Antonia, Juana y Jacinta: pioneras profesionales de la medicina que dejaron un legado en Jalisco

03/06/2018 - 9:05 pm

Ana Cecilia Rodríguez, estudiosa de la historia científica, decidió indagar sobre los principales médicos mexicanos desde 1800 hasta 2006. Encontró algunas referencias a mujeres que formaron parte de ese grupo.

En el caso de las tres jaliscienses, la investigadora reconoce que aprendió sobre los orígenes de la medicina en México y el legado que ellas dejaron, una herencia que podría servir para los actuales médicos.

Por Pablo Miranda Ramírez

Guadalajara, Jalisco, 3 de junio (AgenciaConacyt/SinEmbargo).- Antonia, Juana y Jacinta nacieron hace más de un siglo en Jalisco y, en sus diferentes entornos, se convirtieron en las primeras profesionales de la medicina en el estado. Fascinada por sus historias, la doctora Ana Cecilia Rodríguez de Romo ha indagado en el pasado de estas jaliscienses para desentrañar el legado que dejaron dentro de esta disciplina.

Estudiosa de la historia científica, la doctora Rodríguez, quien está al frente del Laboratorio de la Historia de la Medicina del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, decidió investigar y reunir información sobre los principales médicos mexicanos desde 1800 hasta 2006; sin embargo, encontró pocas referencias a mujeres que pudieron formar parte de ese grupo.

“Con esa idea indagué quiénes fueron las primeras médicas mexicanas”, detalla la investigadora. Ana Cecilia Rodríguez señala que con ese objetivo empezó a recolectar información junto a su colega Gabriela Castañeda y encontró la historia de las primeras mujeres jaliscienses que habían incursionado en la medicina.

La doctora comparte que descubrió que la primera egresada de medicina fue Matilde Petra Montoya Lafragua, quien se graduó en 1888 y fue oriunda de la Ciudad de México; no obstante, al profundizar en el registro de tesis que sirvieron para graduar a varios médicos, encontró a Antonia, nacida en Guadalajara, quien se tituló en 1908 en la Universidad Nacional y fue la quinta mujer mexicana en graduarse como médica.

Ana Cecilia Rodríguez de Romo, miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), menciona que para la búsqueda de estas jaliscienses acudió a archivos históricos, como los de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Secretaría de Educación de Jalisco y de la Universidad de Guadalajara, para conocer a detalle más de Antonia, Juana y Jacinta.

“Si nos detenemos en 1936 o 1938, ya había tres mujeres que nacieron en Jalisco y que eran pioneras de la medicina. Dos de ellas graduadas en 1930 de la Universidad de Guadalajara”.

Antonia, adelantada a su época

En su tesis habló sobre los signos de la muerte y cómo determinar correctamente el deceso en un individuo. Además investigó la nutrición de los niños, la educación sexual entre las mujeres, y fundó la Asociación de Médicas Mexicanas. Foto: Conacyt

Originaria de Guadalajara, Jalisco, Antonia Leonila Urzúa López (1883-1954) fue la primera mujer jalisciense en obtener el título de médico, pero antes de ello estudió brevemente para ser docente, detalla la doctora Rodríguez, quien muestra peculiar admiración por ella y sus aportaciones como mujer a la medicina.

“A los 22 años se traslada sola a la capital del país a estudiar medicina. Durante su segundo año de carrera funda una revista La mujer mexicana y la Sociedad Protectora de la Mujer, esto en 1904, poco después se afilia a la Liga Antialcohólica Nacional, era una mujer vanguardista que se preocupaba por la mujer y que esta estudiara”, relata la investigadora.

Como parte del seguimiento de Antonia, la doctora Rodríguez descubrió que la jalisciense estaba comprometida con el aporte de conocimientos a su profesión, y esto se observa con el tema que abordó en su tesis, en la que hablaba sobre los signos de la muerte y cómo determinar correctamente el deceso en un individuo.

Aunque su profesión la ejerció en la Ciudad de México, a finales del periodo de la Revolución Mexicana, Antonia trabajó en investigar la nutrición de los niños y la educación sexual entre las mujeres, sostiene la investigadora. La jalisciense también fue la fundadora de la Asociación de Médicas Mexicanas con la necesidad de contar con un espacio donde las mujeres profesionales de la medicina pudieran desenvolverse.

