Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).- En dos semanas, Felipe de Borbón será proclamado rey de España, quien se hará acompañar de la primera reina en la historia de su país plebeya, Letizia Ortiz Rocasolano, pero también pasará a la historia como un monarca con un fuerte lazo con América Latina, principalmente con México, país en el que encabezará su primer evento en América Latina.
La Cumbre Iberomericana de Veracruz, en diciembre de este año, será el gran estreno del rey Felipe VI ante los socios latinoamericanos de España. Pero no por ser la primera de estas citas que preside le resultará un ámbito extraño.
Felipe conoce a todos los mandatarios latinoamericanos porque desde 1996 se encargó de representar a España en las tomas de posesión de los jefes de Estado del otro lado del Atlántico. Volvía de una, la del nuevo Presidente de El Salvador, el día que su padre anunció su abdicación.
Como príncipe de Asturias realizó numerosos viajes a América Latina. Su prestigio allí es grande. La aclamación que le otorgaron en noviembre junto a Letizia los poderosos de la comunidad hispana en Miami, capital del poder latino en Estados Unidos, da una idea.
Su padre, el rey Juan Carlos, fue el primer monarca español que pisó América Latina. Jamás, tras la conquista, un rey español lo había hecho. Visitó todos los países, entre otras cosas promoviendo el modelo de éxito de la transición española, mediando en diferendos y abriendo camino a las empresas españolas.
Potenciar allí la presencia de esas empresas es una de las tareas del nuevo rey. Y ayudar a cerrar los conflictos empresariales y económicos que pueda haber.
“El rey Juan Carlos supo construir una política nueva con la América Latina”, escribía esta semana el ex Presidente de Chile Ricardo Lagos en el diario español El País.
“Tiró al pasado el concepto de la hispanidad —tan impregnado de franquismo— para construir lazos nuevos y modernos donde la Península Ibérica convocaba a sus contrapartes hermanas no solo a conmemorar el Quinto Centenario, sino a dar un sentido de siglo XXI a los valores compartidos”, añadió.
La relación que la Corona de la España democrática tiene con América Latina da a la abdicación de Juan Carlos y a la proclamación de Felipe VI una dimensión regional latinoamericana.
“Juan Carlos y Felipe fueron claves en la construcción de un puente ultramarino que se ha resquebrajado. Restaurarlo es uno de los tantos desafíos que deberá superar Felipe VI”, escribía el columnista político Carlos Pagni en el diario argentino La Nación.
La última Cumbre Iberoamericana, celebrada en octubre en Panamá, fue la primera en la historia de estos encuentros a la que faltó el rey Juan Carlos. El monarca, uno de los impulsores principales de estas citas, se recuperaba de una de sus operaciones y no pudo ir a la que, ahora se sabe, hubiera sido su última cumbre como rey.
Estuvo el príncipe Felipe, estando sin estar, porque no podía participar en las sesiones al no ser jefe Estado. Pero simbólicamente cubrió parte del vacío que dejaba su padre.
El rey no fue el único que faltó. No estuvo más de la mitad de los mandatarios de la comunidad iberoamericana, un gran fracaso en un encuentro que además estaba llamado a ser el de la renovación de un foro que fue perdiendo cada vez más importancia.
Impulsarlo siguiendo el trabajo de su padre es uno de los retos a los que Felipe VI se enfrenta en América Latina.
“El futuro Felipe VI conoce a Latinoamérica como pocos”, escribía esta semana en el diario español “El País” el ex Presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti. “Nos conoce a todos. Sabemos de su interés por lo que aquí ocurre. Tenemos clara su sólida formación y apreciamos su talante abierto y comunicativo”.
EL REY Y SU REINA PLEBEYA
Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias y heredero de la Corona, es el primer hijo varón de los Reyes, Juan Carlos y Sofía y será a los 46 años nuevo rey de España tras la abdicación de su padre, anunciada el 2 de junio pasado, para dar paso a “una nueva etapa de esperanza”.
Nacido en Madrid el 30 de enero de 1968 y casado con la periodista Letizia Ortiz Rocasolano desde el 22 de mayo de 2004, tienen dos hijas, las infantas Leonor, nacida el 31 de octubre de 2005 y Sofía, el 29 de abril de 2007.
