Nos iría mal con Donald Trump, pero Hillary Clinton tampoco es una buena noticia. Los analistas dicen que, gane quien gane, comercio y migración serán revisados por Estados Unidos. Pero, independientemente de lo anterior, México arrastra problemas internos que se han agravado en los últimos años: la crisis de derechos humanos, la deuda histórica, la falta de crecimiento y de inversión; salarios de hambre, desigualdad, caída de los ingresos petroleros, aumento de la pobreza y una violencia incontenible, a una década (que se cumple en diciembre) de que Felipe Calderón lanzara la guerra. Ciertamente Trump plantea una amenaza histórica, pero sólo vendría a agravar problemas que México vive desde antes de la elección: impunidad, corrupción, ausencia de Estado de Derecho, debilidad de las instituciones y la promesa rota de que una serie de reformas estructurales, en parte alentadas por el vecino del norte, traería bienestar a los ciudadanos.
Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).– Donald Trump ha sido racista, mentiroso, misógino, ofensivo, fascista y particularmente insultante con México. Hillary Clinton ha apelado al voto de los latinos y ha prometido respeto a los derechos de los mexicoamericanos. Los analistas, e incluso los equipos de campaña, han dicho que la posición de Trump se suavizará si gana porque tendría que someterse a un Congreso poderoso. De Hillary dicen que, contrario al otro, si llega a la Casa Blanca, no será una “aliada natural” de México como lo fueron los Bush o su esposo, Bill.
Con la moneda en el aire, en lo que todos coinciden es en que no serán momentos fáciles para México, gane quien gane, porque el discurso de la elección ha movido las mojoneras más hacia la derecha, en respuesta a un electorado que está nervioso por la economía, la falta de empleo y de oportunidades, y que ve en los extranjeros, como lo hizo durante todo el siglo XX, una amenaza.
El Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) se revisará, apuesta la mayoría de los especialistas. También se revisará la migración. Gane quien gane.
Especialistas han dicho durante toda la campaña que, sea Clinton o Trump, México pasa por un momento de incertidumbre y debilidad histórica. La amenaza de los dos candidatos punteros es histórica también, pero sólo agregaría lluvia sobre el piso de por sí mojado. El país cumple, este diciembre, diez años de violencia consecutiva, y todavía no hay una estrategia que funcione para contener a los criminales. La deuda externa, de 50.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) es la más alta del México moderno y, sólo para dar una idea, peor aún que la que llevó al resquebrajamiento de la economía entre 1995 y 1997.
Derivado de las estrategias fallidas, una crisis de derechos humanos azota al país de sur a norte, así como el aumento de todos los indicadores de la violencia: extorsión, secuestro, robo, homicidio.
Con lo anterior, o sumado a ello, está la crisis política y social. Al menos cinco ex gobernadores o gobernadores en funciones son acusados de saqueo, pero ninguno de ellos ha pisado la prisión, haciendo todavía más evidentes los indicadores que dicen que México es uno de los países con el más alto nivel de impunidad. César Duarte, Javier Duarte, Roberto Borge, Rodrigo Medina, Guillermo Padrés, los hermanos Humberto y Rubén Moreira están acusados ante las autoridades judiciales por presunto robo de recursos públicos, pero ninguna autoridad ha procedido en su contra. Los une a todos que son hijos de dos partidos poderosos: el Revolucionario Institucional (PRI, en el que milita el Presidente Enrique Peña Nieto) y Acción Nacional (PAN), que ocupó durante 12 años consecutivos la Residencia Oficial de Los Pinos.
Como contraste, la pobreza en el país ha devorado a dos millones de mexicanos más, hasta donde se tienen datos, porque el índice que medía a los pobres fue manipulado y dejó de funcionar. México es uno de los países con mayor desigualdad. También tiene los primeros lugares en padecimientos relacionados con el abuso y la pobreza: obesidad, diabetes y males cardiacos acaban con la vida de mexicanos cada año.
A eso hay que sumarle otros problemas crónicos: que somos un país que apenas crece; que el trabajo es mal remunerado y tenemos el salario más bajo de todo América Latina; que las reformas estructurales que se habían planteado como una respuesta a lo anterior simplemente no funcionaron, y que hemos gastado gran parte de nuestro bono demográfico en esperar que las políticas públicas que suponía la transición democráticas trajeran mayor bienestar.
El Estado de Derecho está vulnerado; los partidos políticos, pilar de la democracia a la mexicana, no tienen buena fama; instituciones como el Seguro Social están básicamente derruidas mientras una serie de malas decisiones afectan a otras, como al Ejército mexicano, que debe pelear una guerra contra los criminales que constitucionalmente pertenece a los civiles.
De regreso a la elección: gane quien gane, pues, en Estados Unidos, agarrará a un país debilitado y en problemas.