“La última noticia que tengo de ella es de finales de 1947, para entonces tendría 67 años, en esa época el gobierno decide refrendar los títulos universitarios ante el Registro Nacional de Profesión y ella va a su universidad a pedir una copia de su título, y así fue como encontré su última pista”.

Juana, pionera en nutrición

En los hospitales, organizó los servicios de nutrición y dio clases. Le interesaba difundir los conocimientos en nutrición para mejorar la economía de la población y su bienestar. Foto: Conacyt

Un año antes de que Antonia se titulara, en Guadalajara nacía Juana Navarro García (1907-¿?), otra de las jaliscienses que investiga la doctora Ana Cecilia Rodríguez, quien asegura que Juana fue la primera médica en egresar de la Universidad de Guadalajara en 1930, para casi inmediatamente partir hacia la Ciudad de México a ejercer su trabajo.

Especializada en nutriología, Juana volvía ocasionalmente a Jalisco, donde en alguna ocasión aplicó sus conocimientos para controlar un brote de viruela en el municipio de Chapala y, según la investigación de Ana Cecilia Rodríguez, esta médica se especializó y aportó conocimientos en el campo de la nutrición a mediados del siglo pasado.

“Se interesó en áreas que en ese entonces eran muy nuevas, como la nutrición. En 1942 se va a Argentina, ahí estudia nutriología y se integra a los hospitales para organizar los servicios de nutrición, da clases y funda grupos de nutrición. Le interesaba difundir los conocimientos en nutrición para mejorar la economía de la población y tener una alimentación racional”.

Jacinta, enamorada de la medicina

Fundó la Clínica de Cáncer en el Centro de Salud de la Secretaría de Salubridad. También se encargó de investigar la detección de cáncer en la mujer a mediados del siglo pasado. Foto: Conacyt

La tercera de las jaliscienses que fue objeto de estudio de la doctora Ana Cecilia Rodríguez fue Jacinta de la Luz Curiel Ávalos (1905-2002), originaria del municipio de Mascota, y quien, después de cursar la carrera de maestra, abordó los estudios sobre la medicina en la Universidad de Guadalajara, convirtiéndose en la segunda médica egresada de esa institución.

Jacinta fue hija de una maestra y un empresario, y contó con el apoyo de ambos para estudiar medicina. La doctora Rodríguez señala que esta jalisciense afirmaba estar influenciada por Marie Curie y se declaraba como una enamorada de la medicina, según los escritos que la médica realizaba durante su etapa como estudiante.

Ya como profesional, Jacinta instaló un consultorio médico en la avenida Juárez de Guadalajara, una de las principales vías de tránsito de la ciudad; sin embargo, poco después decide ir a vivir a la Ciudad de México por una corta temporada, para después regresar a la Perla Tapatía junto a su esposo.

“En 1955 funda la Clínica de Cáncer en el Centro de Salud de la Secretaría de Salubridad, del cual ella se encargó, y al parecer llegó a manejar muchísimos expedientes, llegó a encabezar de manera importante los problemas de detección de cáncer de la mujer a mediados del siglo pasado”.

Descubriendo el pasado

"Ellas pusieron un ladrillo en la construcción de la sociedad. No merecen ser olvidadas, su esfuerzo abrió el camino a las médicas actuales”, dijo la investigadora. Foto: Conacyt

Para la doctora Ana Cecilia Rodríguez es gratificante indagar en el pasado de los profesionales de la salud. En el caso de Antonia, Juana y Jacinta, la investigadora reconoce que aprendió sobre los orígenes de la medicina en México y el legado que ellas dejaron, una herencia que podría servir para los actuales médicos.

Este trabajo de investigación, realizado en colaboración con Gabriela Castañeda, ha sido presentado en diversos congresos de historia científica y de la medicina en varios estados de México e incluso en otros países. Recientemente, en marzo pasado, el proyecto participó en el VI Congreso de Historiadores de las Ciencias y las Humanidades que organizó la UdeG.

Además, la investigadora recalca que su interés también se centra en ver cómo la medicina creció a través de los descubrimientos científicos registrados en la historia, y es ahí donde combina su formación como médico y como historiadora.

“Es gratificante sacar a la luz a personas del pasado que cooperaron para poner un granito de lo que somos ahora, porque como sociedad mexicana, ellas pusieron un ladrillo en la construcción de la sociedad que ahora somos. No merecen ser olvidadas, su esfuerzo abrió el camino a las médicas actuales”.

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