El miedo a lo sobrenatural ha acompañado a la humanidad desde siempre. Lo incomprensible se ha transformado de manera inevitable en el principal elemento que alimenta estos miedos y –pese a que la ciencia cada vez explica más cosas– el recelo persiste en pos del temor.
El otoño y, en general, la transición del clima cálido al frío, se asocia con historias sobrenaturales que alimentan los miedos de chicos y grandes. Pero, más allá de aquellos relatos en los que la amenaza es tangible, son las historias en las que la fuente del terror no puede verse, las que más fascinación despiertan. Las siguientes películas son tres ejemplos de ello.
POSSESSION
1981
Andrzej Zulawski
Francia
Terror. Suspenso.
La historia se desarrolla en Berlín, antes de la caída del muro. Cuando Marc regresa de un viaje encuentra a su esposa Anna cambiada, muy nerviosa y perturbada. Ella le confiesa que tiene una aventura y lo abandona. Marc cae en una terrible depresión que lo lleva casi al borde de la locura. Semanas después, el detective privado que Marc contrató para seguirla es asesinado revelándose la verdad monstruosa sobre la aventura secreta de Anna.
FEBRUARY
2015
Oz Perkins
Estados Unidos
Terror. Drama.
Joan hace una peregrinación sangrienta, a través de un paisaje helado, hacia una prestigiosa escuela preparatoria femenil, donde Rose y Kat se encuentran varadas después de que sus padres no logran misteriosamente ir por ellas para las vacaciones de invierno. A medida que Joan se acerca, visiones aterradoras comienzan azotar a Kat mientras Rose ve con horror como ella es poseída por una fuerza maligna invisible.
THE WITCH
2015
Robert Eggers
Estados Unidos
Terror. Suspenso.
El escenario del filme es Nueva Inglaterra en el año 1630. Ahí, una familia de colonos formada por un matrimonio y sus cinco hijos, vive cerca de un bosque que, según las creencias populares, está controlado por un mal sobrenatural. Cuando su hijo recién nacido desaparece y los cultivos no crecen, los miembros de la familia se rebelan unos contra los otros. Sin embargo, más allá de sus peores temores, un mal sobrenatural les acecha en el bosque del que ya les habían advertido.