EPN celebra el 1 de mayo con fiesta al estilo viejo PRI, mientras miles protestan por reformas y bajos salarios

02/05/2013 - 12:00 am
Peña Nieto celebra el 1 de mayo rodeado de líderes sindicalistas. En las calles, miles protestaron. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
Peña Nieto celebra el 1 de mayo rodeado de líderes sindicalistas. En las calles, miles protestaron. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Ciudad de México, 2 de mayo (SinEmbargo).-  El músculo obrero priista fue revitalizado con los rituales de antaño este 1 de mayo, Día internacional del Trabajo.

Mientras, en el mismo Distrito Federal, encapuchados, mujeres, niños y maestros marcharon a su propia forma y protestaron por distintos temas: las últimas reformas –sobre todo las Educativa y Laboral–, los salarios y la falta de empleos.

En el acto oficial, el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Emilio Gamboa Pascoe -de poco más de 80 años de edad- intercambió sonrisas con el Presidente Enrique Peña Nieto y entre el sonido de los aplausos, defendió la vida de los sindicatos y ratificó el apoyo de los trabajadores mexicanos al Pacto por México.

“Me dijeron, díganle al Señor Presidente, que sin comentar nosotros lo del Pacto por México que con tanta prudencia ha manejado y sigue manejando, que siempre el Pacto lo tiene con los trabajadores y que siempre los trabajadores le responderemos de ese Pacto”, dijo el anciano dirigente,

En presencia de Carlos Romero Deschamps, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, el dirigente cetemista –con la chamarra negra, característica de los dirigentes sindicales- le manifestó al Presidente su reconocimiento como líder.

“Hemos visto la dinámica del trabajo presidencial, (lo) hemos visto recorrer todo el país buscando soluciones en cada casa. Pero nos sentimos también muy alabados por la conducta siempre presente en beneficio de los trabajadores, el reconocimiento al esfuerzo del crecimiento de la República. Por un México más justo”, expresó.

Gamboa Pascoe lanzó una frase pausada: “Le aplauden cuando se preocupa inclusive (de) las necesidades mínimas que los trabajadores tienen, y lleva adelante una caravana contra el hambre”.

El Presidente celebró el 1 de Mayo, en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, acompañado de empresarios, sindicalistas, diputados y miembros del gabinete, mientras en las calles aledañas al Zócalo capitalino, la manifestación de cientos de trabajadores no cesaba con gritos y pancartas en contra de la reforma laboral.

LA MARCHA SUI GENERIS

Protesta en el Zócalo. Foto: Shaila Rosagel, SinEmbargo
Protesta en el Zócalo. Foto: Shaila Rosagel, SinEmbargo

Carlos imparte la materia de Historia en grupos de hasta 50 alumnos en una escuela secundaria de San Cristóbal de las Casas, Chiapas y ayer a las 8:00 horas sujetaba una manta junto con otros maestros en la Diana Cazadora en el Distrito Federal y se preparaba para marchar junto con otros miles de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

El profesor llegó en la madrugada del 1 de mayo a la Ciudad de México. Salió la tarde anterior de San Cristóbal. Dejó atrás a los 18 grupos de jovencitos que integran la escuela donde trabaja para protestar por la Reforma Educativa y exigir mejores condiciones de trabajo para la docencia.

“Esa reforma es un error jurídico. Están pasando por los derechos de los trabajadores de la educación y no corresponde a la realidad de nuestro país”, dijo para después enumerar algunas necesidades de su escuela: mobiliario, equipamiento, bibliotecas y becas para los alumnos.

Con Carlos viajaron 50 maestros, que se sumaron a las más de 50,000 personas que ayer marcharon hacia un mitin organizado en el Zócalo Capitalino.

