Por Manuel Fuentes
Santiago de Chile, 3 oct (EFE).- El director general de la FAO, Jose Graziano, está convencido de que la FAO será capaz de responder a los enormes desafíos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU para el periodo 2015-2030, pero para ello necesita "la ayuda de todos", especialmente de los países más ricos.
"Esa solidaridad internacional de los países desarrollados se perdió durante la última década", lamenta Graziano, el agrónomo y economista brasileño que está al frente de la FAO desde el año 2012, tras haber sido director regional para América Latina y haber puesto en marcha el exitoso programa "Hambre Cero" en el gobierno de Lula da Silva.
"Vamos a depender mucho del financiamiento internacional para cumplir con estos objetivos", tanto a nivel publico como privado, explica Graziano en entrevista con Efe.
Reelegido el pasado mes de junio para un nuevo mandato al frente de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el primer latinoamericano en dirigir este organismo señala que además de inversiones por valor de 267 mil millones de dólares para erradicar el hambre, los países también tienen que involucrarse políticamente para alcanzar las nuevas metas.
En comparación con los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, ahora el trabajo de la FAO está relacionado directamente con 14 de los 17 objetivos que acaban de ser aprobados en la ONU para los próximos 15 años.
Entre estos objetivos destaca la lucha por erradicar la pobreza y el hambre, que todavía sufren casi 800 millones de personas en el mundo.
Y también figuran la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, el combate del cambio climático, la sustentabilidad de la agricultura, los modos de producción y consumo, el acceso a la energía y la gestión del agua, y los recursos marinos y ecosistemas terrestres.
Jose Graziano está convencido de que "afortunadamente" la FAO está preparada para asumir la sobrecarga de trabajo y la responsabilidad que han recaído sobre el organismo como consecuencia de estos nuevos desafíos.
"Claro que hay que hacer ajustes, pero nos hemos preparado para ello. Hace tres años, la FAO empezó una revisión y nos concentramos en cinco objetivos estratégicos: la erradicación del hambre, la sustentabilidad, la reducción de la pobreza rural, la mejora de los sistemas agroalimentarios y el impacto del cambio climático", explica.
"Nosotros no podemos evitar una sequía, pero sí que esa sequía se transforme en una hambruna", subraya Graziano, quien destaca, además el avance en la erradicación del hambre en regiones como América Latina, un logro en el que asegura que "no hay marcha atrás".
"Hemos tenido un éxito bastante grande, porque 73 de los 129 países que la FAO monitoreó redujeron el hambre a la mitad. Ahora se trata de seguir progresando, porque paralelamente, ha aumentado la tendencia a la obesidad como consecuencia de la malnutrición", señala.
Los nuevos objetivos fijados por la ONU para el año 2030 ya no solo afectan a los países en desarrollo, sino a casi todo el mundo, de manera que ahora la FAO tiene que hacer un seguimiento de 200 países. "O sea, una expansión brutal de nuestra responsabilidad", reconoce Graziano.
"Estamos todos en el mismo barco, desde el más desarrollado de los países, hasta la más pequeña isla del Pacifico", enfatiza el responsable de la FAO, quien a la luz de la reciente Asamblea General de la ONU se muestra optimista respecto a la toma de conciencia de la comunidad internacional.
"Se logró el consenso, y eso siempre es algo difícil, que implica muchas negociaciones. Ahora tenemos un buen punto de partida (...), pero los países también fueron muy críticos con el sistema de Naciones Unidas y su capacidad efectiva para implementar los objetivos", reconoció.
El director de la FAO enfatiza que los Objetivos de Desarrollo Sostenible implican a todos. "No podemos imaginarnos un país rico, si sus vecinos pasan hambre, o un país en paz si alrededor hay guerras, porque entonces vamos a tener la emigración que hoy día esta viviendo Europa".
La reciente Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, celebrada de Nueva York, "superó todas las expectativas" asegura Graziano, en buena medida gracias a que "el Papa estuvo 36 horas en Estados Unidos haciendo campaña, encabezando una movilización popular sobre el cambio climático".
"Nueva York superó las expectativas. Francisco ayudó a que los políticos se comprometieran. Fue un gran aliado nuestro", concluye Graziano con una sonrisa de satisfacción".