compradas durante meses por personas a sueldo de organizaciones criminales mexicanas, fueron introducidas en México bajo conocimiento de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF, por sus siglas en inglés).
Holder asegura que desde que estalló el escándalo de la operación “Rápido y Furioso” (Fast and Furious, en inglés) en enero pasado no estaba al corriente, pero la oposición republicana, que destapó el asunto, exige su dimisión.
El agente de la policía fronteriza estadunidense Brian Terry murió a balazos el año pasado y una de las armas halladas en la escena del crimen pasó ilegalmente a México bajo supervisión de “Rápido y Furioso”, que funcionó entre 2009 y 2010.
El director de la ATF fue removido de su cargo a causa del escándalo el pasado 30 de agosto, que también provocó dimisiones de autoridades policiales en el principal estado afectado, Arizona.
Previamente, antes de la audiencia, Holder había declarado que consideraba inexcusable que la ATF usara una táctica policial llamada “armas caminantes” para identificar y enjuiciar a los traficantes de armas que opera en la frontera entre México y Estados Unidos.
Además, sostuvo que el Departamento de Justicia ha cooperado plenamente con el Congreso en cómo ATF perdió la pista de centenares de armas adquiridas ilícitamente en Arizona y que la agencia debía seguir. Muchas de esas armas fueron luego recuperadas en los lugares en que fueron cometidos delitos, tanto en México como en Estados Unidos.