En la marcha que arrancó de la Diana Cazadora y el Ángel de la Independencia había contingentes de los 34 sindicatos pertenecientes al Congreso del Trabajo, como el de los ferrocarrileros, telefonistas, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la Confederación de Trabajadores de México (CTM), todos encabezados por la CNTE y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Hombres, mujeres, niños y encapuchados se empezaron a acomodar en la Avenida Reforma. Estos últimos, los encapuchados, llegaron en un grupo de 20 a la 9:00 horas a la glorieta de la Diana ante las miradas de curiosidad del resto de los manifestantes. La mayoría de ellos traían una mochila a las espaldas y llevaban cubierto el rostro con paños negros y pasamontañas. Los que tenían la cara descubierta eran jóvenes que portaban una pancarta que decía “Frente Oriente” (el mismo que apoyó a los estudiantes que tomaron Rectoría en la Universidad Nacional Autónoma de México).

“Vamos a esperar a que pasen todos para ponernos entre los que van al final”, dijo uno de ellos a otro y se quedaron parados esperando que los contingentes avanzaran.

Eran las 9:30 horas cuando los marchistas empezaron a moverse y a caminar hacia el Centro Histórico en medio de consignas en contra del Presidente Enrique Peña Nieto y de las reformas Laboral y Educativa.

En contraste las vivas fueron para el revolucionario Emiliano Zapata al ritmo de “¡La lucha sigue, el pueblo no se rinde!, ¡ Zapata Vive, Vive!”.

Pronto los contingentes avanzaron por la Avenida Reforma y entraron al Centro Histórico por la Avenida Juárez e Hidalgo a las 11:00 horas y antes de tomar la calle 5 de Mayo, un grupo de jóvenes encapuchados se enfrentaron con palos, piedras y cadenas con los granaderos de la Policía Capitalina, para después arremeter contra el edificio de Correos y romper algunos vidrios.

El grupo de encapuchados no se conformó con estas agresiones. Realizaron pintas en paredes de comercios y en las casetas telefónicas de la calle 5 de Mayo.

Foto: Francisco Cañedo
Foto: Francisco Cañedo

Más adelante, frente a Palacio de Gobierno, en el Zócalo Capitalino, los líderes sindicales aguardaban en una explanada decorada con una enorme manta que decía “Por un Nuevo Rumbo Económico y Político y por el Rescate de la Nación” a la multitud de manifestantes que arribaron también por la calle 16 de septiembre.

El contingente de la CNTE fue uno de los primeros que ingresó a la plancha de la Plaza de la Constitución, seguido por el del SME y el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana.

A las 11:30 los oradores empezaron a hablar: el representante de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Rafael Salgado Sandoval; el de la CTM, José Luis Carazo; el de Federación Laboral Mexicana, Jorge Martín del Campo; y Martín Esparza, líder del SME.

Esparza invitaba a los asistentes al mitin a no pagar los recibos de electricidad y aseguraba que el DF son tres millones de personas las que son deudoras de luz en protesta por el incremento de tarifas a raíz de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, cuando se sumó a los asistentes al mitin un pequeño contingente denominado “Respuesta Ciudadana” proveniente de la colonia Moctezuma, delegación Venustiano Carranza, en protesta por la Reforma Laboral.

Rogelio Mercado, de 51 años de edad, llegó ataviado con camisa y pantalones grises y un casco amarillo –emulando la vestimenta de un obrero- con el maquillaje de un esqueleto en el rostro, mientras cargaba una cruz de tres kilogramos de peso.

“Nos condenaron con esta reforma laboral. Es una cruz”, dijo antes de que los oradores anunciaran el final del mitin.

Era las 13:00 horas cuando concluyó. Antes la CNTE anunció que continuará la lucha contra la reforma educativa con un paro nacional, movilizaciones el 6 y 15 de mayo próximos y un plantón en el Zócalo capitalino a partir de hoy.

“Aquí voy a estar en el plantón. No me voy a regresar a Chiapas todavía”, dijo Carlos, el maestro de San Cristóbal de las Casas.

Pero mientras Carlos permanecía bajo los rayos del Sol en la plancha del Zócalo Capitalino, de la misma forma que miles de trabajadores, en Los Pinos, Enrique Peña Nieto revivía los viejos rituales del PRI.

 

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