Petróleos Mexicanos ha sido protagonista de un sinnúmero de daños al ambiente, afirmaron expertos, sin que hasta ahora pague un solo peso de resarcimiento. Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, derrames, vertederos de desechos y fugas conforman una lista que no abonó al desarrollo económico del país en los mejores años de la venta del oro negro. Hoy, disminuida como está la Empresa Productiva del Estado, lo más visible para algunas poblaciones sólo son los graves daños ecológicos.
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Ciudad de México, 4 junio (SinEmbargo).– Aquella madrugada del 1 de abril del 2015 las explosiones de la plataforma Abkatún Alfa de Petróleos Mexicanos (Pemex) dejarían un saldo de daños del que se necesitaron al menos 24 horas para determinarlo: cinco muertos, dos desparecidos y 16 lesionados; así como una mancha de 4 kilómetros de petróleos sobre el Golfo de Campeche.
A pesar de que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) evidenció el derrame, Pemex no se hizo responsable por los daños causados a las víctimas, ni al ambiente por el esparcimiento de metales pesados en la flora y la fauna de la zona. Meses después, el 26 de agosto, la plataforma volvió a sufrir una explosión que dejó un muerto.
“Muchos de estos derrames a consecuencias de accidentes, por supuesto, no buscados por la empresa. Pero a raíz del mal estado de esa estructura se generan. El historial de Pemex en el sureste mexicano es desastroso y así lo refiere la bibliografía”, dijo el director ejecutivo de Greenpeace Gustavo Ampugnani.
El informe anual de Pemex 2015, entregado a la Comisión Permanente del Congreso a principios de este mes refiere que la tendencia de fugas y derrames en ese año reportó un incremento del 31 por ciento en comparación del año anterior.
El 52 por ciento de los derrames que se presentaron en los ductos relacionados con corrosión interior y otro 34 por ciento a fallas mecánicas.
“Yo creo que aquí el problema es la falta de mantenimiento en la estructura. Mientras no se inviertan recursos en mantener y darle mantenimiento a ductos y válvulas, esto va seguir ocurriendo”, dijo Ampugnani.
Estos problemas continúan. El 20 de abril una explosión de la Planta Clorados III en el centro Petroquímico Pajaritos, en Coatzacoalcos, Veracruz, dejó 32 trabajadores muertos. Humo tóxico extendió por la zona, pero horas después, las autoridades aseguraron que se dispersó, anulando cualquier riesgo para la población.
Sin embargo, con frecuencia la empresa apunta hacia el vandalismo, y el papel que juega, en especial, en el número de fugas. De acuerdo con el informe de la Pemex presentado a la Bolsa Mexicana de Valores, el año pasado se sellaron 5 mil 252 tomas clandestinas; mil 583 tomas más que en el 2014, un aumento del 43 por ciento.
“Este incremento fue resultado tanto del aumento de la vigilancia como del incremento en el número de intentos criminales para desviar los productos de Pemex”, justificó la compañía.
En agosto de hace dos años Pemex argumentó que una toma clandestina provocó el derrame de cuatro mil barriles de crudo, en la cuenca del Río San Juan, en el municipio de Cadereyta, Nuevo León.
Si bien la empresa afirmó controlar el derrame, habitantes del lugar se quejaron por la afectación de plantas y animales. En un primer momento, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desmintió esta versión al asegurar que tardaría hasta tres meses en ser controlada; posteriormente, esta dependencia exoneró de sanción alguna a Pemex.
“Pemex es de algún modo el único responsable de este manejo. O sea hay mucha contaminación producto de este manejo de hidrocarburos. Y como es el propio Gobierno el que lo hace, quién le pone freno”, consideró Rodrigo González Enríquez, coordinador del Centro Regional de Investigación y Desarrollo del Agua y la Energía, del Instituto Tecnológico de Sonora.
VERTEDEROS AL AGUA
En el informe anual de Pemex se detalla que el año pasado las descargas de contaminantes al agua aumentaron 4.4 por ciento con respecto al 2014. El año pasado se tiraron 358.9 toneladas de contaminante al agua.
