Donald Trump, que ha criticado a México por quedarse con empleos estadounidenses, trata de conseguir que los trabajadores mexicanos obtengan un aumento salarial, de acuerdo con Bloomberg. Para lograrlo, el Presidente de EU pondrá sobre la mesa el tema laboral en las renegociaciones del TLCAN, que comienzan la próxima semana.
En México, los trabajadores ganan la cuarta parte de los salarios de sus pares de Estados Unidos. En 2016, el país se ubicó en el último lugar de los 35 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, donde la mano de obra fue la peor pagada.
Ciudad de México, 7 de agosto (SinEmbargo).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría lograr que en las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) los trabajadores mexicanos obtengan un aumento salarial, informó hoy Bloomberg.
“Trump quiere evitar que las empresas estadounidenses se trasladen a México, donde los trabajadores ganan la cuarta parte de los salarios de sus pares de Estados Unidos. Cerrar esa brecha podría convencer a las firmas estadounidenses de quedarse en su país” señaló el medio especializado en negocios.
México se ubicó en el último lugar de los 35 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La mano de obra fue la peor pagada durante 2016.
A través de las negociaciones del TLCAN, que comienzan el próximo 16 de agosto, los funcionarios estadounidenses impulsarán los salarios más altos y mejores condiciones laborales para los empleados mexicanos.
Según expuso Bloomberg, debido a que los sueldos mexicanos son de los más bajos de los países más desarrollados, la reforma laboral es un objetivo importante para lograr la exigencia de Trump de obtener un acuerdo mejor para los trabajadores estadounidenses; de lo contrario abandonará el pacto firmado en 1994.
El trabajo mexicano se paga en promedio de 14.63 dólares, muy por abajo de la media, la cual es de 50.21 dólares. Los trabajadores mexicanos ganan menos que los de Chile, donde se paga en promedio 20.51 dólares, Letonia, (25. 38) y Eslovaquia 29.9, reveló un informe publicado por la OCDE en abril pasado
El Gobierno de Trump “hará una fuerte presión, y considero que con razón, respecto a los estándares laborales”, dijo a Bloomberg Gerardo Otero, profesor de la Universidad Simon Fraser de Canadá que ha publicado más de 100 artículos o libros sobre México y América Latina. “Si los precios mexicanos suben debido a los aumentos salariales podría haber una oportunidad de cerrar la brecha”.
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El tema se convertirá en “espinoso si Trump va demasiado lejos y usa el tema como herramienta para reducir el déficit comercial de 64 mil millones de dólares”, señaló el medio estadounidense, que destaca que aunque los delegados de México estarían dispuestos a realizar algunos cambios, también recordó que México mantiene su mano de obra barata como una “ventaja competitiva de toda America del Norte”.
Un informe difundido en el mes de marzo por el Observatorio de pobreza y desigualdad de las Universidades jesuitas de América Latina, detalló que el salario mínimo de México es cinco veces menor de lo que debería ser para que una familia se ubique por arriba de bienestar mínimo y en consecuencia, sólo el 21 por ciento puede comprar la canasta básica, incluido ahí el 10 por ciento de la población con mayores ingresos.
El 79 por ciento no puede acceder a ella, a pesar del aumento de 7 pesos al salario mínimo decretado a finales de 2016.
De acuerdo con el Informe del Observatorio, México es el país que tiene una mayor distancia entre el salario y la línea de pobreza y en términos de poder de poder adquisitivo, tenemos un salario más bajo que Guatemala.
Actualmente el 74 por ciento de la población pobre lo es por el factor de los ingresos, mientras que la pobreza general aumentó 3 puntos porcentuales, según el estudio realizado por la Ibero, situándose en 65 por ciento total de la población.
De acuerdo a la información vertida por el medio estadounidense, el TLCAN comprendía originalmente un acuerdo lateral destinado a proteger los derechos de los trabajadores que nunca se incorporó de manera formal al pacto.
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El Gobierno de Trump dijo el mes pasado que incorporar cláusulas laborales al cuerpo del acuerdo es una prioridad. Estados Unidos ya ha comenzado a abordar el tema, dado que México aceptó instrumentar reformas laborales en el marco del Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) del que Trump se retiró poco después de entrar en funciones. El secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo en una entrevista de mayo que el cambio en el TPP es un buen punto de partida para Estados Unidos en las conversaciones sobre el TLCAN.
