Dos usuarios de redes sociales que radican en San Diego, California, en distintos hechos, denunciaron que a sus manos llegaron billetes en los que se leía algún mensaje ofensivo en contra de los mexicanos. De acuerdo con las leyes estadounidenses, las agresiones verbales -habladas o escritas- no constituyen crímenes de odio. Lo que sí es un delito es dañar el papel moneda. Desde las elecciones presidenciales, se han registrado cerca de 900 denuncias de hostigamiento e intimidación a lo largo del territorio del vecino del norte.
Ciudad de México, 7 de diciembre (SinEmbargo).- José Juárez, un residente de San Diego, California, compartió en redes sociales la imagen de un billete de dólar en cuyo reverso trae un sello que reza “Mexicanos, la versión humana de las ratas”.
De acuerdo con Juárez, no se dio cuenta del momento en que obtuvo el billete, ya que aseguró, antes de juntar su cambio realizó varias operaciones monetarias. Tras percatarse del hecho, decidió emitir una denuncia a través de redes sociales.
Los mensajes ofensivos no están tipificados en Estados Unidos como un crimen de odio, y aunque la Ley los considera como actos denigrantes -debido a la libertad de expresión-, no pueden ser castigados y las personas que ejercen este tipo de agresiones están protegidas bajo la primera enmienda constitucional del vecino país. Después de todo, es su derecho en una tierra de libertades.
Mónica Bauer, de la Liga Anti-difamatoria de San Diego (ADL por sus siglas en inglés) que investiga casos de racismo y discriminación, dijo en entrevista con Univisión que “no hay un crimen. No hay vandalismo, no hay un golpe, no hay un robo. En este caso es un texto en un billete. Entonces no queda claro quién es la víctima”.
Bauer señaló que no pueden hacer algo en específico, aunque registran las incidencias. En ese sentido señaló que es importante reportar este tipo de sucesos ya que les permite evaluar y denunciar tendencias a las autoridades competentes.
Irónicamente, la Ley federal de Estados Unidos sí castiga los daños al papel moneda, por lo que de haber culpables, en todo caso serían inculpados no por crímenes de odio sino por dañar propiedad federal.
Al igual que José Juárez, Elena Blanco, otra usuaria de redes sociales, compartió la fotografía de un billete de 20 dólares en el que se lee un mensaje ofensivo rayado con tinta: “Fuck Mexico” -algo parecido a “Jode a México” o “A la m***da México”-.
Tras darse cuenta de lo escrito, Blanco decidió cambiar el mensaje por “Love Mexico” o “Ama a México”.
RACISMO A LA ALZA EN LA ERA TRUMP
De acuerdo con el Southern Poverty Law Center (SPLC), una organización dedicada a combatir el odio y la intolerancia en contra de los miembros vulnerables de la sociedad estadounidense, diez días después de las elecciones del 8 de noviembre -en las que Donald Trump resultó victorioso-, hubo cerca de 900 denuncias de hostigamiento e intimidación en todo Estados Unidos.
En muchos de los incidentes de asalto, refiere la institución, los "acosadores invocaron el nombre de Trump, dejando en claro que el brote de odio se debió en gran parte a su éxito electoral”.
De acuerdo con su "Reporte de Incidentes de Odio”, la mayor parte de las agresiones sucedieron en lugares públicos (206 casos registrados), escuelas (183), lugares de trabajo (162), universidades (140), lugares privados (109), “otros espacios públicos” (51) y centros de culto religioso (16).
"A menudo han recibido mensajes de odio e intolerancia a través del grafiti y el acoso verbal, aunque un pequeño número también ha reportado interacciones físicas violentas. Algunos de los incidentes fueron dirigidos a la campaña de Trump o a sus partidarios”, explica el SPLC.
Asimismo, el reporte del Centro arroja que los ataques, en su mayoría, fueron motivados por grupos anti-migrantes (280 casos), anti-afroamericanos (187), anti-semitas (100), anti-LGBTT (95), anti-musulmanes (49), anti-mujeres (40), entre otros.
Sin embargo refiere que desde el 9 de noviembre, cuando se registraron al menos 202 incidentes de odio, día a día las agresiones han ido a la baja paulatinamente, aunque no cesan. En su último dato, del 18 de noviembre, indica que ese día hubo 26 agresiones denunciadas.