Autora: Angélica Vázquez del Mercado
“Ustedes son gente de mundo, tratan con personas de todos colores, ideologías, religiones, costumbres; con poderosos y don nadies, con ricos y pobres. Entonces, ¿a poco nunca le ha tocado tratar con los hijos de personas muuuy influyentes? ¿Y a poco nunca ha tenido ‘problemitas’ en ninguno de los países que ha visitado? Aaaah, ¿ya vio? Ya decía yo.
“Ustedes son jóvenes, no se fijen en boberías de chiquillos. Mire, los daños son gajes del oficio o como dicen en el teatro: el show debe continuar. De todos modos se van con fajos de billetes en los bolsillos; o qué: ¿me van a decir que lo hacen por amor al arte? Qué bueno que me da la razón y ya que estamos en esas, no vendría mal que su staff se disculpara con los muchachos que tremendo susto se llevaron anoche… no me hagan esa cara, es de mala educación hacer gestos en casa ajena.
“Si insiste, hagamos el recuento de los daños: primero, su personal de seguridad fue muy grosero con los hijos del Señor Presidente que no hacían más que disfrutar sanamente del concierto. ¿Qué estaban borrachos? ¡Noooo! ¡Si son unos chiquillos! Tal vez una o dos cervezas, pero son hombres y, usted sabe, porque ustedes son irlandeses, ¿no? Pues igual, en México le damos cerveza a los niños desde chiquitos.
“¿Groseros? No, señor, eso sí que no. Los hijos del Señor Presidente no hacen más que ejercer su derecho a disfrutar de la autoridad que el pueblo confirió a su Señor Padre. México es un país democrático, nos ha costado mucho llegar a 1997 sosteniendo el sagrado poder del Partido para seguir trabajando por el bienestar de la familia mexicana.
“Los muchachos llegaron como invitados… Veo que no se lo dijeron, ¿y los boletos VIP qué? ¿se los robaron? Con que además de venir a la casa de chismosos, a llorar por unos fierros ¡ahora quieren calumniar a los hijos del Señor Presidente! ¡Ah!, no, eso sí que no, aquí se respeta a la figura presidencial como si fuera el mismito Cristo en su santo sepulcro, y eso incluye a sus hijos y si es el caso hasta a los agregados con casa chica y todo.
“Ultimadamente, los guaruras solo respondieron a las agresiones de sus técnicos. Si los muchachos querían estar cerca del escenario, estaban en todo su derecho pues son los hijos del Señor Presidente. Si alguien salió lastimado fue por culpa de su productor que metió la cabeza en el momento menos indicado, de no ser así la cacha de la pistola nunca le hubiera pegado.
“Ya me hizo sudar con el entripado, pero, verá, en este país somos mesiánicos… perdón, quise decir misericordiosos, así que, como decimos aquí, sáquense con su música a otra parte.
“Ah, y antes de que se retire, Mr. Bono, haga usted el favor de autografiar estos cedes para los hijos del Señor Presidente, quien me ha honrado como su representante para despedirlos y desearles un feliz viaje”.
Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo
