Guadalajara, Jalisco, 3 de diciembre (SinEmbargo).- La periodista mexicana Irma Gallo ya había hecho dos libros de texto junto a su padre, que a eso se dedica. Fueron trabajos de geografía e historia que le proporcionaron satisfacción profesional, pero ninguno como el reciente De profesión mamá, publicado por Ediciones B para su sello Vergara.
Gallo reparte su tiempo entre las crónicas diarias para Canal 22 y las tareas de promoción del libro mencionado, en el marco de la 28 Feria Internacional del Libro en Guadalajara que transcurre en esta ciudad occidental hasta el 7 de diciembre próximo.
De profesión mamá surge de un enigma, ¿cómo combinar la profesión con la maternidad? “Si eres periodista no puedes ser mamá”, fue el claro veredicto de una jefa que llegó a tener Irma en los inicios de su carrera.
Pero Irma quería ser las dos cosas: cumplir a rajatablas con una vocación que le llena el corazón y no abandonar el llamado de la sangre que en su caso se concretó en una hermosa niña de nombre Camila.
La experiencia difícil, complicada, exhortó a la periodista a encontrarse con otras mujeres que aceptaron el desafío doble de atender sus apetencias profesionales y de tener hijos. Señoras de distintas edades, oficios y circunstancias de vida que día a día construyen su propia versión de la maternidad.
Desde la cantante Eugenia León hasta la periodista Sanjuana Martínez, pasando por el caso estremecedor de la activista de Ciudad Juárez Norma Andrade, cuya hija fue asesinada en los ’90 y ella debió hacerse cargo de sus nietos de meses, el libro de Irma Gallo es uno de esos trabajos que probablemente no cambie el mundo, pero seguramente lo hará un poco más amable. Lo que no es de desdeñar. Al contrario.
–¿El libro surgió de una preocupación personal?
–Sí, es una de mis preocupaciones constantes. ¿Cómo combinar la profesión con el hecho de ser madre? Una jefa que tengo un día me dijo que la maternidad y el periodismo están peleados y muchas veces, efectivamente, he llegado a sentir que es así, que en realidad no se puede hacer las dos cosas. Al mismo tiempo quise reivindicar el derecho que tengo no sólo yo, sino también un montón de mujeres a ser periodistas o lo que quieran de profesión y mamás. No tiene por qué anularse una parte de tu vida cuando tienes un bebé.
–Bueno, hay mujeres que no quieren ser madres
–Sí, claro. Y si mi hija Camila cuando sea grande decide no tener hijos la apoyaré con todo mi corazón. El único camino que tenemos en la vida es buscar la felicidad, por más cursi y mamón que se oiga esa frase. Gran parte de mi felicidad pasaba por ser madre y no dejar ni por un segundo mi trabajo.
–Háblanos de las mujeres que entrevistaste para el libro
–El libro inicia con el relato íntimo de mi experiencia con la maternidad. Me embaracé cuando ya era reportera de Canal 22 y tuve que ir a hacer notas con la panza de este tamaño. Pensé que mi experiencia sólo era una y que por tanto había que hablar con más mujeres de distintas profesiones. Entrevisté a Sanjuana Martínez, periodista de Monterrey muy conocida, colaboradora de SinEmbargo, que tiene dos hijos; entrevisté a la cantante Eugenia León, que tiene un hijo; a la atleta paralímpica Amelia Pérez, una hija; a una joven de 17 años (María Fernanda Bolaños) que se embarazó y que pensó que no iba a poder hacer nada más después de tener a su bebé, pero ahora ha vuelto a la escuela; entrevisté a Norma Andrade, fundadora de la organización Mis hijas de regreso a casa, cuya hija fue asesinada en los ’90 y ella tuvo que hacerse cargo de sus nietos de meses, que hoy son dos adolescentes que la llaman mamá.
–Y a Sonia Silva-Rosas…
–Sí, una periodista que sufrió violencia de género pese a lo cual salió adelante con sus dos hijos. Aparte de estos testimonios, lo que me interesaba también era introducir información médica a cargo de un profesional, para informar de muchas cosas que la gente cree saber pero sobre las que se vierten muchos mitos falsos. Por qué tomar ácido fólico cuando está embarazadas, qué hacer con el malhumor que puede poner en peligro la supervivencia de la pareja si es que tienes pareja, cómo explicar por ejemplo el truene entre los padres, venciendo la tentación de hablar mal del otro a raíz de lo enojada que estás por la situación que vives, qué pasa cuando llega un nuevo amor a la vida de mamá, etc.
–¿Qué conclusiones sacaste?
–La gran conclusión que saqué es que se puede. Por más cansada, triste, desarmada que te encuentres al final del día, vale la pena pasar por la experiencia y a pesar de todo sales adelante. Muchas veces el sentimiento de culpa te atenaza y te atrapa y sientes que no le estás dedicando el tiempo suficiente a tus hijos, pero se puede hacer. Ser madre, además, no significa sacrificarse. La maternidad no es un sacrificio como nos enseñaron los melodramas de toda la vida o la educación en muchas casas mexicanas.
–¿Cuál es el testimonio que más te conmovió?
–El de Norma Andrade, sin duda. No sólo asesinaron a su hija en Ciudad Juárez, un hecho que la convirtió en una activista, además de obligarla a seguir trabajando como maestra para poder criar a sus nietos, sino que también sufrió dos atentados, uno de ellos muy grave, en el que casi pierde la vida. Su nieta Jade, que ya es una adolescente, sufre además serios problemas de depresión, estuvo internada dos veces, y a pesar de todo esto Norma sigue, no claudica.
