Un equipo de científicos del Instituto de Biomedicina de Cantón, liderado por Lai y supervisado por la Academia de las Ciencias de China, ha utilizado tecnología de edición genética CRISPR/Cas9 -la más moderna que existe- para conseguir el primer perro clonado de la raza beagle.
Pekín, 6 de julio (EFE).- Un grupo de científicos chinos ha criado al primer perro del mundo clonado con células somáticas -las no reproductivas- y con edición genética, según un informe que cita hoy la prensa estatal china.
“Es ventajoso poder combinar la tecnología de clonación con la edición genética y China ha tomado la delantera”, afirmó en declaraciones al Diario del Pueblo uno de los investigadores del informe y que han llevado a cabo el hallazgo, Lai Liangxue.
Este equipo de científicos del Instituto de Biomedicina de Cantón, liderado por Lai y supervisado por la Academia de las Ciencias de China, ha utilizado tecnología de edición genética CRISPR/Cas9 -la más moderna que existe- para conseguir el primer perro clonado de la raza beagle.
A pesar de que Corea del Sur fue el primer país en clonar a un perro con células somáticas, aquellas que se encuentran en todo organismo vivo diferentes de las reproductivas, China le ha arrebatado del puesto en lo que a modificación genética se refiere.
La técnica CRISPR, que apareció en 2013 y cuya patente fue concedida al Instituto Broad de Boston, es utilizada para crear modelos animales en los que poder estudiar enfermedades raras o genéticas hasta ahora incurables.
“Con esta tecnología, con la que se seleccionan ciertos genes del perro, podemos criar a un animal con más músculos, mejor sentido del olfato y mayor habilidad para correr, lo que es muy bueno para cazar o para uso policial”, explicó Lai.
Asimismo, el investigador subrayó que los perros siempre han sido considerados como una de las especies más difíciles de clonar por la calidad de sus células ováricas, “relativamente pobres”, y por un proceso de clonación del embrión “complicado”.
Según el científico, la edición genética en perros podría comercializarse en un futuro y usarse más adelante para la investigación y tratamiento de enfermedades caninas.