GANE QUIEN GANE, MÉXICO PIERDE
Para el diplomático mexicano Enrique Berruga Filloy esta elección de EU dejará en México “impactos múltiples”, gane quien gane. Debemos estar preparados, dijo a SinEmbargo, para una depreciación importante del peso por una fuga de divisas, la falta de confianza en la economía mexicana, la revisión del TLCAN y el retiro de inversiones estadounidenses en el país. Y también para lo que esto va provocar en el tema de la seguridad interna: “Porque el desempleado de la noche a la mañana empieza a ver cómo buscarse la vida, y una fórmula que ha pasado en México es delinquir. Es una bola de nieve que en su momento puede llegar a constituir una preocupación para el mismo Estados Unidos. Si México es un país que se torna muy revuelto, no es un escenario inmediato, pero si llegara a ocurrir, la preocupación también sería para ellos”, dijo quien fuera representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas del 2003 al 2007.
ROMPER TLCAN SERÍA “DEVASTADOR”
El candidato republicano ha prometido en innumerables ocasiones que, de llegar a la Casa Blanca, romperá el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que políticos y especialistas de Estados Unidos y México consideran dañaría gravemente a la economía mexicana, pero también a la estadounidense. Destruirlo, explican, golpearía a EU, pero para México sería “devastador”, sobre todo para el peso y el crecimiento. Antonio Garza, ex Embajador de EU en México [2002 a 2009] durante la administración de George W. Bush, alertó que “si los cambios renegociados hacen más difícil de llevarlo a cabo o de invertir en la región, entonces el impacto en la economía estadounidense será rápido y negativo”. En tanto, Luis Rubio, socio de la firma de abogados Jones Day y quien fue miembro del equipo de negociación del TLC a nombre del Gobierno mexicano, advirtió que de negociarse el tratado el país vecino estará enviando una señal de que también pude renegociar otros tratados en el mundo, lo que podría plantar preocupación entre los inversionistas extranjeros que operan en aquel país.
TLCAN: BENEFICIOS EN MÉXICO
Si se ponen en una balanza, el TLCAN le ha dado a México más beneficios que golpes, por lo que si el magnate neoyorquino gana la elección de este martes y logra que la mayoría del Congreso estadounidense lo apruebe, sería una pesadilla para el país. De 1993 a 2015, las exportaciones mexicanas enviadas a Estados Unidos, su principal socio comercial, aumentaron su valor 650 por ciento al pasar de 23 mil 766 millones de dólares a 178 mil 432 millones de dólares, de acuerdo con la Secretaría de Economía (SE). El comercio bilateral ascendió el año pasado a 229 mil 249 millones de dólares. En materia de inversiones, en 2015 México registró 28 mil 382.3 millones de dólares por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED), 25.8 por ciento más que en el 2014; un 53.1 por ciento provino de EU y 3.8 por ciento de Canadá, y principalmente es en manufactura [autos, computadoras, pantallas, partes para aviones y línea blanca].
PESO DÉBIL CON HILLARY O TRUMP
Sea Hillary Clinton la que llegue a la Presidencia de EU o sea Donald Trump, la moneda mexicana no se recuperará porque su debilidad está en casa, coinciden analistas económicos y financieros. Hace algunas semanas, el semanario The Economist publicó que si Trump pierde la elección de este martes, el peso apenas y si tendrá un respiro. Los analistas ven, más allá de las elecciones en Estados Unidos, factores internos que han debilitado la moneda: el bajo crecimiento, la menor inversión pública en infraestructura, la caída de los ingresos petroleros, el aumento de la deuda del país a niveles históricos, el repunte de la pobreza y el incremento de la corrupción y la violencia, entre otros, son obstáculos que han frenado el desarrollo del país en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
NI REFORMAS NI PRESUPUESTO AYUDAN
Analistas financieros en México y el extranjero consideraron que el presupuesto para 2017 es insuficiente para que la economía mexicana crezca, mientras que las reformas estructurales aprobadas en el sexenio de Enrique Peña Nieto no han dado los resultados que se esperaban para blindar al país de las sacudidas que se avecinan con el cambio de Gobierno en Estados Unidos. “El presupuesto muestra que el gobierno está haciendo poco para liderar el crecimiento: la inversión pública era sólo el 3.1 por ciento del PIB en el primer trimestre, el más bajo desde 1939”, mencionó el diario Financial Times en una nota firmada por James Fredrick. nalistas financieros consideran que el presupuesto para 2017 es insuficiente para que la economía mexicana crezca. De acuerdo con el influyente diario británico, la Reforma Energética, la mayor apuesta del Gobierno federal, no marcha y sus posibilidades de grandes inversiones petroleras en aguas profundas no se vern sino hasta 2018, si bien le va al país.
