Ciudad de México, 6 de agosto (SinEmbargo).- Inicia mañana en Buenos Aires el primer Congreso Internacional Witold Gombrowicz, destinado a honrar la obra y la memoria de uno de los escritores más importantes de la literatura universal del siglo XX y sin duda uno de los más trascendentes en la cultura argentina.
Se trata de un escritor en la periferia que con el tiempo se ha convirtiendo en central, incluso impulsando un canon propio en un sistema literario donde la presencia de Jorge Luis Borges lo ha ido abarcando todo en distintas épocas.
Nacido en Polonia en 1904, llegó a Buenos Aires en 1939: “Partí hacia la Argentina un mes antes de que estallara la guerra y allí permanecí los siguientes veintitrés años. Todo sucedió por casualidad. ¿Casualidad? Un día en el café Zodiac, en Varsovia, conocí a un escritor de mi edad, Czeslaw Straszewicz.
Me dijo: ‘Viajo a Sudamérica.’ ‘¿Cómo?’ ‘En un mes el nuevo vapor transatlántico polaco Chorbry sale para Buenos Aires. Su viaje inaugural. Fui invitado como escritor, para escribir algunas columnas para los diarios.’ ‘¿Te parece que me invitarían también a mí?’ ‘Puedes probar. Voy a mencionar tu nombre. Quién sabe, quizás funcione. La travesía sería más divertida si somos dos”, contó el autor de Ferdydurke en su libro de 1973 A kind of testament.
“Fue como si una gigantesca mano me hubiese tomado del cuello de la camisa para sacarme de Polonia y arrojarme en esta tierra perdida en el medio del océano, apenas un mes antes de la guerra… Mi destino era pasar muchos más, largos años en los bordes de Europa, lejos de sus capitales, y lejos de sus aparatos literarios, escribiendo, como dicen hoy en Polonia, ‘para los cajones de escritorio’”, agregaba el autor.
Hijo de un rico abogado y terrateniente, estudió en una escuela católica y se licenció en Derecho por la Universidad de Varsovia. Residió en París durante tres años y en 1929 volvió a Polonia, donde frecuentó las tertulias literarias.
En esta época se publican sus primeras obras: una colección de cuentos titulada Memorias de la inmadurez o Bakakai (1933), la obra de teatro La princesa Yvona de Borgoña (1938) y las novelas Ferdydurke (1937) y Los Hechizados (1939).
En Argentina escribió buena parte de lo que la crítica ha considerado sus mejores obras, como la pieza teatral El matrimonio (1953), su Diario argentino (1957) y las novelas Trans-Atlántico (1953), Pornografía (1960) y Cosmos (1965).
En 1963 se trasladó a Berlín invitado por la fundación Ford, pero un año después el asma lo llevó a instalarse en Vence (Francia), donde falleció en 1969.
VOLVER A PENSAR A GOMBROWICZ
“Si bien su vida y producción fueron estudiadas ampliamente, no cuentan hoy en Argentina con la difusión, resonancia y reconocimiento que merecen. A partir de esto proponemos tomar 2014, cuando se cumplen 75 años de su llegada a Argentina, en agosto de 1939, como una excusa para volver a pensar Gombrowicz desde diferentes perspectivas.
De este modo el Congreso abre sus puertas a personas provenientes de letras, ciencias sociales, historia, psicoanálisis, periodismo y, en definitiva, a todos aquellos que sean lectores de Gombrowicz y deseen compartir su experiencia de lectura vinculada a su vida, obra, interpretación y reelaboración”, dicen los organizadores del congreso.
El encuentro contempla mesas redondas estructuradas en seis ejes temáticos de las que participarán especialistas de América Latina:
Gombrowicz y la literatura comparada.
Gombrowicz y el exilio.
Gombrowicz y el teatro.
Gombrowicz y los vínculos sociales.
Gombrowicz y los intelectuales en Argentina.
Gombrowicz y los intelectuales en Europa.
Una muestra de arte, un ciclo de teatro, el estreno de un documental, un city tour, la edición del libro Esto no es una nariz -con material de 40 ilustradores- y la reedición de Ferdydurke a cargo del sello El Cuenco de Plata completan las actividades del I Congreso Witold Gombrowicz.
“Nuestro objetivo con toda esta movida es que más gente pueda conocer y leer a Gombrowicz, sacarlo de ciertos ámbitos intelectuales y académicos. Que salga a la calle, que se lo pueda relacionar con su humor, con el color de su estilo”, dijo Nicolás Hochman, uno de los organizadores, a la agencia de noticias Télam.
“Quizás lo más característico de su carrera literaria en Argentina sea su posición de outsider, el lugar de marginalidad total desde el que producía su obra. Desde esa marginalidad tradujo Ferdydurke, casi sin saber castellano y ayudado por un grupo de jóvenes que no conocía el polaco -sostiene Hochman-. Lo paradójico es que la mayoría de sus libros los escribió o empezó en el país”, agrega.
Entre los expositores destacan Iván Alcázar Serrat (Universidad Politécnica de Cataluña), Alicia Borinsky (Universidad de Boston), Jennifer Croft (Universidad Northwestern) y Eliza Czapska (Museo de Literatura de Polonia).
Todas las actividades que formarán parte del Primer Congreso Internacional Witold Gombrowicz tienen entrada gratuita y no requieren de inscripción. Para obtener detalles de la programación se puede ingresar a http://www.congresogombrowicz.com.