Las organizaciones exponen diez tácticas que la industria tabacalera ha diseñado para familiarizar a los menores de edad con consumo de cigarrillos y así atraer a nuevos consumidores.
Ciudad de México, 4 de enero (SinEmbargo).– A través de su estudio “Niños en la mira de la industria tabacalera”, alrededor de 14 organizaciones civiles de América Latina, entre las que se encuentra la Fundación Interamericana del Corazón México (FIC México), advierten que ante las más de 370 mil muertes anuales que acontecen en la región a causa del consumo de tabaco, y por aquellos que abandonan el hábito de fumar, la industria tabacalera busca captar a nuevas generaciones de consumidores que los “reemplacen”.
En este sentido, “los niños y adolescentes son los principales fumadores de reemplazo que la industria busca atraer”, ésta ha adoptado “agresivas” estrategias de publicidad y exhibición de productos en puntos de venta diseñadas para incitarlos al consumo de tabaco en diversos países latinoamericanos.
Basados en un análisis realizado por Regina Blessa, especialista brasileña en publicidad y marketing, en puntos de venta de 14 países de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela), las organizaciones exponen diez tácticas que las empresas han diseñado para familiarizar a los menores de edad con consumo de cigarrillos “y así atraer a nuevos consumidores para reemplazar a aquellos que han dejado de fumar o han muerto”.
La ubicación de los productos, aseguran, es una de los elementos principales de su estrategia, por lo que los cigarrillos son 1. ubicados junto a dulces y juguetes, 2. a la altura de la vista de los niños y 3. en lugares de alto tránsito, como son las cajas.
“Los productos de tabaco se colocan en lugares estratégicos, cerca de los productos que están al alcance y a la vista de los niños [como dulces y juguetes], porque cuanto más próximo se ubica el producto, mayor es la probabilidad de compra […] La visibilidad de los paquetes en los puntos de venta ayuda a recordar los nombres de las marcas, un factor que aumenta las posibilidades de iniciarse en el consumo”.
Además, señalan, la industria recurre a incentivos para los vendedores minoristas con el fin de que sus productos sean ubicados en puntos de venta, pues “el espacio de la caja es la única posición que tiene casi el 100 por ciento del tránsito garantizado”.
El estudio también señala que las empresas 4. “explotan al máximo” el diseño y conformación de sus mensajes publicitarios, de modo que “a través de sus colores, formato, textura, tipografía, dibujos, fotos y textos seducen a los niños”. Esta misma táctica, aseguran, se presenta con la 5. utilización de objetos llamativos con colores y logos de la marca, mismos que suelen presentar los productos como “inofensivos”.
Las 6. promociones, concursos y obsequios; 7. paredes cubiertas con paquetes de cigarrillos; 8. exhibidores con iluminación, colores y diseño llamativos, 9. exhibición de productos con sabores llamativos y 10. y de cigarrillos y publicidad en puntos de venta no tradicionales, como bares, discotecas y otros espacios concurridos por los jóvenes son también recursos explotados por la industria, señalan.
“La exhibición de productos de tabaco en puntos de venta es en sí misma una forma de publicidad y promoción. La exhibición es un medio clave para promover los productos de tabaco y su consumo […] creando la impresión de que el consumo de tabaco es socialmente aceptable, y haciendo más difícil que los consumidores de tabaco abandonen el hábito”, comentan.
De acuerdo con el análisis, el fin de estas estrategias es promover la adquisición de la adicción, instar a una compra compulsiva y transmitir la idea de que el consumo de tabaco es algo normal y socialmente aceptable; cuestiones que, aseguran, ya es evidente pues “estudios indican que la mayoría de los fumadores comienza su consumo antes de los 18 años [y] se ha demostrado que el marketing de los productos de tabaco incrementa la cantidad de jóvenes que comienzan a fumar”.
Las agrupaciones latinoamericanas señalan que la implementación de estas tácticas en los países analizados sucede a pesar de los avances en materia legislativa para regular la publicidad, promoción y patrocinio de tabaco, debido a que las empresas del rubro “aprovechan al máximo vacíos legales, hacen una interpretación laxa de las leyes o directamente violan las normas”.
Entre los casos citados se encuentra el de Colombia, en el que a pesar de que toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco está prohibida, la industria tabacalera ha pretendido separar el concepto de exhibición de productos del de publicidad, de modo que en los puntos de venta donde antes había grandes anuncios se han instalado exhibidores de productos, señala el estudio.
En el caso de México, se documenta que “se han verificado numerosas violaciones a las legislaciones vigentes” y que “la industria aprovecha vacíos legales y viola las normas para seguir llegando especialmente al público joven”.
Las organizaciones firmantes del estudio concluyen con que a raíz de estos sucesos los países de América Latina deben avanzar hacia la implementación de prohibiciones completas que incluyan la exhibición de productos de tabaco, acorde con lo establecido en el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (Cmct), pues aseguran que ese es “el único camino para proteger a las futuras generaciones de los devastadores efectos del tabaquismo”.