Esto de acuerdo con la empresa productiva se debió a un aumento en el volumen de cargas y descargas de Pemex-Exploración y Producción (PEP), principalmente, en la Terminal Marítima Dos Bocas, Tabasco.
Pemex contamina esta aguas, y a la vez ha iniciado a utilizar métodos de extracción gas como el fracking, que inyecta entre 9 y 29 millones de litros de agua en un pozo con el propósito de llegar a profundidades de al menos mil metros.
De acuerdo con la Alianza Mexicana contra el Fracking, en México hay 934 pozos donde Pemex utiliza algún tipo de fracturación hidráulica; lo que conlleva la disminución de agua disponible.
Más de 500 se encuentran en la región del Totonacapan, en los alrededores de Papantla, Coatzintla, Poza Rica y el Espinal, en Veracruz. Otros se sitúan en la región de la sierra norte de de Puebla, en los municipios Venustiano Carranza, Francisco Zeta Mena y Pantepec. Y 250 más pozos se hallan en la Cuenca de Burgos, que se ubica entre Tamaulipas y Nuevo León.
El último informe anual de Pemex detalla que el uso de agua cruda ascendió a 16 millones de metros cúbicos por mes, apenas 1 por ciento menos que la utilizada en el 2015.
De acuerdo con datos referidos por el Secretario de Desarrollo Social José Antonio Meade Kuribreña en distintos eventos públicos, al menos 8 millones de mexicanos carecen de acceso al agua. Un asunto que contrasta con el consumo de las zonas de alto nivel económico del país que llegan a requerir un promedio de 600 litros por habitante al día.
GASES DE EFECTO INVERNADERO
El pasado mes de abril, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente (ASEA), que pertenece a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), anunció la multa de 2.5 millones de pesos a la empresa petrolera del Estado, por la contaminación ocasionada en el municipio de Salamanca, Guanajuato.
“Vamos a suponer que Pemex es fuertemente sancionado por daños ambientales. El dinero de una bolsa pasa a otra. Digo, si Pemex, tuviera diversos ingresos y tuviera que repartir dinero entre sus accionistas, dividendos, estaríamos hablando de alguien, quien no es el Estado que pagaría. De esta forma, Pemex tiene todo el incentivo de hacer lo que se le pega la gana, porque nunca sufrió una merma patrimonial que sea propia, nunca le va rendir cuentas a sus accionistas”, dijo la investigadora Miriam Grustein, académica del Centro Rice University.
En diciembre la emisión de gases de la refinería local Antonio M. Amor hizo necesario declarar una precontingencia ambiental. El ayuntamiento le impuso una denuncia por 700 mil pesos, sin embargo, este pago no se realizó debido a que Pemex se amparó.
Ana Carmen Aguilar Higareda, directora del Instituto Estatal de Ecología (IEE), enfatizó en un comunicado los resultaos de un estudio sobre el impacto de la refinería en el aire y agua en el río Lerma.
“Se destaca la presencia de compuestos relacionados con actividades petrolíferas. En el caso de las muestras de polvo blanco que se detectó en colonias aledañas a la refinería, los elementos encontrados fueron metales pesados. En todas las muestras se detectó la presencia de azufre, y sugieren que puede ser del catalizador de la refinería”, se expuso.
Tan sólo el año pasado, la empresa productiva al servicio del Estado emitió 42 millones de toneladas de CO2, cada una equivalente a una piscina de 25 metros de largo por diez de ancho; gases cuyos efectos han impulsado el calentamiento de la Tierra.
Si bien esto fue cinco por ciento menos que en el 2014, analistas descartaron que se deba aun esfuerzo por parte de Pemex para mitigar daños al ambiente.
“Yo creo que entre menos gas y petróleo explotan y menos se refinan, menos emisiones”, dijo la investigadora Miriam Grustein.