MALOS MANEJOS EN PEMEX
Ni Trump como Presidente ni Hillary, como la primera mujer que llegue a es puesto en la Nación más poderosa del orbe, cambiarán la situación endeble de Petróleos Mexicanos (Pemex), la “joya de la corona” de las finanzas públicas en México, coinciden especialistas. La situación financiera de la petrolera está en riesgo ya que enfrentará una insolvencia por una elevada carga fiscal, la exigencia de recursos por parte del propio Gobierno mexicano y un paquete de medidas insuficiente, alertó hace unos días Fitch Ratings. “Pemex tendrá que endeudarse de una manera insostenible si el Gobierno mexicano le continua demandando distribuciones en forma de impuestos”, advirtió. Pese a que la Dirección General de Pemex lanzó la semana pasada un plan maestro para salvar la empresa, el domingo se publicó que la empresa destinó 56.3 millones de pesos al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) para organizar un mes de juegos deportivos. El Sindicato es liderado por el priista Carlos Romero Deschamps, considerado como uno de los hombres más corruptos de México.
CORRUPCIÓN QUE GENERA ODIO
Un Alcalde mexicano que le pidió, parece, un soborno de 20 millones de dólares por entregarle playas vírgenes de una reserva natural en Quintana Roo. Un empresario que, acusa, lo estafó con el certamen Miss Universo. Un mal negocio y una demanda perdida por unas torres de condominios frente al mar, en Baja California. Donald Trump intentó hacer negocios en México varias veces. Y siempre perdió. Cada una de esas derrotas, varias en juzgados mexicanos, fueron metiéndole la idea del muro. Y el día que vio que los cineastas mexicanos ganaban los Óscar, estalló; hizo pública su idea: México está lleno de corruptos estafadores, dijo, y es necesario construir un muro para separarlos. Luego vinieron las primarias para la Presidencia de Estados Unidos, y arrasó. Su discurso de odio contra México se hizo más marcado cada día, y eso le atrajo votos. Hoy, ese discurso contra los mexicanos y su corrupción lo tienen a las puertas de la Casa Blanca.
RELACIÓN CON EPN
Hillary rechazó la invitación que le hizo Peña Nieto a México, luego de que el presidente mexicano recibiera a su contrincante en Los Pinos. Evidentemente a la ex Primera Dama no le gustó el proceder del gobierno mexicano. Trump, por su parte, cruzó acusaciones de deslealtad con Peña Nieto apenas horas después de su encuentro en México. No se aprecian, simplemente, muchas ganas en los dos aspirantes por venir a México pronto después de la elección.
¿Y LOS DERECHOS HUMANOS?
El gobierno mexicano podría enfrentar problemas en esta materia si gana Hillary. Un día después de la visita de Trump a México, Hillary dijo que “México continúa luchando con graves problemas, sobre todo cuando se trata de seguridad. Me preocupan especialmente los reportes de torturas, muertes y desapariciones forzadas en todo el país”. Con esa declaración dejo claro que no es precisamente fan del Presidente Enrique Peña Nieto.
UN MURO, LEYES DURAS
La idea de construir un muro en la frontera de Eu con México es probablemente la más mencionado por Trump durante su campaña. Analistas políticos y expertos en construcción coinciden en que el Muro de Trump no es realizable, sin embargo, su llegada a la Casa Blanca sin duda implicaría un endurecimiento de las leyes migratorias y mayores controles tanto de mercancías como de personas en los pasos fronterizos.
11 MILLONES DE DEPORTADOS
Trump podría expulsar del país a millones de personas si cumple sus promesas de campaña. Si bien los expertos aseguran que la deportación de al menos 11 millones de personas sería un proceso largo y excesivamente costoso, Trump podría intentarlo al menos, con consecuencias nefastas para millones de familias en Estados Unidos en el los países de origen a los que llegarían los deportados. Hillary, si sigue la línea de Barack Obama (el presidente que más deportaciones ha ordenado), también podría hacer de las expulsiones una impronta de su gobierno.
LA REFORMA OMABA-CLINTON
Hillary ha prometido que, ahora sí, la reforma será aprobada durante su administración. La reforma es probablemente el asunto más sensible para los hispanos en EU y para los familiares de los migrantes en los países expulsores. La reforma abriría la vida para la ciudadanía de millones de indocumentados. Si bien Barack Obama incumplió la misma promesa, hay posibilidades de que Clinton finalmente la impulse. Con Trump la posibilidad simplemente no existe.
VENTAS DE ARMAS
Las importaciones a México de armas y artículos militares provenientes de EU aumentaron 331% entre 2011 y 2015, si se compara con la compra de armas de México a EU en el periodo que va de 2006 a 2010, de acuerdo con el Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo. Gane quien gane entre Trump y Hillary, es de esperarse que el impulso que la guerra contra el narcotráfico ha dado a los fabricantes de armas en EU continúe.
EL PROBLEMA MIGRATORIO
Durante el gobierno de Barack Obama México se convirtió en un muro de contención de la migración centroamericana. Tan sólo de enero a septiembre del año pasado, Mexico deportó a más migrantes centroamericanos que Estados Unidos (118 mil migrantes contra 55 mil). Cualquiera, una presidencia de Clinton o una de Trump, sólo presagian más malas noticias a los inmigrantes centroamericanos que quieran seguir yendo al norte en busca del sueño americano.