La doctora Jessica Sevilla Pedraza desapareció el pasado viernes por la tarde cuando se dirigía al consultorio que logró abrir hace apenas un mes. Ese era su segundo trabajo del día. El día sábado, la noticia de que el cuerpo de una mujer fue hallado en la colonia El Hielo en Huixquilucan despertó todos los temores. Pero el terror llegó cuando se comenzaron a conocer los pormenores de ese asesinato, uno más perpetrado en el Estado de México, donde a cada caso le sigue la impunidad y el silencio. Esa mujer había sido degollada y le habían arrancado la piel del rostro. Esa mujer era Jessica.
En medio del dolor infinito por este arrebato, a los papás de Jessica les retumba la pregunta de por qué mataron de esa manera a su hija mayor, a su doctora. Y a las lágrimas, a las preguntas y ante la magnitud de violencia con que se quitó la vida a Jessica, las autoridades estatales responden con silencio absoluto.
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Ciudad de México, 8 agosto (SinEmbargo).- En Toluca, hoy se cierra un episodio que acaparó la atención del Presidente Enrique Peña Nieto, todo su gabinete y la del Gobernador Eruviel Ávila Villegas. Hoy el Tribunal Electoral del Estado de México otorgará la victoria de la elección de gobernador a Alfredo del Mazo Maza, el candidato del Partido Revolucionario Institucional. El que todos ellos apoyaron volcando todos los esfuerzos físicos y financieros; tuvo sus complicaciones, pero lograron la victoria que querían.
Y hoy a 30 minutos de Toluca, en el panteón local de Villa Cuauhtémoc, Otzolotepec, la señora Juana Pedraza y el señor Abel Sevilla sepultarán a su hija mayor Jessica, una doctora que se dedicaba diario y todo el día al trabajo y a cuidar a su hijo que tiene apenas un año de vida.
La doctora Jessica desapareció el pasado viernes por la tarde cuando se dirigía al consultorio que logró abrir hace apenas un mes. Ese era su segundo trabajo del día.
El día sábado, la noticia de que el cuerpo de una mujer fue hallado en la colonia El Hielo en Huixquilucan despertó todos los temores.
Pero el terror llegó cuando se comenzaron a conocer los pormenores de ese asesinato, uno más perpetrado en el Estado de México, donde a cada caso le sigue la impunidad y el silencio.
Esa mujer había sido degollada y le habían arrancado la piel del rostro.
Esa mujer era Jessica.
Hoy sus padres tienen el cuerpo en su casa y se preparan para ir a una misa de cuerpo presente en la Parroquia. Luego le darán sepultura en el panteón local.
En medio del dolor infinito por este arrebato, a los papás de Jessica les retumba la pregunta de por qué mataron de esa manera a su hija mayor, a su doctora.
Y a las lágrimas, a las preguntas y ante la magnitud de violencia con que se quitó la vida a Jessica, las autoridades estatales responden con silencio absoluto.
“Las autoridades no han hecho nada, no se han presentado, no nos han dicho nada. Lo único que sabemos es por amigos, conocidos, familiares que se han movido. Como siempre: burocracia, ineptitud. No han hecho nada. Yo quiero apoyo para que hagamos presión social; que la muerte de mi hija sirva para algo. No queremos 10, 20 Jessicas más. Que las autoridades se pongan a trabajar, que desquiten sus sueldos exhorbitantes”, dijo esta mañana a SinEmbargo la señora Juana Pedraza.
Detalló que ninguna autoridad se ha presentado para por lo menos decir que tienen su apoyo para esclarecer el caso y que lo que han logrado saber del acta que fue levantada, ha sido a través de los medios de comunicación, amigos, familiares y algunos abogados que se ofrecieron para ayudar. Tampoco en la entrega del cuerpo se presentó ninguna autoridad.
“Nosotros hicimos todo por Jessica. Somos de muy escazos recursos y aún así yo vi de dónde saqué para darle a mi hija… ¡y no debieron cortarle la vida así! Yo le decía ‘hija, no estudies medicina, yo no tengo para darte’, pero ella se aferró, presentó su examen a la Universidad Autónoma del Estado de México y no quedó. Pero era tan grande su deseo que buscamos una escuela muy baratita de paga y ella aceptó, quería estudiar en la escuela que sea porque su ilusión de ser médico era muy grande”, comentó su padre Abel Sevilla, con una voz en la que el dolor es más que evidente.
Contaron que ella ahora estaba feliz de tener dos trabajos, luego de que le había costado mucho esfuerzo conseguir alguno porque no tenía ningún contacto.
SU TRABAJO COMO MÉDICO
Ella trabajaba en Hospital Bicentenario de Xonacatlán de 7 de la mañana a las 13 horas y luego en su consultorio de las 14 horas hasta las 22 horas. Por sus méritos, logró obtener un trabajo en ese hospital los fines de semana y los días festivos de 8 de la mañana a las 20 horas.
El tiempo libre era para su pequeño.
“Mi hija iba para grande. Ella iba a presentar su examen para su especialidad en Ginecología y no sé por qué le cortaron la vida si ella no le hacía daño a nadie”, agregó su papá.
Y cuentan que el hijo de Jessica, de apenas un año, sólo sabe que su mamá no ha regresado de trabajar.
“Yo quiero que las autoridades me digan cómo le voy a decir al niño cuando me pregunte que a su mamá la mataron y que ninguna autoridad hizo algo por ella. ¿Cómo? Invito al señor Eruviel Ávila y a Peña Nieto que me digan cómo le voy a explicar, cómo le voy a decir. Que me digan cómo le diré que su mamá murió de esta manera. Que se tienten el corazón”, agregó la señora Juana.
Los padres de Jessica se sumarán a los actos de protesta que se han anunciado y propagado en las redes sociales y estarán ahí por su hija, porque, dicen, si no ha protesta todo se convertirá en estadística y no quieren que la muerte de Jessica sea un número o un archivo.
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“No queremos más familias sufriendo lo que no se imaginan que estamos viviendo nosotros”, dice el señor Abel; su esposa remató: “esta es la muerte en vida”.
Jessica, de 29 años, era la mayor de cinco hijas de la familia Sevilla Pedraza, por lo que a sus papás queda el temor por la seguridad de sus otras cuatro hijas, pero saben también que esa situación la comparten miles de niñas, jóvenes y señoras que viven en el Estado de México.
“Tengo cuatro hijas, ¿cuándo se va a poder salir a la calle sin el temor de que a la hora de salida les pueda pasar algo y quién sabe si regresen… como pasó con Jessica?. ¿Cuándo voy a tener esa seguridad de si ellas van a estar bien?”, concluyó el señor Abel.
Finalmente, la señora Juana lanzó este último mensaje: “Yo quiero que se haga presión, que se esclarezca este atroz, cruel asesinato de mi hija. Lo digo claro: ni a un criminal le hacen lo que le hicieron a mi hija. Quiero respuesta de saber por qué a Jessica y quiero justicia.¡Que den la cara las autoridades! ¿Dónde está el señor Eruviel?”.