El deterioro ambiental en México va más allá de la mala calidad del aire en la Ciudad de México. Sus ríos, mares, playas y bosques también son víctimas de la acumulación de contaminantes que afectan la salud. El problema viene de la impunidad con la que cuentan quienes destruyen el patrimonio natural del país, denuncian ONGs y especialistas.
Ciudad de México, 7 de mayo (SinEmbargo).– La mala calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) sólo es una mancha en medio del deterioro ambiental del país, el cual, en parte, es consecuencia de la falta de una aplicación rigurosa de la legislación en este rubro.
Organizaciones como Greenpeace, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) aseguran que las autoridades mexicanas deben mejorar e implementar el marco regulatorio en materia ambiental en lugar de ser cómplices de los responsables de destruir los recursos naturales.
Esta semana –cuando se activó por tres días seguidos la Fase 1 de Contingencia Ambiental Atmosférica– el Cemda acusó que la mala calidad del aire “es una violación a los derechos humanos”, en cuanto a los efectos negativos que se tiene en la salud y en el deterioro a la calidad de vida.
Sumado a la toxicidad que se respira, en el territorio mexicano el 70 por ciento de los ríos presentan algún grado de contaminación; Veracruz, Jalisco y Campeche albergan las playas más contaminadas y en lo que va del siglo XXI, el país ha perdido dos millones y medio de hectáreas de bosques.
Estos desgastes tienen consecuencias tanto en la salud de la sociedad como en la economía y el patrimonio cultural.