Ciudad de México, 2 de octubre (SinEmbargo).– El gobierno de Barack Obama llevó a cabo 438 mil 421 deportaciones en 2013, una cifra histórica, de acuerdo con las últimas estadísticas gubernamentales, dadas a conocer hoy por The New York Times.
El primer Presidente afroamericano en la historia de Estados Unidos resultó ser un verdugo de los migrantes –aunque él mismo es migrante–: más de 2 millones de deportados durante su tiempo en el cargo, dicen los datos.
Los mexicanos son, con mucho, el grupo más numeroso entre los deportados: representan el 72 por ciento. Pero hubo aumentos significativos en los migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador, países que fueron el hogar de la mayoría de los inmigrantes que llegaron en la oleada de cruces ilegales en el Valle del Río Grande de Texas durante el pasado año.
Las deportaciones en el año fiscal 2013 se incrementaron en más de 20 mil durante 2012 y más de 51 mil en 2011, cuando se produjo una disminución significativa en el ritmo de ejecución, dice el informe anual de la Oficina de Estadísticas de Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, la agencia que recoge los datos más completos sobre la ley de inmigración.
La periodista Julia Preston, del Times, explica que las cifras muestran un cambio continuo y pronunciado hacia expulsiones exprés de los capturados cruzando ilegalmente la frontera, particularmente a lo largo de la frontera con México.
“Alrededor del 44 por ciento de las deportaciones en 2013 fueron por la vía rápida: poco después de que los migrantes fueron detenidos en la frontera fueron enviados de vuelta a sus países sin pasar por la corte de inmigración, según el informe. Estos traslados acelerados han estado aumentando constantemente en los últimos años”, dice.
The New York Times habla de tribunales de inmigración “empantanados, con enormes retrasos”.
Sólo alrededor del 17 por ciento de las deportaciones en 2013 fue a través de los tribunales o se produjo después de un examen más profundo por los funcionarios de inmigración, dice el informe. En 2011, la cifra fue de 36 por ciento.
Marc R. Rosenblum, director en el Instituto de Política Migratoria, un grupo de investigación no partidista en Washington, dijo a la periodista: “Usted no puede ver este informe y llegar a la conclusión de que esta administración no ha sido seria acerca de la ley de inmigración”.