Hugo Perezcano Díaz, ex jefe de prácticas comerciales de la Secretaría de Economía de México y vicedirector del Centro para la Innovación de la Gobernanza Internacional, que tiene sede en Waterloo, Ontario, sostuvo a Bloomberg que no hay nada que perder si se toma el TPP como punto de partida para negociar a partir de ahí”, dijo.
Si bien un endurecimiento de las normas laborales y hablar de la reducción del déficit comercial podría constituir una victoria política a corto plazo para Trump, para Estados Unidos la verdadera ventaja residiría en cambios más profundos que hicieran más competitivos a los tres países, dijo.
LA LUCHA POR EL AUMENTO AL SALARIO
Desde hace meses se mantiene en la mesa el debate que busca aumentar el salario mínimo y ahora no hay argumento oficial documentado que permita decir que no es conveniente, sino todo lo contrario, ha asegurado en entrevistas previa con SinEmbargo Héctor Rubio Trejo, coordinador de Relaciones Institucionales de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, colectivo que conforman más de 80 organizaciones civiles.
El pasado 29 de mayo realizó una protesta a las afueras de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) para entregar la propuesta de aumentar 14 pesos el salario mínimo. Antes, la Confederación Patronal de la República mexicana (Coparmex) instó a la misma entidad a considerar el aumento de los 14 pesos para este mismo año.
De acuerdo con Rubio Trejo, Basilio González Núñez, titular de la Conasami, aseguró en la entrega de la propuesta que existen condiciones para el aumento sin que éste desate la inflación, pero que se dará luego de que todas las partes involucradas lleguen a un consenso.
Lo mismo, agregó, dijo Alfonso Navarrete Prida, Secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS): primero los empresarios tienen que estar de acuerdo, para luego sentarse a la mesa a negociar.
“En México el monto del salario mínimo es tan bajo que el efecto que genera es un freno de mano para toda la economía y la señal que se manda a la sociedad es mucho más grave, porque lo que nos dice es el valor que le damos al trabajo y para las personas que trabajamos, si el trabajo es o no el medio para procurase una vida digna y oportunidades en el futuro. Ese es el peso de esta discusión”, comentó Rubio Trejo.
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A finales de 2016, el aumento al salario mínimo fue uno de los debates más importantes para la sociedad civil y académicos. Finalmente el salario pasó de 73.04 pesos a 80.04, conformado por 3 pesos de aumento anual y 4 pesos derivados del Monto Independiente de Recuperación (MIR). La cantidad fue considerado como positivo, porque significaba una recuperación gradual del salario.
Sin embargo, cuatro semanas después, el aumento a las gasolinas y el aumento del precio del dólar aniquiló los planes.
Pero al mismo tiempo también acabó con uno de los argumentos que por años se utilizó para no aumentar el salario: la inflación. Desde diciembre a la fecha, ninguna minuta del Banco de México ha señalado que el aumento salarial contribuyó al crecimiento inflacionario.
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Para Acción Ciudadana, en diciembre de 2016 se dio por primera vez un incremento al salario mínimo que rompía una tendencia de más de 40 años y que consistía en el empobrecimiento de los trabajadores como política laboral desde el Gobierno federal; significó una ruptura con esa tendencia y abrió el proceso abierto y permanente de revisión del salario mínimo para lograr progresivamente su recuperación.
Los 14 pesos que se exigen son los necesarios para estar a la par de la línea ede pobreza establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De acuerdo con la última medición de 2014, una de cada cinco personas recibió un salario tan bajo que aunque lo hubiera destinado íntegro para comprar la canasta básica, ésta seguiría inalcanzable, por su valor de mil 243 pesos mensuales por persona; más de la mitad de la población tiene un ingreso inferior a los 2 mil 542 pesos mensuales.
“Dadas todas las condiciones y la evidencia, se tiene que pensar en las personas que trabajan diario y que están obligados a vivir en condiciones de pobreza por culpa del monto del salario. Se debe revisar y se debe definir esta ruta gradual de recuperación salarial entre autoridades, empresarios, sindicatos y demás especialistas en el tema”, sostuvo Rubio Trejo.