Las emisiones de óxidos de azufre, un grupo de gases que producen la lluvia ácida, se incrementaron del 2015 en un 20.8 por ciento con relación al año anterior; o lo que es igual a749 millones de toneladas.
Mientras que las emisiones de óxidos de nitrógeno se incrementaron en 5.4 porciento. Las personas al estar expuestas a estas pueden sufrir irritación en el sistema respiratorio y enfermedades crónicas, de acuerdo con Agencia de Salud Pública de Barcelona. El año pasado 116.2 millones de toneladas fueron arrojadas al ambiente.
“No decimos que Pemex sea la principal responsable del problema, pero el sector petrolero sí tiene un papel preponderante en la emisión de Gases de Efecto Invernadero. Per sobre todo es responsable de no querer ser parte de la solución, las petroleras siguen enmarcadas en buscar más petróleo”, dijo Ampugnani.
GASOLINAS DE MALA CALIDAD
Las gasolinas en México también juegan un papel en la contaminación que sufren las ciudades. Las recientes declaratorias de contingencias llevaron a especialistas a sostener que la calidad de las gasolinas de Pemex han terminado por abonar a la precaria situación ambiental de la Ciudad de México.
Al menos el 48 por ciento de la gasolina que se comercializa en México es elaborada en el país. “Cualitativamente sí hay diferencia entre la gasolina que se vende aquí y en otros países, la que se vende en Estados Unidos no tiene plomo, la nuestra sí”, dijo en su momento, Grustein.
El transporte pesado de la ciudad, que incluye a los unidades de servicio público, es responsable del 80 por ciento de las emisiones de partículas finas, y en particular del carbono negro.
Por su parte, el transporte ligero abona a la contaminación a través del 87 por ciento de las emisiones de óxido de nitrógeno, de acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
A lo que se suma el bajo control de la normativa, explicó Rodríguez: “Hay que considerar las gasolineras, y las bombas que tienen que no evitan las fugas, desde el despacho a los tanques de los carros, no se usan campanas para evitar que salga el vapor”.
LEJOS DE BONANZA
Expertos han referido que los años en los que Pemex sostuvo la economía del país gracias a la alta productividad y las mejores condiciones del precio del petróleo internacional se acabaron sin que hubiera una mitigación de daños ambientales, ni desarrollo integral económico.
Los precios del barril de petróleo ubicados por arriba de los 100 dólares por uno suenan lejanos ahora que éste oscila entre los 40 y los 20 dólares. De 2000 a 2012, el país obtuvo del crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) 7 billones 753 mil 200 millones de pesos.
“Como entraba en una bolsa común de la SHCP era muy fácil para ellos disponer el dinero para todos, salvo para el desarrollo del país”, dijo Grustein.
La venta de hidrocarburos durante el sexenio del ex Presidente Vicente Fox Quesada fue igual al 40 por ciento de los ingresos totales del Estado mexicano, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Un aporte mayor al que obtuvieron sus tres antecesores en el cargo.
“El precio del petróleo con Fox y Calderón estuvieron muy altas, pero no los aprovecharon. Apuesto más que entró en los bolsillos de los funcionarios, de los líderes sindicales, que escandalosamente nos muestran los niveles de corrupción”, dijo Rodríguez.
Pemex asegura llevar acciones en materia de responsabilidad social y de protección al ambiente. En su informe a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) enlista una serie de proyectos comunitarios que ascienden a 3 mil 142 millones de pesos; de los cuales el 70 por ciento fue repartido en Campeche, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
Sin embargo, a escala nacional los esfuerzos aún son deficientes, señaló Grunstein: “Que yo sepa las inversiones hechas para minimizar los impactos ambientales de Pemex han sido casi nulas. Incluso, los recortes presupuestales irían en contra de cualquier hipótesis de que Pemex esté minimizando el impacto ambiental”.
La reducción de daños al ambiente de Pemex está supeditada a la debacle productiva de la empresa al servicio del Estado, coincidieron fuentes consultadas. De haber producido 2.4 millones de barriles diarios en el pasado, hoy el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto produce 300 mil.