Ciudad de México, 7 de dic (sinembargo.mx) – El productor Epigmenio Ibarra contestó este viernes en su columna del diario Milenio a los señalamientos hechos por el periodista Joaquín López Dóriga sobre los actos ocurridos el pasado primero de diciembre.
El comunicador subrayó el pasado miércoles, 5 de diciembre, en su respectiva columna del mismo diario que a Epigmenio Ibarra y al diputado Ricardo Monreal “les urgía un muerto” y escribió: “La concatenación de esta versión dejó ver que hay a quien le urge un muerto, una víctima que tirar a la puerta de Palacio Nacional y luego velar en el Zócalo. De lo contrario no podría entender la prisa del primer muerto.”
El primero de diciembre, Ibarra cubría el evento a las afueras del palacio Legislativo de San lázaro y escribió en su cuenta de Twitter que el joven Carlos Valdivia habría muerto al caerle una bala de goma en el rostro.
Minutos después, el productor pediría disculpas y negaría la muerte del manifestante.
La madrugada de hoy viernes, Epigmenio Ibarra anunció que le respondería a López Dóriga.
[tweet https://twitter.com/epigmenioibarra/status/276793804554645504 lang='es'] [tweet https://twitter.com/epigmenioibarra/status/276408502367420416 lang='es'] [tweet https://twitter.com/epigmenioibarra/status/276417668792344577 lang='es']Este día Ibarra contestó: -A mí no me “urge el muerto”- en su cuenta de Twitter:
y escribió en el artículo publicado por Milenio:
Demasiados muertos en combate, víctimas de la represión, de un fuego cruzado o un bombardeo he visto, filmado y llorado en mi vida como para tener “urgencia de uno más”. Yo estoy por la vida y por la paz, pero estoy consciente de que la única garantía de las mismas son la justicia y la democracia.
En estas mismas páginas Joaquín López-Dóriga y Carlos Marín me han acusado de manipular políticamente una tragedia. De la “patraña” de Epigmenio escribió Marín mientras que López-Dóriga dijo que a Ricardo Monreal y a mí nos “urgía el muerto”.
El guionista también señaló:
“No vieron López-Dóriga ni Marín a Francisco Kuykendall con el cráneo partido por un tiro directo de lanzagranadas de gas, prácticamente sin tono muscular y con la masa encefálica expuesta, tendido en el pavimento.
Tampoco escucharon cómo desde los altavoces colocados en una camioneta se anunciaba a los manifestantes que uno de los heridos graves había fallecido en el traslado al hospital. Al escuchar esto lancé un tuit y seguí cubriendo los enfrentamientos desde la primera línea. Minutos más tarde fui entrevistado por Carmen Aristegui y expliqué cómo había dado por buena la información que se hizo pública en el sonido local.
Inmediatamente después de colgar con Carmen lancé un nuevo tuit de disculpa. No fueron horas. Fueron minutos los que pasaron entre una cosa y otra. La situación era volátil y confusa. Cada vez más peligrosa.
No fue una patraña ni una maniobra. Reporteaba lo que sucedía y los videos que grabé dan fe de cómo y desde dónde lo hacía. También mis tuits que dan cuenta del escalamiento de la confrontación y de mi pesar por cubrir en mi país este tipo de hechos.
Me equivoqué, es cierto, y rectifiqué. Se equivocan López-Dóriga y Marín sin que, por cierto, corrijan todavía sus dichos y acusaciones infundadas.