Es Príncipe de Asturias, título que recibe el heredero de la Corona española, desde 1977.
Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, realizó una maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad Georgetown de Washington, Estados Unidos.
Desde julio de 2009, es teniente coronel de los ejércitos de Tierra y Aire y capitán de fragata en la Armada.
Sus primeras apariciones oficiales se produjeron en noviembre de 1975, tras la proclamación como rey de Juan Carlos de Borbón. Desde que terminó sus estudios universitarios y su formación militar, ha realizado una intensa actividad pública.
En 1981 presidió su primer acto oficial y pronunció su primer discurso en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.
En 1986, al alcanzar la mayoría de edad, prestó juramento ante las Cortes de desempeñar fielmente sus funciones y de guardar y hacer guardar la Constitución, según el artículo 61 de la Carta Magna.
Ha visitado oficialmente 14 de las 17 comunidades autónomas de España y, desde 1996, es el representante de España en las tomas de posesión de los jefes de Estado iberoamericanos.
Ha viajado a numerosos países europeos y americanos, así como del mundo árabe, Extremo Oriente y Oceanía. El príncipe muestra un especial interés por todos asuntos relacionados con la Unión Europea, Oriente Medio, Norte de África e Iberoamérica.
Felipe de Borbón asiste con regularidad a las exposiciones económicas y comerciales organizadas por España en el extranjero; y presta una especial atención a la difusión de la cultura española, sobre todo, a través del Instituto Cervantes.
Mantiene regulares encuentros y reuniones con los órganos constitucionales y con las principales instituciones del Estado para estar al corriente de sus actividades. También asiste a reuniones de distintos organismos de la Administración del Estado y de las Comunidades Autónomas (regiones).
Periódicamente visita instituciones extranjeras para conocer sus actividades y, entre otros, ha viajado a las sedes de la ONU, la Unión Europea, la OTAN o la OCDE.
Hay determinados actos institucionales en los que acompaña al Rey, como la Pascua Militar o la recepción al Cuerpo Diplomático. El 12 de junio de 2010 acompañó a los Reyes en la conmemoración del 25 aniversario de la firma del Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea por parte de España.
Durante la convalecencia del rey, tras ser intervenido de un nódulo pulmonar el 8 de mayo de 2010, sustituyó al monarca en los actos de su agenda, como la cena a los jefes de Estado y de gobierno participantes en la Cumbre UE-América Latina (17 de mayo) y la entrega de la Copa del Rey (19 de mayo).
Desde el 18 de noviembre de ese año se incorporaron a sus actividades oficiales las audiencias militares, cometido que hasta entonces ejercía exclusivamente el rey.
En 2011 y debido a la los problemas de salud del rey Juan Carlos, Felipe de Borbón, por primera vez desde que cuenta con agenda oficial, tuvo más actos que su padre.
Tras el nuevo accidente sufrido por el rey el 14 de abril de 2012, volvió a retomar parte de su agenda, con actividades como la entrega del Premio Cervantes, el 23 de abril, o la final de la Copa del Rey, el 25 de mayo.
El 17 de noviembre el Príncipe participó en el almuerzo de trabajo ofrecido por el rey a los jefes de Estado y de Gobierno participantes en la XXII Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz, en la jornada de clausura, lo que consolida su presencia en las cumbres que tienen lugar en España como ocurrió en Salamanca en 2005.
Es presidente de honor de varias asociaciones y fundaciones, destacando por su especial vinculación la Fundación Principado de Asturias. Desde 2009, año de su constitución, es también presidente de honor de la Fundación Príncipe de Girona.
Tras su matrimonio con la princesa de Asturias el 22 de mayo de 2004, ambos mantienen una apretada agenda tanto en el interior como en el exterior de España.
El primer viaje de la pareja al extranjero tuvo lugar el 28 de junio de 2004, con una visita al Papa Juan Pablo II en el Vaticano. Su primera visita oficial fuera de Europa fue a México entre el 17 y 20 de julio siguiente.
Aficionado al deporte, fue miembro del equipo olímpico de vela en clase Soling en los Juegos de Barcelona de 1992, en cuya inauguración desfiló como abanderado del equipo español.